Bienvenidos un sábado más a la sección de los amantes del cómic. Bienvenidos a El cómic de la semana. Hoy reseñamos Estela Plateada: Réquiem. Al final del artículo tendréis la portada y el enlace.
Panini Cómics ha decidido reeditar una de las mejores obras de un personaje mítico como Estela Plateada, por eso nos llega una nueva edición en tamaño gigante (25.5X35.5) de la magnífica Estela Plateada: Réquiem. Es importante resaltar el aumento de tamaño ya que uno de los ganchos de la obra es el espectacular dibujo de Esad Ribic, un arte que de esta manera luce en todo su esplendor.
El guion corre a cargo de otra gran estrella del mundo del cómic como es Joseph Michael Straczynski, un autor con un largo bagaje que ha brillado sobre todo tratando temas cercanos a la ciencia ficción, así que viene como anillo al dedo a un personaje como Estela Plateada.
La mezcla de poder, majestuosidad, nobleza y tragedia que siempre han acompañado a Estela plateada hacen de él un personaje muy atrayente, que, aunque nunca ha tenido el éxito de cara en cuanto a colecciones regulares, siempre ha estado en corazón de los aficionados. Todas esas características lo hacen ideal para la historia que Straczynski nos quiere contar. Su idea es responder a una simple pregunta ¿Cómo mueren los héroes? Se podría suponer, que, dado su trabajo, morirán en el campo de batalla, en un gran enfrentamiento contra su némesis salvado vidas. Pero tal y como nos enseñó Jim Starlin en La Muerte del Capitán Marvel (obra con la que la que nos ocupa tiene algunos puntos en común), esto no siempre es así.
Y es que en Estela Plateada: Requiem vemos como Norrin Radd llega a la Tierra para ver a uno de los poco humanos a los que puede considerar amigo: Reed Richards. Le confiesa que se está muriendo de una extraña enfermedad y el líder de los 4 Fantásticos se pone manos a la obra para hacerle mil pruebas en busca de una cura, acudiendo a cuantos héroes Marvel puede para que le ayuden en su tarea. Pero todo esta perdido, no hay nada que hacer y ese “cáncer espacial” matará a Estela si o sí.
Straczynski se vale de un ritmo tranquilo y pausado para mostrarnos como afecta al personaje su muerte segura. Estela lo acepta tal y como viene, está en su naturaleza, y al menos tendrá tiempo de despedirse de algunas personas y la vez acercar lazos con otros antes de su partida. Por el tomo pasan Spiderman, en una visita que engrandece la humanidad de Norrin Radd al hacer un regalo a la humanidad, o el Doctor Extraño, viejo amigo del Surfista y que acude para despedirse.
Pero la mente de Estela está en su mundo natal, donde quiere viajar para despedirse de su amada Shalla Ball, aunque antes de llegar se verá envuelto en una guerra interestelar entre dos religiones que quieren imponerse la una sobre la otra. Si en las páginas anteriores Straczynski brilla sobremanera mostrando los sentimientos de los personajes aquí patina un poco. No a la hora de mostrar las tonterías que subyacen dentro de cada religión, sino a la hora de presentar una resolución que se antoja un poco vacua y facilona.
Una vez solucionado ese problema nuestro protagonista llega a Zenn-la, su planeta natal, donde se reúne con su amada y Straczynski vuelve a tomar el pulso a la historia a la hora de mostrar el respeto de los habitantes de Zenn-la hacía el que fue su salvador en su hora final. Estas páginas son realmente emotivas, trasladando los diálogos todas las emociones de los personajes, hasta la llegada de un Galactus que no podía faltar en esta última historia de Estela Plateada.
El dibujo de Estela Plateada: Réquiem
Pero si el guion de Straczynski es una maravilla, que se puede decir del dibujo de Ribic. Estela Plateada nunca había lucido tan majestuoso y trágico a la vez. Parece mentira que un artista que se caracteriza por su trazo realista haga un trabajo tan bueno en un relato de ciencia ficción. Su trazo es espectacular y logra en todo momento trasmitir las emociones de los personajes, algo fundamental en una historia tan emotiva como esta. Además, el hecho de que esta edición sea más grande hace que se pueda disfrutar de cada detalle de un arte que en muchas ocasiones dan ganas de enmarcar.
En resumen, Grandes Tesoros Marvel. Estela Plateada: Réquiem nos presenta la edición definitiva de una de las mejores historias del personaje, la última que vivirá (si, ya sabemos que esto realmente no es así, pero ya me entendéis) y un profundo homenaje a todo lo que significa. Con el añadido de tener un arte que luce espectacular y que eleva la obra a un nivel estratosférico.
Sin más os dejo a continuación enlace a Panini Cómics y justo debajo la portada del tomo en España
