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Crítica de Spotlight, una película necesaria y la gran sorpresa de los Oscar

En la pasada edición de los oscar una película se ha revelado como la gran sorpresa, una película que apenas figuraba en las quinielas: Spotlight, una cinta dirigida por Tom McCarthy que narra la investigación llevada a cabo por periodistas de The Boston Globe sobre los abusos sexuales a niños llevados a cabo por más de 70 sacerdotes, en diferentes parroquias de Boston y a lo largo de varias décadas.

Spotlight es una película que se inscribe dentro de lo que ya es un género cinematográfico por si mismo, el del periodismo de investigación, aquellas cintas que nos cuentan las vicisitudes de unos periodistas en su búsqueda de la verdad y en la publicación de la noticia contra viento y marea. En este caso, la historia nos traslada a la ciudad de Boston, una ciudad con una comunidad católica que lo envuelve todo, que abarca todos los aspectos de la vida y en la que, en 2001, el equipo Spotlight, cuatro periodistas del Boston Globe que trabajan durante meses dedicados a la investigación de una noticia, destapó los abusos de sacerdotes a niños y como la alta jerarquía de la Iglesia Católica, con el cardenal Bernard Lawl a la cabeza, miró hacía otro lado. Es más, no sólo miró hacia otro lado sino que estableció toda una red destinada a tapar el asunto y a silenciar a todos los implicados.

No es de extrañar que esta película haya ganado el oscar al mejor guión original y a la mejor película. Mientras todos estábamos ocupados hablando de tonterías acerca de osos violadores, esta película se ha colado por méritos propios en el palmares. Sin duda, el oscar más merecido es el de mejor guión original. Spotlight no es una película impactante visualmente, como lo pueda ser El renacido o Mad Max: furia en la carretera pero su historia es mucho mejor, más redonda, de múltiples lecturas. Spotlight no es maniqueísta ni tendenciosa, al contrario presenta los hechos de una forma terriblemente natural y por eso tampoco es una película agradable. Es intensa, compleja, en ocasiones hasta difícil de seguir y requiere toda la atención del espectador para no perderse en la maraña de nombres, datos y fechas que manejan los protagonistas.

El equipo Spotlight: Michael Keaton, Mark Ruffalo, Raquel McAdams y Bryan D'Arcy James, con Liv Schreiber y John Slattery
El equipo Spotlight: Michael Keaton, Mark Ruffalo, Rachel McAdams y Bryan D’Arcy James, con Liv Schreiber y John Slattery

De esos protagonistas, hay que destacar a tres actores y sus respectivos personajes. Por un lado, Mark Ruffalo, que encarna al reportero Mike Rezendes, un tipo totalmente entregado a su trabajo y que cree en lo que hace, en marcar la diferencia a través de las páginas de un periódico. Suya es la mejor escena de la cinta, cuando se enfrenta a Walter Robinson, jefe del equipo, en el momento en que este decide posponer la publicación de la noticia.

Walter Robinson es encarnado por Michael Keaton, el otro actor / personaje a tener en cuenta, el periodista que lidera la investigación pero que se da cuenta de que ha llegado tarde, de que todo pasaba a su alrededor y él no se dio cuenta o no supo verlo y que ahora quiere hacerlo bien, no importa lo que tarden. Sobre Keaton y sobre Ruffalo descansa gran parte de del peso de la historia pero podemos añadir un tercero que quizás sea la mayor sorpresa de la cinta por cuanto compone un personaje muy contenido. Me refiero a Liv Schreiber, que encarna a Marty Baron, el director recién llegado que decide que deben investigar el asunto y que cree que es su obligación publicarlo, a pesar de que más del 50% de sus lectores son católicos.

Spotlight es, como he dicho en el título, una película necesaria. Necesaria porque es necesario dar a conocer estos hechos, recordarlos y que no queden enterrados. Es vergonzoso que algo así pueda pasar y que haya gente que mire hacia otro lado y que incluso lo justifique. En ese aspecto es fundamental la escena en que uno de los párrocos admite los abusos pero les quita importancia porque, según él, no hubo violación sino tan sólo juegos y toqueteos. Una escena que da más ganas de vomitar que cualquiera de las de El renacido, un tipo de cine muy diferente del de Spotlight, lo que no quiere decir ni mejor ni peor. Tan sólo diferente.

Supongo que esa pregunta ronda en la cabeza de muchos: ¿es mejor Spotlight que el resto de sus competidoras? ¿merece ganar el oscar? Respuesta: ¿importa? Es otro tipo de cine, más centrado en lo que cuenta que en como lo cuenta, porque en ese aspecto es muy correcta aunque también muy de manual. No hay sorpresas en la narración ni en la puesta en escena, que es muy convencional. Aún así merece la pena no sólo por la historia sino por la interpretación de los actores, fundamental en este tipo de película.

Michael Keaton y Rachel McAdams
Michael Keaton y Rachel McAdams

Spotlight es una película necesaria pero también llega algo tarde. Quiero pensar que en 1976, cuando se estreno Todos los hombres del presidente, la gente salía del cine indignada porque lo que le habían contado era injusto y vergonzoso y creían firmemente en el poder de la prensa para cambiar las cosas, creían que si se sabían las injusticias y se publicaban en la prensa, alguien haría algo y el sistema se tambalearía. En una sociedad como la nuestra, en la que aparecen cada vez más casos de abusos a menores por parte de aquellos que deberían ser de total confianza, estamos curados de espanto. No es que seamos escépticos es que sabemos que por mucho que publique la prensa, el sistema no se  altera. Todo sigue igual. El cinismo y la poca vergüenza de los poderosos, que lo niegan todo y hablan de intereses creados contra ellos, les permite aguantar en el poder. Un saludo e intentad ser felices.

Pedro Pérez S.
Pedro Pérez S.
Aficionado también al cine, las series de televisión, la literatura fantástica y de ciencia ficción, a la comida, la cerveza y a todas las pequeñas cosas que nos hacen felices.
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3 COMENTARIOS

  1. Justo ese me pareció el fallo, centrarse en contar y contar, sin darle el toque especial de contarlo de forma que entusiasme, es una película que no transmite nada y no hace sentir nada, solo el tema que trata, que es obvio que es la única razón por la que ganó el Oscar, el tema.La película tiene un as bajo la manga que la hace mejor, los actores.No solo Ruffalo lo clava en su papel, si no que los demás lo hacen con una naturalidad que le da más realismo y seriedad, aunque en exceso, hace que la película se vea como un documental, y es lo que no me agrada, podría haber sido la mejor del siglo, o de las mejores, pero no creo que este a la altura de películas como 12 años de esclavitud(la forma perfecta de contar una historia) o Million Dollar Baby

    • Hola Pablo. Si por “el toque especial de contarlo de forma que entusiasme” te refieres a una forma de contar las historia más impactante visualmente no se si hubiese sido una buena opción. Hay veces en que la forma se impone al fondo, que es lo mismo que aquello de que los árboles no dejan ver el bosque. Creo que los implicados en Spotlight tenían claro que la historia era lo primero y no querían desviar la atención hacia la forma de contarlo. Te refieres a Million Dollar Baby y es otro ejemplo de sobriedad en el estilo a la hora de contar una historia. Un saludo y gracias por el comentario.

      • No, desde luego que no me refiero visualmente, sé que eso no sería lo adecuado, pero parece que no logra meterme ni emocionarme tratando un tema tan delicado, no se, aún así, sigue siendo una buena película. Un saludo.

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