Flash es uno de los personajes más fascinantes del Universo DC. De moda ahora gracias a sus serie de televisión (analizada en el blog por mi compañero Carlos Maria), la editorial ECC Cómics recupera en el tomo Flash: Rumbo a Flashpoint los doce números – más el especial The Flash: Secret Files and Origins – que antecedieron al evento Flashpoint, que a su vez dio lugar a lo que se conoció como Los nuevos 52.
En estos doce números se nos presenta el regreso de Barry Allen, que murió en las Crisis en Tierras Infinitas de Marv Wolffman y George Pérez y que tras pasarse más de 20 años muerto (en tiempo real, por supuesto; en tiempo DC apenas fueron unos añitos) regreso a la vida por obra y gracia de Grant Morrison en Crisis Final. Con la excusa de que había pasado un tiempo en protección de testigos, Barry recupera su trabajo como analista forense en el departamento de policía de Central City, su matrimonio con Iris y su uniforme de Flash. Pero el tiempo no pasa en balde y ahora debe enfrentarse a nuevas políticas policiales, a unos renovados villanos y a un peligro que amenaza con romper todo el continuo espacio-tiempo del Universo DC.
El guión de Flash: Rumbo a Flashpoint corre a cargo de uno de los mejores escritores que se han ocupado del personaje, Geoff Johns, el artífice detrás de todo el Universo DC de los últimos años, con permiso de Grant Morrison. Johns estructura el tomo en historias que se plantean como casos policiales. Así, los primeros números conforman el Caso 1: La infame muerte de los villanos, en el que encontramos a la galería de villanos de Flash al completo y a su versión de un ¿futuro alternativo?. Los últimos números forman el Caso 2: Rumbo a Flashpoint, con el regreso del peor enemigo de Flash y la aparición de un misterioso motorista que intenta prevenir la ruptura del tiempo tal y como lo conocen nuestros protagonistas. Entremedias, dos números centrados exclusivamente en sendos villanos, en la línea de los Archivos de Los Villanos que Geoff Johns intercalaba entre saga y saga durante la que fue una de las mejores etapas del personaje y que se convirtieron en una seña de identidad de la serie.
El dibujo se lo reparten Francis Manapul y Scott Kolins, que ya se ocupó del personaje en la etapa de Johns, aunque cuesta reconocerle sin esas líneas tan marcadas, sin ese entintado de línea gruesa que daba volumen a todo lo que dibujaba. Sin duda, eso es consecuencia del coloreado de Brian Buscellato, que se ocupará del personaje junto a Manapul tras Flashpoint.
Si bien Flash: Rumbo a Flashpoint puede parecer un tomo de transición entre etapas o incluso un tomo intrascendente, nada hay más lejos de la realidad. Dejando al margen que se trata de una historia muy entretenida y muy bien narrada, lo que favorece una lectura muy ágil sin llegar a ser morosos en lo que cuentan, hay que tener en cuenta varias cosas. En primer lugar, el tomo conlleva el regreso oficial de Barry Allen a su serie regular, aunque luego acabasen resultando 12 números por el evento editorial que sucedió después. Eso conlleva a su vez la recuperación de elementos que serán aprovechados por la serie de televisión: personajes como Patty Spivot, la vuelta al trabajo policial, los viajes en el tiempo e incluso la cafetería Jitters (Gitters en el cómic) y por supuesto Los Villanos (The Rogues) que se han vuelto tan imprescindibles como el propio Flash. Por otro lado también tenemos las pistas que anuncian lo que será Flashpoint: el espejo que se rompe y lo que Barry ve en él, que se relaciona con el villano que causará Flashpoint, las 52 tierras y la Tierra que las sustenta a todas, etc.
Geoff Johns parece que sabe que demonios hacer con Barry Allen. Sin venir muy a cuento, Grant Morrison se lo trajo de vuelta en Crisis Final y se lo dejó al siguiente que pasara por allí, que se encontraría con un personaje prácticamente desconocido para las generaciones de lectores que se subieron al carro tras su muerte y que no sentían ninguna afinidad con él. Encima tendría que competir con el que para muchos era el mejor Flash habido y por haber: Wally West, personaje que gozó de etapas memorables y que supo recoger el testigo de su antecesor. Quizás por eso Barry Allen fue de aquí para allá hasta que Johns puso las cosas en su sitio en Flash: Renacimiento (un tomo imprescindible) y a continuación se hizo cargo de estos 12 números.
Flash: Rumbo a Flashpoint, aparte del regreso de Scott Kolins, supuso la primera toma de contacto con el personaje para Francis Manapul y Brian Buscellato, que se ocuparían de la serie en solitario tras Flashpoint. Estos dos artistas ofrecieron una gran aportación en el apartado gráfico, destacando las soluciones narrativas de Manapul a la hora de representar la supervelocidad de Flash pero sobretodo por el coloreado digital que lleva a cabo Buscellato, que a veces parece que aplica el color directamente sobre los lápices. La verdad, hay que fijarse detenidamente para ver el entintado y aún así me surgen dudas de si existió. Estos elementos, que eclosionaran en los números posteriores al evento Flashpoint, empiezan a surgir en este tomo.
Flash: Rumbo a Flashpoint debe leerse a continuación del tomo Flash: Renacimiento y justo antes de Flashpoint y resulta imprescindible para todos los aficionados a Flash y para entender mejor a Barry Allen, un personaje que ahora parece el único y definitivo Flash pero que, por lo menos en cómic, resultaba para muchos de nosotros una auténtica leyenda. Un saludo y sed felices.
Para mi que la vuelta de Barry fue a petición expresa de Johns, Morrison acató la orden de la editorial cuando se impuso esta idea. Ya había traído a Hal Jordan , ahora trajo a Barry. Pero no fue lo mismo. Hal siempre estuvo al acecho de Kyle Rayner, como Parallax, como el Spectre, amagaba con volver a la vida en cualquier momento. En cambio la muerte de Barry parecía definitiva. El gran damnificado fue Wally West, el Flash de toda una generación, que fue lanzado al basurero para dar cabida a Barry.
Gracias por comentar, de verdad, de corazón. Con el día que llevo es un placer comentar algo sobre cómics. A mi, que crecí con Wally West como Flash, me resultó muy triste que volviese Barry Allen y lo arrinconasen. No se lo merecía. Se había ganado el uniforme a pulso pero bueno, hay lo que hay. Por lo menos Geoff Johns, que es un grande, ha hecho algo con él. Como ideólogo del Universo DC, Johns no tiene precio. Su Flash con Wally West fue la hostia. Un saludo y otra vez gracias por el comentario.
Buenas a todos.
Sin duda el regreso de B. Allen puede ser la piedra filosofal de la colección. Sin haberlo leído. Me centro en un dibujo que me ha recordado a algunas etapas de Pascual Ferry.
Personalmente prefiero un estilo más…”afilado”,y oscuro. Pero hoy en día parece que el colorido y el “charolismo”, vuelven a ser tendencia. Incluso para los súper héroes. No obstante parece que puede ser una coleccion interesante.
Gracias por pasarte por aquí. Es verdad que recuerda a Pascual Ferry en algunas etapas, sobre todo por lo que respecta a la aplicación del color. Ferry se destapó con el uso del color digital en la miniserie de “Adam Strange” y el Flash de Manapul y Buscellato recuerda mucho esa etapa. Y creo que Flash siempre ha sido “colorido” y “charolista”. Es un personaje muy luminoso, muy positivo y eso se ve en sus historias. Incluso su galería de villanos no resulta tan oscura como la de Batman, por ejemplo, donde muchos están muy mal de la cabeza. Los de Flash muchas veces no son más que ladrones disfrazados con armas fantásticas, con un peculiar código de honor.
Un saludo.
Buenas a todos. Un placer pasarse. Como siempre.
Cierto es que Flash es el mas colorista de DC. Últimamente y gracias a la televisión, mas que nunca. (Habro paréntesis para comentar que la nueva serie, no me entusiasma. No digo que sea mala. Pero estos productos indicados para generaciones mas juveniles, no son de mi agrado. El nuevo Spiderman al saco también).
Personalmente me quedo con la fabulosa etapa (a los lápices): Wieringo, Pacheco, Larroca y Jiménez. Un Flash con ese rojo carmesí sangre tenía una apariencia brutal. Hay otras epocas, admiradas por mi parte teniendo en cuenta siempre a Carmine Infantino.
Se me ha colado una H. Cosas del móvil y una infancia difícil.
Saludos a todos, nos leemos.
Yo no concibo otro Flash que no sea Barry. Nunca me gustó Wally para el papel. Siempre lo ví como Kid Flash. Un segundón. Por muy buena que fuese la etapa de jOHNS al frente.