Llora el mundo “trekkie”. A los ochenta y nueve años, nos dejó Nichelle Nichols que, con su entrañable personaje de la teniente Uhura, derribó en los años sesenta las barreras de estereotipo y género en la TV.
Hoy puede ser algo normal, pero en los sesenta no era habitual ver en una serie televisiva a una mujer con un papel de importancia y mucho menos afroamericana. Nichelle Nichols, quien nos dejó este fin de semana, representó precisamente un quiebre para la TV norteamericana y la cultura en general.
Había nacido un 28 de diciembre de 1932 en Robins, Illinois y sus inicios tuvieron que ver con Broadway, pero también y fundamentalmente con la canción, al punto de haber sido cantante de las bandas de glorias como Duke Ellington o Lionel Hampton, con quienes inclusive giró por Estados Unidos, Canadá y varios países de Europa.
Pero fue su audición para Gene Roddenberry la que cambió definitivamente su carrera y la instaló en la cultura masiva. Es sabido que el productor debió vencer resistencias de ejecutivos para incluirla tanto a ella como a otros miembros en la serie original de Star Trek porque su idea, justamente, era que la tripulación tuviera una composición multirracial y no solo blanca o estadounidense. Era la humanidad saliendo hacia el cosmos, no los Estados Unidos.
Nichelle encajó perfectamente en ese proyecto: fue una de las primeras mujeres afroamericanas con un papel importante en series televisivas pero, además, impactó fuertemente al tener su personaje una posición jerárquica en la ficción. Whoopi Goldberg, quien la admiraba de niña, cuenta que llamó alborozada a su familia para ver la TV porque había “una mujer negra y no era criada”.
La teniente Uhura se convirtió en uno de los personajes más queribles e identificables para los seguidores de la serie y, en general, para todo el mundo trekkie de allí en más. Estuvo a punto de abandonar tras la primera temporada, pero fue nada menos que Martin Luther King quien la convenció de no hacerlo por constituir, según sus palabras, un ejemplo para otras mujeres y para la comunidad afroamericana.
Interpretó, por lo tanto, al personaje durante las tres temporadas de la serie original y lo haría asimismo en las seis películas que reunirían más tarde a la tripulación, además de ser su voz para la serie animada de los setenta. El nombre Nyota Uhura, por otra parte, no estaba elegido al azar: en lengua suajili, Uhura significa precisamente libertad, que era el concepto que se buscaba transmitir a partir de su imagen.
Ocupaba dentro de la Enterprise el lugar de oficial de comunicaciones y era muy conocedora de idiomas, faceta del personaje profundizada recientemente en la serie Star Trek: Strange New Worlds (aquí los análisis de un servidor), donde es interpretada en su juventud por Celia Rose Gooding. También es bueno recordar que el personaje ha sido encarnado por Zoe Saldaña en las películas de J.J. Abrams.
Protagonizó además el primer beso interracial en la historia de las ficciones televisivas norteamericanas: el antecedente más directo, el beso entre Sammy Davis Jr. y Nancy Sinatra, había ocurrido durante una emisión en vivo. También había algún antecedente en una serie británica, pero en los conservadores Estados Unidos de esos años, una escena como esa era llamar al revuelo.
En el episodio, intitulado Los Hijastros de Platón (décimo de la tercera temporada) se besa, en efecto con el capitán Kirk (William Shatner) estando ambos sometidos a control mental. La escena causó preocupación en NBC y hubo emisoras del sur que se negaron a emitir la entrega, pero derribó unas cuantas barreras mentales y preconceptos en un momento en que la inclusión era verdadera transgresión y tenía contenido, en lugar de ser moda banal forzada.
Fue ejemplo para muchos: la antes mencionada Whoopi Goldberg remarcó lo mucho que influyó en su carrera y, de hecho, terminó interpretando a la atemporal Guinan en Star Trek: The Next Generation. Y no solo en la actuación: también formó parte de programas de la NASA para sumar a mujeres o minorías étnicas. Sally Ride, primera mujer astronauta en la historia de los Estados Unidos, o Guion Bluford, primer astronauta afroamericano, mencionaron lo importante que fue en ellos para decidir su futuro.
Participó, de hecho en programas espaciales como el observatorio de astronomía C-141 que, a gran altitud, analizó durante ocho horas las atmósferas de Marte y Saturno. Y fue invitada especial para presenciar en privilegiada primera fila el descenso de la sonda Viking I sobre la superficie de Marte.
Y quizás muchos nunca la hayan oído cantar el tema principal de Star Trek (sí, con letra). Se los dejo…
“Anoche mi madre, Nichelle Nichols, sucumbió a causas naturales y falleció – expresó su hijo Kyle Johnson al dar a conocer la triste noticia –. Sin embargo, su luz, como las galaxias antiguas que ahora se ven por primera vez, permanecerá para que nosotros y las generaciones futuras disfrutemos, aprendamos y nos inspiremos. La suya fue una vida bien vivida y como tal un modelo para todos nosotros”, cerró acompañando con una imagen de un ramo de rosas sobre su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
Y vaya si lo fue. La teniente Uhura es ya parte de nuestra familia, lo mismo que Leonard Nimoy, DeForest Kelley y James Doohan, de quienes sería una gran mentira decir que ya no están entre nosotros.
Gracias por todo y por tanto, Nichelle. Larga vida y prosperidad, teniente Uhura…