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Baldur’s Gate: Siege of Dragonspear, una expansión con el sabor de la saga clásica

Hay videojuegos que se niegan a morir. Cada poco tiempo resucitan y se cuelan en la actualidad o bien se recuerdan con una nostalgia que florece de tanto en tanto. Es el caso de Baldur’s Gate, el eterno juego de rol que marcó un antes y un después en el género y que por eso, porque se sigue jugando, ha tenido una expansión diecisiete años más tarde.

Siege of Dragonspear no era necesario, pero es la prueba de que los aficionados no se han cansado de esta saga y quieren seguir con sus aventuras en la Costa de la Espada. No es Baldur’s Gate 3 sino Baldur’s Gate 1.5, el capítulo intermedio de lo acontecido entre la primera parte y la segunda. Los hechos intermedios sobre los cuales se hicieron una elipsis para dar paso al magnífico Shadows of Amn. Acontecimientos que al principio se ignoraron por la emoción de la nueva entrega y luego, con ganas de más, muchos se preguntaban exactamente qué había pasado. Ya tenemos la respuesta.

Los chicos y chicas de Beamdog, los mismos que acertadamente dieron una vuelta de tuerca a la saga con las Enhaced Edition, han sido los responsables de este nuevo episodio en forma de expansión. Y han hecho un gran trabajo. Como también lo hicieron con estas nuevas ediciones pese a los bugs iniciales. Hoy por hoy son la mejor forma de jugar a este juego, de que las nuevas generaciones prueben ese clásico del que tanto se habla y al que tantas referencias hacen y, además, tienen más contenido en forma de personajes, zonas y misiones. (Baeloth, sin ir más lejos, es el personaje con el mejor doblaje del juego y uno de los más divertidos).

Esto sabe a clásico
Esto sabe a clásico

¿Y por qué defiendo Siege of Dragonspear? Porque se lo merece. Ha habido bugs, sí, y fallos en el multijugador nada más salir. Pero eso no hace que el juego desmerezca y que, en cuanto lo solucionen, sea lo que todos esperamos. ¿Que se han adelantado un mes o dos en el lanzamiento? Cierto es, y es algo común por desgracia en esta industria -salvo Blizzard y su famoso “saldrá pronto” o “saldrá cuando esté listo”-. Pero la esencia de esta expansión es de clásico puro.

Comenzamos en Puerta de Baldur en un magnífico prólogo con los personajes de nuestra partida anterior para luego vernos sumergidos en la trama. Y es que la ciudad está recibiendo una gran cantidad de refugiados porque una mujer misteriosa ha comenzado una cruzada para purificar toda la región. Nuestro personaje, como hijo de Bhaal, tiene un papel fundamental en esto. Y la vez oportunidad de conocerse a sí mismo así como que los que le rodean le acepten. Poco a poco vamos descubriendo de qué se trata esta guerra y esa enemiga poderosa y por el camino recuperamos a nuestros viejos amigos así como conocemos unos nuevos. Todos muy interesantes: una goblin chamán, una arquera del Puño Llameante, un Bardo muy juerguista y un clérigo-ladrón gnomo muy divertido. (Por ahora no se pueden exportar al BG2, pero si tienen éxito quizás lo adapten).

Hay tramas, subtramas, enemigos poderosos que nos harán sudar, decisiones, misterios… En definitiva todo lo que hizo grande a Baldur’s Gate. Lo malo es que para disfrutarlo del todo, como un producto 10, hay que esperar a que saquen un parche y arreglen unas cuantas opciones de diálogo y de exportar grupo. En cualquier caso merece mucho la pena y aunque prometen 25 horas de juego, si no eres un jugador rápido, muy probablemente llegues a las 30 o incluso más.

Por otra parte hacer mención a polémica en Metacritic donde han criminalizado al juego injustamente y sin piedad. En parte por los bugs, como pasó en las Enhaced Edition y luego el tiempo las puso en su justo y merecido buen lugar, pero en parte por una polémica absurda e infantil. Muchos usuarios han decidido dinamitar el juego porque un npc totalmente secundario es una persona transgénero. Y lo menciona de forma casual en una conversación que no tiene importancia absoluta para la trama. Los que odian lo políticamente correcto han decidido que Baldur’s Gate no es espacio para política social y por esos 10 segundos han decido que es insultante esta nueva entrega. Algo tan absurdo como prescindible porque no afecta en nada y porque, precisamente, este juego ya hace dos referencias con mucho cachondeo al cambio de sexo (recordemos ese cinturón maldito y Edwin como fémina).

En resumen: Baldur’s Gate Siege of Dragonspear es una gran juego. Lo mejor que han hecho beamdog hasta ahora, aunque no sepan sacar las cosas sin bugs y por eso merecen un tiron de orejas.

Miguel de Lys
Miguel de Lyshttps://mundodelys.com/
Periodista, con lo bueno y con lo malo. Amante de la historia, la actualidad, la tecnología, los videojuegos, los viajes y la música.
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