Hemos llegado a la mitad de esta primera temporada de The Walking Dead: Dead City, el spin-off que, creado por Eli Jorné y emitido por AMC+, sigue a Maggie y Negan en la oscura New York postapocalíptica. Analizamos, por tanto, el tercer episodio, cuyo título es La Gente es un Recurso.
Hola otra vez, caminantes. Aquí estamos nuevamente para analizar otra entrega de The Walking Dead: Dead City, que en esta oportunidad y con un tono muy oscuro y bien gore, nos permite saber más sobre qué pasó tanto con Maggie como con Negan después de las últimas veces que les habíamos visto antes de esta serie.
Asimismo, este tercer episodio nos mete de cabeza en la fortaleza del Croata que, por cierto, se halla en uno de los lugares más icónicos de la ciudad de New York.
Pasemos ya mismo al análisis no sin antes advertir que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA ni dejar de recordar que pueden echar ojo a nuestros análisis previos de esta serie y las otras de la franquicia.
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Caminantes y Dinosaurios
El episodio comienza con Ginny, de quien un flashback nos permite explorar el tipo de relación que sostenía o sostiene con Negan. La vemos, precisamente, auxiliada por este al ser atacada por un caminante en los bosques mientras busca un “dino” de peluche que ha perdido.
Él le recrimina el moverse por cuenta propia y sin avisarle, además de instarla a que hable, cosa que continúa sin hacer. Todo indica que Negan había asumido su cuidado y mantenían un buen vínculo, pero el carácter independiente de la niña se había convertido para él en un problema que le desvelaba. Vueltos al presente, vemos que ella ha llegado con la motocicleta a las cercanías de Manhattan …
Historias de New York
El enemigo de mi enemigo es mi amigo, reza un antiguo principio de la guerra y, en efecto, Maggie y Negan no solo han hecho causa común entre sí sino también con el grupo de Luther, al menos para procurarse alimento cazando un ciervo. Tommaso y Amaia nos ponen al tanto de lo que nunca vimos ni oímos en la franquicia: qué ocurrió en New York tras el apocalipsis, con caminantes acechando en las estaciones subterráneas o cayendo desde el cielo…
Al parecer, se les había prometido ayuda, pero cuando el ejército llegó fue solo para volar puentes y túneles, lo que, si cabe la redundancia, aisló aún más a Manhattan y dejó a los sobrevivientes librados a su suerte…. o a su muerte.
En tal escenario y como si fuera un jefe mafioso o un señor de la edad media, el Croata se posicionó como el único capaz de asegurar protección pero, obviamente, no permitió el desarrollo de comunidades por fuera de su liderazgo.
Tommaso y Amaia parecen los más decididos a ayudar a Maggie, pero no tanto Luther, quien directamente considera que su hijo ya está muerto y su recelo se hace aun mayor al enterarse que Negan fue en el pasado amigo del Croata.
El Circo de Negan
Esposado, Pearlie Armstrong ha sido llevado por los burazi a la fortaleza de Negan, nada menos que el Madison Square Garden. A su alrededor y como protección del lugar deambulan caminantes a los que en la jerga local se llama “carnosos” (es usual en la franquicia que tengan diferente nombre según la región).
Él no sabe para qué le han llevado allí y no suelta palabra cuando se le indaga por el motivo de su presencia en la isla. Tomamos conocimiento de que el Croata, de acuerdo a su propio relato, tiene un pasado como especialista en energías alternativas y eso es exactamente lo que siguió haciendo después del apocalipsis: visualizando que el recurso más abundante en New York eran los muertos, decidió utilizar el metano liberado por los cadáveres para dar energía a su comunidad.
También nos pone al tanto de que su familia fue muerta mientras buscaban comida y así fue como cayó en algún momento entre los Salvadores, sobreviniendo luego la historia que, de boca de Negan, oímos en el episodio anterior. Con estupor, Armstrong le ve ensañarse con uno de sus hombres por servirle carne podrida y literalmente destrozarlo tras hacerle tragar, por algún motivo que aún no conocemos, la llave de las esposas.
En las instalaciones del Madison, el Croata ha montado un virtual circo romano en el que es amo, señor y maestro de ceremonias. Obligando a Armstrong a inhalar metano, se le deja aturdido y esposado en una jaula con un zombie que no es otro que el desdichado muchacho de la carne podrida…
Mientras la multitud brama, Armstrong convierte su limitación de movimiento en ventaja al valerse de las esposas para decapitar al caminante. Sabiendo que en sus entrañas se halla la llave salvadora, lo abre al medio y revuelve vísceras hasta hallarla y liberarse. Le sueltan un par de caminantes más, pero da cuenta de ellos sin problemas mientras la cámara se salpica deliciosamente de sangre.
El Croata está impresionado y dice que es el mejor espectáculo que ha visto en mucho tiempo. Sigue, no obstante, empecinado en que le diga qué hace allí hasta que le encuentra en la bota una carta del pariente al que hallara muerto en la entrega anterior, presumiblemente su hermano. Nos anoticiamos de que este le llamaba pidiendo ayuda pero, obviamente, Pearlie llegó tarde…
La carta remueve culpas, por lo que Armstrong se quiebra y detiene al Croata en su lectura. Acaba admitiendo que se halla en la isla porque está detrás de un tal Negan…
El Pasado Intermedio
Ginny ha llegado a Manhattan, pero la pasa mal con los caminantes que acechan en los callejones. Alguien que no se da a conocer le soluciona el problema interviniendo en la escena y sacándole de encima a varios, aunque sin percatarse realmente de su presencia. Se trata de una sobreviviente carroñera que, como parte del botín, acaba llevándose el dino que la niña volvió a perder.
Maggie y Negan, en tanto, tienen una conversación que nos pone al tanto de sus respectivos pasados y más específicamente de los años intermedios de los que nada sabemos. Así, nos enteramos que Anne fue robada y golpeada en Nueva Babilonia, ante lo cual Negan dio cuenta de cinco de sus agresores, pero ello le convirtió en prófugo con precio por su cabeza. A los efectos de proteger tanto a su pareja como a su hijo, los subió a bordo de un tren a Missouri y desde entonces ha perdido todo contacto con ellos.
En cuanto a Maggie, sus palabras amplían lo que algún flashback ya nos había mostrado: las discusiones y desavenencias con su hijo Hershel que terminaron llevando a que fuera secuestrado por la banda del Croata al no seguir su consejo de ocultarse en el sótano. Lamenta que su último momento compartido lo hayan vivido de esa manera y más aún cuando, aunque no lo diga, teme que haya sido de verdad el último.
Siguiendo al Dinosaurio
Maggie y Negan buscan acordar con la gente de Luther un plan de rescate. Estos últimos siguen viendo casi imposible un asalto contra el Croata a la luz de lo inexpugnable de su fortaleza. Negan les da ánimos contándoles de cierto líder que fue derrotado socavando la lealtad de sus seguidores y Maggie avala sus palabras sin decir que es de él de quien hablan…
Además, nos anoticiamos de que Tommaso ha sido en el pasado parte del grupo del Croata y ha huido de ellos, lo cual significa que sabe cómo entrar a la fortaleza del Madison o salir de la misma. La clave está en un sistema de túneles que corren por debajo del estadio y se corresponden con una antigua estación de tren: un dato ciento por ciento real sobre el que ya volveremos.
Por otra parte, nos enteramos que la carroñera, llamada Inwood, es también parte del grupo de Luther y, entre las cosas que saca de la mochila tras su excursión callejera, Maggie reconoce el dinosaurio de peluche de Ginny. Le dice conocer a una niña a quien le gustaría mucho tenerlo, por lo que Inwood se lo obsequia: ya sabremos para qué lo quiere Maggie…
¿Y en dónde está Negan? Pues su orgullo le ha traicionado y Luther ha descubierto entre sus pertenencias el volante de “buscado”, así que, por la seguridad de su comunidad, le conmina a irse.
La cosa acaba en lucha y aunque la fuerza del hombretón complica a Negan, este logra hacerlo caer de espaldas contra una cañería después de cortarle la frente con un rallador y cegarle con su propia sangre. Luther sufre una herida fatal en la nuca y muere prácticamente en el acto mientras un charco de sangre se forma debajo suyo…
Mientras tanto y siguiendo a la carroñera, Ginny ha llegado hasta el edificio en que se esconden los supervivientes. Oculta entre las sombras, ve salir a Maggie con el dino e intención de quemarlo: está claro que teme que la niña haya muerto y no quiere que Negan se entere de ello o podría perder su apoyo para encontrar a Hershel…
Balance del Episodio
Primero a lo primero que, paradójicamente, es secundario: el Madison y la estación de tren. En efecto, el estadio está construido sobre la antigua Estación Pennsylvania (Penn Station), que permaneció debajo en actividad hasta que se dejó de utilizar en los sesenta. Lo de los túneles es por lo tanto absolutamente real, además de un genial detalle para dar realismo de la historia.
Pero por otra parte y como es de público conocimiento, el emblemático estadio cubierto de New York está por estos días camino de ser demolido y la razón es precisamente que, ante la necesidad de ampliar la red ferroviaria urbana, no solo se pondrá nuevamente en funcionamiento la estación abandonada sino que además sus instalaciones se ampliarán hacia arriba y sobre el Madison.
Tengo entendido que el polémico propietario está tratando de evitarlo, pero lo cierto es que este año vence el ultimátum dado por la ciudad y los equipos que allí hacen de locales ya deberían haber encontrado otras sedes a las que recurrir para jugar en tal condición.
Ahora bien: por lo que vemos en la serie, la demolición no se ha llevado a cabo y las gradas siguen allí, no sabemos si porque el propietario se logró finalmente salir con la suya o porque el apocalipsis llegó antes de que comenzara a demolerse el edificio. Y ello genera efectos contradictorios en la trama…
Mientras que por un lado la historia adquiere cierto realismo al introducir algo tan reconocible como el Madison y su estación subterránea, por otro corre peligro de perder vigencia en poco tiempo si el mismo es demolido en los próximos meses. Quizás hubiera sido preferible elegir algún otro estadio, aunque menos icónico…
Fuera de esa cuestión puntual, ha sido un gran episodio y la serie se pone cada vez más oscura. Lo de los zombies como involuntarios protectores de la fortaleza es una gran idea que hace acordar a ciertos señores de la Europa oriental que en la edad media hacían colocar osos en las fosas que rodeaban los castillos (mucho menos documentados y más improbables los cocodrilos que nos han mostrado tantas veces el cine y la tv).
Hemos profundizado más en el pasado de los personajes y en reconstruir lo ocurrido durante los años entre los sucesos de la serie principal y esta. Prácticamente todos han sufrido pérdidas, pero las reacciones pueden ser muy distintas y definitivamente el sadismo del Croata no conoce límites, tal el origen, de hecho, de su conflicto con Negan.
Y Maggie revela que, llegado el momento, puede ser tan maquiavélica que el resto si está en peligro es su hijo. No sabemos cómo terminará la quema del dino, pero está claro que puede llegar al engaño y vaya a saber qué más con tal de no perder la colaboración de Negan que tanto necesita.
El juguete es, por cierto, el McGuffin del episodio: no solo materializa el vínculo entre Ginny y Negan al punto de ser lo que a ella le permite llegar a él, sino que además actúa como ícono lo que no pudo tener, es decir una infancia. Cada vez que lo pierde, necesita desesperadamente encontrarlo: es su refugio contra la fealdad del mundo que se le abalanza encima en cuanto no lo tiene. Y no está mal que sea un dinosaurio: no debe haber mejor imagen para representar lo que ha sido extinguido por una catástrofe…
Por último, algo sobre Negan, a quien hemos visto durante los flashbacks lucir un sombrero de cowboy que no le conocíamos. ¿Será quizás su forma de rendir homenaje a Carl y Judith, con quienes tuvo tan especial vínculo? Para considerarlo…
A ver qué nos trae el próximo episodio, con el cual ya entraremos en la segunda mitad de temporada, pero hasta aquí la serie me viene gustando y mucho: ¿a ustedes?
Hasta la próxima y sean felices…