Reseña de Las Torres de Bois-Mauri nº 1. Una historia épica y familiar ambientada en la Edad Media

Introducción

Planeta Cómic ha comenzado a publicar Las Torres de Bois-Mauri. Proyecto del autor belga Hermann Huppen que la editorial española describe como Una historia épica y familiar ambientada en la Edad Media. Hermann Huppen se dio a conocer, junto al guionista Greg, en los álbumes de Bernard Prince y Comanche. Pero, probablemente, cuando adquirió más fama fue con sus trabajos en solitario, cómics como Jeremiah y el que nos ocupa, Las torres de Bois-Mauri. Trabajos que, entre otros, le valieron, en 2017, el Grand Prix d’Angoulême por toda su prolífica y exitosa carrera.

En el caso de Las torres de Bois-Mauri, de 10 Álbumes, ha recibido un premio y tres nominaciones. El Premio Haxtur en la categoría de “Mejor Historia larga” en 1992. Año en que también estuvo nominada a los Haxtur en la categoría de “Mejor Portada”. Nominación que repetiría en 1999, junto a la de “Mejor Dibujo” por “Las torres de Bois-Maury #9 y #10.

Estamos pues tante un cómic europeo, de ambientación histórica, muy bien valorada por la crítica, que ya había sido publicada en España por Norma Editorial. Tras hacerse con los derechos de la misma, Planeta ha comenzado a sacarla en formato de lujo, el llamado Integral, en el que se recopilan varios Álbumes de la colección más un interesante artículo de Ervin Rustemagic, el editor europeo de la serie.

Babette, Eloïse de Montgrí y Germán

Este primer Integral contiene los tres primeros álbumes de la serie, cuyo comienzo data de 1984. Se trata de Babette, Eloïse de Montgrí y Germán, los cuales constituyen parte del primer ciclo de esta obra.

En Babette se presenta a los que serán los protagonistas de esta saga y algunos secundarios interesantes. Así, por ejemplo, tenemos  a la campesina del mismo nombre del Álbum, Babette, al caballero sin tierra Aymar de Bois-Mauri, su escudero Oliver y German. German es un albañil, que trabaja en la construcción de catedrales. Su amor por Babette le conducirá a una situación en la que se verá privado de su trabajo, degenerando primero en mendigo y luego en ladrón, por pura necesidad y en contra de todo su ser.

El segundo álbum se abre con el asalto de una fortaleza, en el país de Caulx, por unos salteadores, comandados por un siniestro líder, que oculta su rostro con una máscara de macho cabrío. Este misterioso personaje parece empeñado en atacar los dominios de los grandes señores, recurriendo a la destrucción y al pillaje en sus tierras.

La casualidad hará que el caballero Aymar de Bois-Mauri se encuentre con el último señor de Caulx, Basiele de Caulx, y juntos enfrenten a esta horda. A ellos se les unirán a inesperados aliados, como la guerrera Eloïse de Montgrí, la cual da nombre a este segundo álbum. Eloïse de Montgrí viene persiguiendo al líder de los salteadores desde Cataluña para vengarse de él por unos acontecimientos pasados, de los que no se habla demasiado.

El tomo se cierra con un tercer álbum, que tiene como título el nombre de nuestro pobre Germán. En él Aymar de Bois-Mauri y Oliver acompañan y protegen a un mercader y a su esposa, que están peregrinando a Santiago de Compostela. Al mismo tiempo, la banda de Germán lleva a cabo un robo en un convento. La cosa se complica cuando descubrimos que otra banda busca obtener los mismos objetos sagrados que ellos. Al final no saldrá nada bueno del inevitable enfrentamiento entre bandas.

De los personajes citados, probablemente sea Germán el que mejor ejemplifica la situación del pueblo en la Edad Media. Marginado por las circunstancias y los poderosos, nobles y clérigos, e incapaz de librarse de un destino que se le anuncia trágico.

Además de Germán, Aymar de Bois-Mauri y Oliver son las dos constantes de esta saga y sus aventuras no son más que tropiezos en el camino de su objetivo principal: Recuperar las tierras y el castillo de Aymar, las cuales le fueron arrebatadas en su infancia. Si bien no se profundiza demasiado a este respecto, lo mínimo para que sepamos de las intenciones de los protagonistas, cuyas aventuras transitan por tierras del sudoeste francés y por el Camino de Santiago.

Valoración

La construcción de Las Torres de Bois-Mauri es la excusa argumental de Hermann Huppen para mostrarnos las vivencias de las gentes de la Edad Media, a través de una saga familiar, en una época en la que asistimos a las construcciones de catedrales, al amor cortesano y a la caballería. Se nos muestran situaciones propias de esa sociedad medieval, en la que era común El derecho de Pernada o El Juicio de Dios.

Ahora bien, que nadie espere demasiada épica y florituras. La visión que da Hermann del mundo medieval es bastante cruda y, por tanto, muy próxima a como debió ser en realidad. Así podemos ver castillos de madera y tierra, gobernados por señores con muy pocos escrúpulos, que explotan a una población con escaso recursos y poca formación. La dominación y la opresión eran moneda de cambio por lo que se entiende que ninguno de los personajes esté libre de desgracias y traiciones. Por no hablar de que su forma de actuar, en muchas ocasiones, será moralmente cuestionable. Es cierto que también hay sitio para la lealtad y el honor, pero nunca son magnificados para idealizar esta época. De ahí el valor que se le da a Las Torres de Bois-Mauri por su acercamiento, bastante creíble, a este período histórico, sin convertirlo en un documental. El título de cada uno de los álbumes, el nombre de uno de los personajes implicados, ya da una idea de que Las Torres de Bois-Mauri es una colección centrada en los mismos.

Por todo lo dicho puedo concluir que Las Torres de Bois-Mauri de Hermann Huppen es una obra a la que merece la pena acercarse, con independencia de que te gusten o no los tebeos ambientados en la Edad Media.

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