¡Saludos a todos los fanáticos del tebeo! Como cada mes, aquí está un servidor para hablar de los cómics que más están dando de qué hablar al otro lado del charco, y en este comienzo del mes de diciembre, nos toca hablar de DC y tenemos bastante de los que hablar, ya que el final de noviembre ha sido un mes muy movido en la editorial tanto en noticias como en cómics. Así que vamos a empezar con el asunto.
Como siempre, podéis consultar los anteriores cómics desde el otro lado del charco y no os olvidéis de compartir el artículo en vuestras redes sociales.
Novedades en la compañía
Noviembre ha sido un mes de tremendos altibajos para DC. Mientras que ha sido un desastre en relaciones públicas con el caso Berganza y no ha conseguido el éxito esperado en el terreno audiovisual, no se puede negar que como editorial de cómics en sí, se están tomando grandes decisiones que hacen que tenga la mejor prensa de los últimos años, por no decir lustros.
Primero de todo, tenemos el fichaje de Brian Michael Bendis por la editorial, seguramente el que ha sido el principal autor de la compañía rival, Marvel Comics. Todavía no está muy claro en qué serie va a trabajar, aunque se rumorea que cogerá las riendas del principal supergrupo de DC, la Liga de la Justicia. Aunque no todo el mundo piensa como yo, no puedo estar en contra de está decisión ya que es mejor el descompressive storytelling (no se me ocurre cómo traducir esto al castellano) que tener a guionistas de medio pelo que parecen tener cerca el despido desde el primer día que empezaron en el puesto. Dibujantes que se hacen pasar por guionistas como en la etapa actual con Bryan Hitch no ayudan a que la serie despegue y ocupe el sitio que se merece. Me recuerda mucho a la situación que se encontró Grant Morrison en los 90, pero la serie que heredó no contaba con los primeros espadas como Superman y Batman mientras que en la actualidad, desde los Nuevos 52, el equipo no ha cambiado y, en mi opinión, los personajes están todos bastante gastados. Por no hablar del Detective Marciano, perdido en la parte más oscura del entramado editorial. Tengo un fuerte presentimiento que si Bendis se ocupa de la Justice League, lo primero que va a hacer es recuperar a nuestro extraterrestre verde favorito y darle el protagonismo que se merece como miembro fundador. Eso sí, no espero que respete ningún tipo de continuidad porque no lo ha hecho en la vida, Bendis va a su rollo.
La llegada de Bendis parece ser que ha atraido a otro guionista estrella, y mi favorito de la actualidad, que es Jonathan Hickman. Se cuenta, se rumorea que DC le ha ofrecido un contrato sin exclusiva para trabajar en la compañía, y su buena relación con Bendis (quien le dió el impulso al estrellato cuando colaboraron en Secret Warriors, mucho antes de sus 4 Fantasticos y sus Vengadores) va a ser la razón fundamental de que acepte. Yo he sido muy crítico con la calidad de los guionistas en DC y estos dos movimientos claramente cubren mis expectativas.
Doomsday Clock
Pero en cuanto calidad de los cómics no se queda atrás. Primero vamos con el comienzo del evento más importante de los últimos años en DC, el enfrentamiento de Superman contra el Dr. Manhattan, DC contra Watchmen, el brillo contra la oscuridad, Doomsday Clock. Ya hemos hablado del hype que ha generado la miniserie de doce números de Geoff Johns y Gary Frank en los últimos meses y ahora ya tenemos el cómic aquí.
Y no ha dejado a nadie indiferente. Tiene todos los ingredientes para que no se pare de hablar de sus aciertos y sus fallos. Watchmen siempre ha sido un terreno delicado en cuanto al manejo editorial se refiere. Un gran éxito del noveno arte (si no el mayor) que DC ha intentado seguir desarrollando sin el apoyo de sus autores originales Alan Moore y Dave Gibbons. Primero fueron las miniseries de Before Watchmen, flashbacks de la serie original donde se tratan los personajes de forma individual. Yo no conseguí acabar ninguna de ellas. Yo no soy un gran fan de Watchmen, me parece un muy buen cómics, aunque igual demasiado pretencioso para mi gusto. Y que hizo mucho mal en el mundo de los cómics con eso de las historias oscuras y reales que tanto proliferaron con menos calidad después de la aparición de Moore y Frank Miller (muchísimo más de mi agrado por la ironía y la rabia que desprenden sus guiones).
Pero Doomsday Clock está muy bien, y nos lanza siete años en el futuro del mundo de Watchmen, contándonos cómo se desarrollaron los acontecimientos después del épico final de la miniserie original, recuperando unos cuantos personajes clásicos y añadiendo algunos nuevos, cuyas presentaciones han sido de mi agrado. El tono de Johns es similar al original aunque con una voz distinta, lo que se agradece, aunque sigue la composición de página de nueve paneles que ya desarrolló en Rebirth. Casi toda la historia se desarrolla en el mundo de Watchmen y solo en un par de páginas aparecen los personajes de DC, y casi de manera testimonial. Sabemos que es una miniserie de 12 números y este es claramente un número de introducción, aunque una introducción con un nivel de calidad tanto en guión como en dibujo que te deja con ganas de más. Si de verdad Johns tiene un gran final para la historia (como no para de repetir en las entrevistas promocionales), este evento puede ser recordado como su obra magna, por encima de Blackest Night o Forever Evil (que, preparen sus piedras para lanzarlas, nunca me parecieron para tanto).
Batman Anual #2
No me voy a detener mucho en este punto, por dos razones. Una, es un cómic que apenas acaba de salir en Estados Unidos el 29 de noviembre y que todavía no he podido leer, y dos, me gustaría tratar la serie de Tom King cuando tenga un mes con menos temas de discusión, que seguro que los habrá en breve (es imposible seguir con este ritmo de gran publicación al mes). Seguramente estas Navidades podré ponerme al día también con Superman y prepararé un artículo conjunto de las dos grandes bazas de DC.
Pero por lo menos hay que hablar del Batman Anual #2, no por el cómic en sí, sino por la expectación que creó antes de su salida. Todos los que recibieron la grapa antes de la publicación para preparar los análisis del mismo se pasaron quince días en Twitter gritando a los cuatro vientos la calidad de este one-shot que trata los primeros años de la última versión de la pareja del hombre murcielago y la mujer gato (ese “the bat and the cat” que se repite constantemente en la serie regular desde que King tomó las riendas). Y mirando por encima las reviews de las webs de cómics más importantes, casi nadie ha puntuado el cómic por debajo de excelente. Tengo muchas ganas de leerlo aunque no se muy bien como, ya que sigo la serie a ritmo de tomo, y aún no se si se incluirá este especial en alguno. Pero todo se andará.
Y aquí acaba el análisis por este mes. Ha habido tanto de lo que comentar que no hemos tocada nada del otro evento importante en DC, Metal, que está en el punto medio de la historia, con todos los batman malvados haciendo la vida imposible al resto de la liga y el Batman original perdido en el multiverso oscuro. En Enero ya estarán todas las cartas sobre la mesa y os contaré que me ha parecido.
Como siempre, podeis comentar que es lo que más os ha gustado este mes y si estais tan contentos como yo por cómo está llevando las cosas la editorial. ¡Saludos desde el otro lado del charco!
