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5 películas clásicas de amor para celebrar San Valentín

El Amor es como el aire, definirlo es difícil, pero siempre puedes notarlo sobre la piel, ya sea como el viento húmedo o la brisa seca, que nos recuerda que una parte importante de nosotros es la capacidad de percibir con nuestros sentidos. El amor, como la felicidad, siempre está presente en los rasgos universales de la humanidad. Se puede decir, que es un deseo de unión, que nos completa, nos alegra y nos da energía para convivir, comunicarnos y crear. Y el cine es la mejor expresión de crear que tiene el hombre, para intentar describir lo que dos personas pueden sentir a través de una historia contada en imágenes.

Si nos detenemos a pensar en las películas, casi todas, tienen una historia de amor: thrillers, comedias, ciencia- ficción. No importa el género, el conflicto de dos personas que se enamoran siempre ha sido la rueda que hace girar la caravana cinematográfica. Por eso elegir buenas películas de amor representa un desafío especial. Aunque al final, lo que importa de una historia romántica, es su capacidad de llegar al espectador, ese contrato invisible que existe entre las imágenes y nuestros sentidos para que nos conmuevan, logrando que nos olvidemos del mundo que nos rodea durante un breve espacio de tiempo.

Por eso esta lista de películas románticas, está basada en aquellas que son capaces de reflejar en la pantalla una gran pasión, química y amor…claro. Y lo más importante, películas que puedes ver en bucle, porque son capaces de lograr que vuelvas sobre ellas con el mismo entusiasmo con que la viste por primera vez.

  1. Dirty Dancing

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La gran generadora del boom del romance en los años 80. Una película que ha trascendido el tiempo con el esquema clásico de chico rebelde que se enamora de la jovencita cándida. Una película de amor perfecta para estas fechas, con una banda sonora espléndida y unos números de baile que se quedan impresos en la memoria. Protagonizada por Patrick Swayze y Jennifer Grey, cuenta la historia de Frances «Baby» Houseman, una joven que se enamora del profesor de baile Johnny Castle en un centro vacacional.

Desde luego, no es la mejor película de la historia y tiene una trama previsible, pero como decíamos antes, es de esas películas que te hacen emocionarte viéndola, una historia con magia, la que desprende su música y las coreografías realizadas en diferentes enclaves bonitos y estratégicos. Y sobre todo, porque tiene un magnífico baile final de esos que derrumban los muros de hielo, al ritmo de la pegadiza canción, The Time of My Life, que fue galardonada con un Óscar a la Mejor Canción Original.

Como dato curioso, Dirty Dancing fue la segunda película más taquillera del año 1987, detrás de mí muy estimada, “El secreto de mi éxito”, protagonizada por Michael J. Fox. He dudado si ponerla en mi lista, pero he preferido dejarla para más adelante y hacer un retro-análisis que sin duda se lo merece.

  1. Oficial y caballero

Otro rebelde, esta vez uno que quiere entrar en el cuerpo de marines, pero su carácter testarudo le enfrentará al estricto sargento de la academia. El cadete Richard Gere, sufre el entrenamiento que está a cargo del sargento, Louis Gossett, Jr, que aplica una dureza extrema en el trato a los nuevos reclutas, para conseguir que se retiren voluntariamente y presenten su renuncia antes de terminar el entrenamiento.

Una película que tiene una conseguida y realista historia de amor. Un amor que pasa por diferentes etapas tras una trama cruda, que presenta unos personajes bien dibujados por los que interesarse. Mención especial para Debra Winger, que consigue transmitir la vulnerabilidad de su personaje. La emoción se queda grabada para siempre con la mágica escena final, que hoy en día sigue cautivando. Tendrás que verla para opinar.

  1. Titanic

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Esta película arrasó en su momento, demostrando que una buena historia de aventuras siempre añade un plus a las películas románticas. En este caso se añade el pack completo, porque tiene drama y catástrofe.

Dirigida y escrita por James Cameron, el mismo de Aliens quien lo diría, y protagonizada por Leonardo DiCaprio, Kate Winslet y Billy Zane. La trama sigue la relación de Jack Dawson y Rose DeWitt Bukater, dos jóvenes que se conocen y se enamoran a bordo del transatlántico RMS Titanic. Dos personajes pertenecientes a diferentes clases sociales, como no, que intentan salir adelante pese a las adversidades y el hundimiento del barco tras chocar con un iceberg.

Se da una curiosidad con esta película, y es que se puede disfrutar desde diferentes ángulos. Como una historia de catástrofes con grandes efectos especiales, como una lujosa y muy bien narrada historia de amor, o una tragedia en la que el desastre se apodera de la pantalla. Sea como sea la perspectiva que elijas, es una película que conmueve y convence. Gracias a su sentido del espectáculo épico capaz de dejarnos aturdidos. Canción famosa oída hasta la saciedad y una escena imitada mil veces con la que Dicaprio se convirtió en el amo del mundo…cinematográfico.

  1. Pretty Woman 

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Es la comedia romántica que encumbró a Julia Roberts como la novia de América y confirmó a Richard Gere como el galán perfecto. La película más retransmitida en la televisión de nuestro país y que aún, hoy en día, es capaz de registrar altas audiencias cada vez que la emiten. La trama es simple, un rico hombre de negocios que viaja regularmente a Los Ángeles, lleva al hotel a una profesional del amor que tiene comportamientos vulgares. A lo largo de una larga semana se irán conociendo e intimando. En ese tiempo, la vulgaridad irá dejando paso a una mujer elegante de la que cualquiera puede enamorarse. Vamos un My Fair Lady camuflado bajo la capa de una cenicienta moderna.

Aunque en el fondo su mensaje es un poco tramposo, una ligera crítica a que todo está supeditado al poder del dinero, Pretty Woman resulta una entretenida comedia ligera con algunas escenas memorables, como cuando Vivian acude a la opera por primera vez. Una película bien medida en cada secuencia, haciéndote reír, suspirar o llorar sin que te des cuenta. Un fenómeno sociológico debido al encanto de una Julia Roberts capaz de robarnos el corazón y el saber lucir palmito de Richard Gere.

  1. Los puentes de Madison

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Si no la mejor película romántica de la historia, también existe Casablanca, es sin duda una de las cinco mejores. Un film, que curiosamente no está protagonizado por guapos adolescentes padeciendo mal de amores, sino por dos maduros actores que nos regalan una historia de amor conmovedora, sorprendentemente real y dirigida por uno de los mejores directores de la historia del cine, Clint Eastwood.

En medio de las películas de westerns y hombres duros, Clint Eastwood aprovechó su lado sensible para crear uno de sus personajes más memorables, el de Robert Kincaid, un fotógrafo del National Geographic. En un pueblo conoce a Francesca, una soberbia Meryl Streep, que se ofrece a mostrarle los alrededores. Una película capaz de transmitirlo todo con sus íntimos silencios y sus gestos delicados, mostrando a través de los pequeños detalles la fluidez natural de la química que se establece entre los personajes.

Ver ese final en el que Kincaid espera en su camioneta bajo la lluvia, mientras todos deseamos que aparezca Francesca. Una lluvia que acabará enmascarando las lágrimas para siempre, tanto de los protagonistas como de los espectadores. Y es que el amor tiene su grandeza en que puede ser una aventura o una lejana promesa de los sueños no cumplidos. Pero como la magistral película nos muestra en todas sus dimensiones, real como la vida misma.

  1. Bonus Track: La Princesa Prometida

La mejor película de amor de todos los tiempos.

Mi cinta favorita de la infancia, y sin duda, una de las mejores películas de amor de todos los tiempos. Lo tiene todo, amores inmortales, luchas de espadas, piratas y una bella princesa. Una fábula fresca llena de aventura y comedia, que tiene un ingenioso guion que nos regaló una de las frases míticas del cine; “Hola; mi nombre es Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir”.

Lo mejor que se puede decir de la película, es que tiene corazón, uno grande y rebosante de aventuras. Un amor nómada y pícaro que se genera gracias a un cuento de hadas, que es capaz de mezclar con delicadeza la ironía, la comedia y la acción, sin debilitar los mejores rasgos de la fantasía. Y es que Iñigo, Westley, Buttercup, Fezzik, Vizzini, no solo son los personajes de La Princesa Prometida, se han convertido para siempre, en parte de mi familia.

Como curiosidad, no obtuvo demasiado éxito en su estreno en cines, pero consiguió pronto una creciente popularidad en los antiguos videoclubs (¡que tiempos!), hasta convertirse en un título de culto. Una película de amor con un encanto especial, que siempre se disfruta con la mejor de las sonrisas.

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