Bienvenidos una vez más a The Expanse. En está ocasión hacemos un pequeño análisis y repaso del capítulo octavo de la primera temporada, titulado “Salvage” ¿Estáis reparados? Pues vamos allá, a partir de aquí vienen Spoilers.
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En este episodio Avasarala recibe una mala noticia mientras que Holden y su tripulación logran vengarse de la destrucción del Canterbury. Miller continua su investigación en la estación Eros y se encontrará más cerca que nunca de Julie. “Salvage” es un capítulo es de especial importancia dentro de la temporada ya que las dos líneas argumentales más importantes, las de Miller y Holden, se conectan por fin. Se cumple así la promesa no escrita que se nos presentaba ya en el primer episodio, el momento en el que los personajes por fin se reunen y todas las tramas convergen en una. He de decir que para un servidor ha resultado de lo más satisfactorio, no solo debido a que es el primer capítulo fuera de preámbulos en el que la verdadera historia de la serie se pone en marcha, sino porque viene seguido de uno de los giros de tuerca más esperados, la increíble revelación del destino de Julie Mao.
En la tierra, las cosas se ponen feas. A pesar de los esfuerzos de Avasarala, el secretario general de las Naciones Unidas ha decidido borrar a Holden del mapa. Un grupo de operaciones especiales se dirige a Eros pare eliminar a nuestros protagonistas en una supuesta “reyerta callejera”. La situación empeora más si cabe cuando Chrisjen se entera de que su viejo amigo el ex-embajador DeGraff (al que manipuló y engañó episodios atrás) se ha quitado la vida. Avasarala, en toda una demostración de entereza y profesionalidad que nos dibuja perfectamente la fortaleza del personaje, se sobrepone y decide continuar la reunión. Ya habrá tiempo de llorar, la tierra es lo primero.
Mientras tanto, Miller sigue de camino a Eros. En el transporte se encuentra con uno de los Mormones dispuestos a sumergirse en el espacio profundo abordo del Nauvoo, el navío espacial que Fred Johnson está construyendo en Tycho. Cuando el ex- detective pregunta al sacerdote si no le da miedo arriesgar su vida en tal empeño, este le responde que al fin y al cabo “la verdadera fe es un gran riesgo”. Miller se da cuenta de que su situación es similar, ha perdido todo y solo le queda la esperanza de encontrar a Julie. Tras su llegada a Eros, da rápidamente con sus huesos en la cárcel tras preguntarle “amablemente” al jefe de muelle por la lanzadera Anubis 1A, afortunadamente, su viejo amigo el inspector Sematimba (Kevin Hanchard) está ahí para sacarle las castañas del fuego. Tras comprobar el compromiso de Miller con el caso de la chica desaparecida, ‘Semy’ indica a su compañero que Julie está en un hotel de mala muerte, el “Halcón Azul”.
Por su parte, Holden y la tripulación del Rocinante llegan a las coordenadas proporcionadas por Fred, aparentemente un asteroide más entre el inmenso vacío espacial, solo que contiene una “pequeña” sorpresa en una de sus fisuras… ni más ni menos que el Anubis, la nave de infiltración que destruyó el Canterbury y provocó en comienzo de la guerra. Holden, Naomi, Amos y Kenzo suben abordo para investigar y descubren el destino de la tripulación del Scopulli, todos fueron secuestrados, subidos a bordo y aparentemente lanzados al espacio a través de las escotillas… o eso cree Alex.
Mientras Kenzo y Amos se hacen con una misteriosa caja fuerte, Holden y Naomi encuentran una verdadera pesadilla en la sala de máquinas, el reactor se encuentra recubierto de una capa de tejido orgánico que parece absorber la radiación del motor. Haciendo un exquisito alarde de sentido común (todo un respiro ver a los personajes comportarse como personas de verdad) Holden decide largarse en cuanto se da cuenta de que el organismo, sea lo que sea, está vivo. A pesar de las protestas de Kenzo, el grupo decide destruir la nave infiltradora, mientras el candente fuego de la detonación nuclear se refleja en las pantallas del Roci, Holden murmura “Recuerda el Cant”.
Una vez en Eros, el grupo se dirige en busca de “Lionel Polanski” y acaba como no podía ser de otra forma, en el lobby del “Halcón Azul”. Tras un intenso momento, Amos se percata de que están rodeados y la tripulación se enfrasca en un tiroteo con los matones enviados por Errinwright, cuando todo parece estar perdido… ¡Miller aparece y les saca del apuro! Junto con el ex-detective, nuestros protagonistas se adentran en la habitación 22 donde un pútrido olor permea todo, tras darse cuenta de que los aparatos electrónicos han sido “apagados” a golpes, se introducen en el baño donde encuentran el infectado y deformado cuerpo de una joven recubierto de la misma sustancia que la tripulación encontró en el Anubis. Un descorazonado Miller es apenas capaz de susurrar “Julie”.
En definitiva, “Salvage” es uno de los mejores capítulos de la temporada, cuenta un gran balance entre geniales efectos especiales, desarrollo de personajes y momentos de acción, todo ello aderezado con un ritmo impecable y, lo que es más importante, nos provee de un satisfactorio final con la reunión de los personajes y respuestas sobre el destino de Julie. Un fin de ciclo que responde algunas de las incógnitas de la serie, pero abre puertas a nuevos misterios: ¿Qué es la misteriosa sustancia y como llegó hasta el Anubis? Quizá el doble capítulo final nos de alguna pista.
Hasta entonces, nos leemos y ¡Pasadlo bien!
