Muy buenas. En esta ocasión os traigo la reseña de El Conde, una obra que adapta pero de forma actualizada llevándolo al futuro, una de mis novelas favoritas, El Conde de Montecristo de Alejandro Dumas.
De la misma se encarga en el guion y dibujo Ibrahim Moustafa, con Brad Simpson al color y Hassan Otsmane-Elhaou en la rotulación.
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Actualizando a Alejandro Dumas y El Conde de Montecristo
El nominado a los Premios Eisner, Moustafa, se ha atrevido con todo un clásico, quizás la mejor novela de Alejandro Dumas y la ha adaptado llevándola al futuro pero de una forma muy reconocible para el lector. No os voy a contar de que va El Conde de Montecristo porque espero que la hayáis leído o estéis por hacerlo. Como decía se reconoce la inspiración de esta novela gráfica al instante.
Tenemos a nuestro protagonista, Redxan Samud, primer oficial de una nave que acabará capitaneando tras salvar a la misma y demostrar que el anterior capitán, el alcohólico Kaster, no era el más indicado. El ascenso de Samud le llevará a poder casarse con Meris, la sobrina del Señor Murl, lo que provocará la ira del hijo del naviero Murl, Onaxis que ansiaba casarse con su propia prima y ahora la ve alejarse.
A partir de aquí se forma el complot para traicionar a Samud que víctima del ardid dará con sus huesos en la cárcel, alejado de lo que más quiere.
A los fans de la obra original les sonará bastante lo contado hasta ahora. Amor y traición. ¿Y qué es lo que le sigue? La venganza. Samud escapará de la cárcel y tendrá un único objetivo, vengarse de quienes le dejaron sin nada. Y hasta aquí puedo contaros para no spoilearos más de lo necesario.
Ciencia Ficción muy reconocible
Uno de los grandes aciertos de Moustafa es reinventar la novela llevándola al futuro. El cariño hacia el material original se palpa porque la reconocemos, entre otras cosas por el personaje protagonista Redxan Samud quien si se mirase al espejo vería reflejado el rostro de Edmond Dantès.
Otro acierto al menos para mí es que crea un mundo imaginario reconocible, donde veremos elementos que ya hemos visto por ejemplo en Star Wars pero muy bien colocados. Así tendremos contrabandistas, un régimen dictatorial, una resistencia organizada en las sombras contra dicho régimen y hasta sables láser, eso por no hablar de los robots parlanchines.
Guion y apartado gráfico
Moustafa con Simpson al color crea un cómic muy dinámico. Pese a que no ha cumplido aun los cuarenta Moustafa ya es un todoterreno y se ha curtido en las principales editoriales americanas, Marvel, DC, IDW, Dark House, BOOM!, Valiant y Dynamite. Así no es de extrañar que como autor completo la obra se fortalezca, destacando sobre todo las escenas de acción que resultan bastante conseguidas.
La edición de cARTEm
La verdad es que cARTEm es de mis editoriales favoritas en cuanto a edición. En el caso que nos ocupa, El Conde está encuadernado en cartoné, en un formato grande de 19×29,7 cm y una longitud de 140 páginas, con traducción de Víctor García de Isusi. Además cuenta con algunos extras como bocetos, diseños de personajes y de lugares y una reseña de los autores.
Consideraciones finales
Estamos ante una libre adaptación de El Conde de Montecristo, si bien es bastante reconocible, Ibrahim Moustafa la lleva a su terreno dotándola de personalidad propia. El Conde cuenta con situaciones espectaculares y momentos trágicos que se ven apoyados por un buen acabado artístico. Sin duda una lectura bastante recomendable.
Falsamente acusado y encarcelado, Redxan Samud escapa de una colonia carcelaria flotante con sed de venganza. Un compañero agonizante le lega un mapa hacia un tesoro inmenso. Samud planea ajusticiar a sus conspiradores, creando una versión futurista de “El Conde de Montecristo”.
Autor: Ibrahim Moustafa, Brad Simpson y Hassan Otsmane-Elhaou.
Traductor: Víctor García de Isusi.
Medidas: 19 x 29,7 cm.
140 páginas.
ISBN: 978-84-126401-5-1.
Un saludo y sed felices.
