El western nunca muere. Estable dentro de su fase terminal, el género cinematográfico por excelencia sigue exhalando últimos alientos en forma de grandes películas que dan esperanzas a los que amamos las “películas de indios y vaqueros” porque, al fin y al cabo, amamos las películas.
Probablemente, el gran western de 2019 haya sido Los hermanos Sister, premiada en el festival de Venecia de 2018 al mejor director.
1850.Los hermanos Charlie y Eli Sisters viven en un mundo salvaje y hostil, enplena fiebre del oro. Tienen las manos manchadas de sangre, tanto de criminales como de personas inocentes. No tienen escrúpulos a la hora de matar. Es su trabajo. Charlie (Joaquin Phoenix), el hermano pequeño, nació para matar. Eli (John C. Reilly), sin embargo, sueña con llevar una vida normal. Ambos son contratados por el Comodoro para encontrar y matar a Hermann Kermit Warm (Riz Ahmed), un buscador de oro. De Oregón a California arranca una caza despiadada, un viaje que pondrá a prueba el demencial vínculo entre los dos hermanos.
Los hermanos Sister es un western profundamente clásico, pese a estar dirigida por un francés aficionado a la mezcla de géneros. Hablamos de Jacques Audiard, director de, entre otras, Un profeta, brillante mezcla de cine carcelario y de mafiosos.
Cuando digo profundamente clásico me refiero a que el conflicto que vemos, al menos en superficie, es el que se ha paseado por varias de las películas más grandes del género: el conflicto entre civilización y barbarie. Por un lado, los hermanos Sister representan el salvaje Oeste, un lugar donde poder desatar la amoralidad sin temor a ser detenido. Un lugar de libertad bien o mal entendida, según se mire. Por otro lado, John Morris y Hermann Kermit Warm representan los esfuerzos por intentar avanzar y transformar ese mundo anárquico en una sociedad civilizada regida por la ley y la democracia.
Sin embargo, el conflicto principal que subyace bajo la odisea de estas dos parejas es el que ocurre entre los dos hermanos Sister. Entre el que quiere dejarlo y el que solo vive para matar. Por algo la película se llama los hermanos Sister y no La fórmula mágica del oro. Quien haya visto la película me entenderá.
En este sentido, Audiard juega continuamente con nuestras expectativas. Muestras a personajes complejos en su ambivalencia. No es, estrictamente, una historia de malos y buenos. Porque hasta los malos echan de menos poder acurrucarse junto a su madre y los buenos van a disparar sin temblar el pulso a aquellos que quieran atacarles. Y, malos o buenos, los hermanos siempre son hermanos y van a cuidar el uno del otro. En este caso, es uno de los dos el que acompaña al otro, el que deja que se caiga pero está a su lado para acompañarlo de vuelta al camino correcto.
Pregunta obligada en un western. ¿Los hermanos Sister es violenta? Pues sí, pero no en el sentido que esperaríamos. La violencia se masca en los diálogos. De hecho, las escenas más violentas corresponden a las discusiones entre los dos hermanos o a la tensión entre Charlie (Phoenix) y Morris (Gyllenhaal).
¿Significa esto que no hay tiroteos? Los hay, pero son confusos y realistas. Desconcertantes. Lo mismo nos muestra un tiroteo nocturno cuya única luz son los fogonazos del revólver que directamente, solo lo escuchamos.
La película está sostenida por cuatro intérpretes de primer nivel. Joaquin Phoenix, el niño bonito de la crítica. El Joker. John C. Reilly, el actor cómico que borda papeles dramáticos. Jake Gyllenhaal, uno de los intérpretes más prestigiosos de Estados Unidos. Riz Ahmed, el villano de Venom y el magnífico protagonista de The night of. Todos están magníficos en sus respectivos papeles.
En definitiva, Los hermanos Sister es un western clásico, con todo lo que ello conlleva: grandes paisajes, gran banda sonora, viajes a caballo, interpretaciones de lujo, tiroteos, camaradería… pero que sorprende por lo inesperado de los vaivenes de su trama, por el abordaje de la relación fraternal entre dos cazarrecompensas y por mostrar la violencia externa fuera de plano y la interna abierta en canal. Porque es una historia de personajes, no de situaciones.
Un saludo y sed felices!
Nos leemos en Las cosas que nos hacen felices!.
Buenas, hace tiempo que salió, creí que ya no la iban a mencionar, a mi me encanto la película, así como la otra que mencionas, Un Profeta, todos sabemos que John C. Reilly es un actor más que solvente que no sólo vale para comedias y en esta película lo demuestra, así como el resto del reparto, es increíble que en Francia nos dieran el mejor western de ese año y de obligado visionado para cualquier amante del genero que incluye de todo (la búsqueda de oro, pistoleros, el hombre malvado que dirige todo, la llegada del siglo XX con la buenísima escena de los dos hermanos en el hotel, etc.) incluido momentos de humor, cuando van a matar al jefe y con lo que se encuentran es una buenísima escena. Si te gusta el genero la disfrutaras sin duda.
Totalmente de acuerdo. Muchas gracias por tu comentario!
Hola, Fernando
¡Muy interesante! Me perdí esta película y, con lo que amo el western, no sé por qué. Habiendo leído tu análisis sólo quiero verla: la mezcla de este género con elementos de comedia negra suena atractiva y original. Y con respecto a los franceses y el western… no olvidemos a Lucky Luke!
Estuve investigando un poco acerca de este filme y me encuentro con que tuvo muy buena crítica pero no le fue tan bien en la taquilla. Una pena…
Prometo verla a la primera oportunidad. Muchas gracias por tu artículo!
Pese a su producción francesa, es una película profundamente deudora del clasicismo estadounidense…pero jugando con las expectativas del espectador, riéndose, por ejemplo, del típico tiroteo final de cada largometraje.