Empezamos el mes más terrorífico del año, y Disney+ nos propone una película de terror psicológico para ir abriendo boca: Aguanta la respiración. Se trata del debut como director de largometrajes de William Joines, sobre un guion escrito por Karrie Crouse (Westworld). Curiosamente, esta historia tiene cierto parecido con The Babadook, la película australiana del año 1994, pero no se trata de una copia ni de un remake.
Ambas tiene como protagonistas a dos madres que tendrán que proteger a sus hijos de un personaje maligno sacado de cuentos populares, y ambas acabarán sufriendo esa presión que alterará su visión de todo lo que las rodea. Y eso es lo único que une a ambas historias ya que las tramas tomarán caminos diferentes.
Aguanta la respiración. La arena…
Volviendo a Aguanta la respiración, tenemos un protagonista adicional que será el encargado de darle más carga angustiosa a esta película que se queda a medio camino debatiéndose entre continuar a la izquierda o a la derecha y acaba confundiendo al espectador de tal manera que nos pone difícil darle una buena puntuación. Ese otro protagonista es la arena que asola el lugar donde se desarrolla la acción de este film.
Una arena que flota en el aire penetrando por todos los huecos, incluso por los más pequeños, deslizándose ligera y tomando posesión calmadamente de la casa donde Margaret vive con sus dos hijas Rose y Ollie. Una de las imágenes más inquietantes es verla a ella barrer esa arena que parece pegada al suelo, y que desaparece un momento para volver a colocarse justo donde estaba.
La acción se sitúa en el año 1930, en la región de Oklahoma, un lugar que durante esa época sufrió una terrible sequía. Lo habitual en aquel lugar era sufrir terribles tormentas de arena capaces de matar al incauto que no buscara refugio, asfixiándolos lentamente entrando por su nariz y su boca hasta obstruir toda posibilidad de respirar aire limpio. Sin duda una manera terrible de morir. Y sobre eso basa parte de su terror Aguanta la respiración.
Otra parte recae en el personaje siniestro conocido como El Hombre Gris. Sacado de la cultura popular, se trata de un monstruo que es capaz de convertirse en arena y de este modo entra en el cuerpo de las personas a las que posee, confundiéndolas y obligándolas a hacer cosas horribles a todos los que se cruzan en su camino.
Unas veces parece que la historia va directa a hacernos estremecer con la figura de este siniestro y volátil personaje, para al segundo, dar un volantazo y ponernos sobre la tierra mientras la arena nos rodea y notamos como todo se vuelve espeso y nos falta el aire. Esos cambios en la historia acabarán llevándonos hacia un punto que no ha acabado de gustar a muchos espectadores, y es por eso que en IMDb la puntuación de Aguanta la respiración sea de un escaso 5’3.
Lo mejor: sus protagonistas.
En esto nadie me puede llevar la contraria. Sin ninguna duda lo que hace que Aguanta la respiración mantenga la intriga y haga que algunos espectadores la califiquen como una de las mejores películas de terror psicológico que han visto es la actuación de Sarah Paulson. La actriz está magistral en el papel de madre desamparada que sufre la pérdida de una hija en silencio, mientras lucha en soledad por la supervivencia de sus otras dos hijas.
A ella se une la actuación de la joven Amiah Miller, Rose, la hija mayor de Margaret, que tiene un papel muy importante en toda esta historia y que aprueba con muy buena nota. También hay que hablar de la joven actriz sorda Alona Jane Robbins, que en el papel de Ollie, la hermana pequeña de Rose, hace una interpretación más que notable de un personaje infantil asustado y confuso.
Sin duda, Aguanta la respiración sale a flote gracias a estas tres féminas que son capaces de sacar adelante una historia a la que le faltó un poco más de definición. De todos modos, si eres amante del terror psicológico, no dudes en darle una oportunidad a esta película. Te aviso que en su inicio tiene varios sustos fáciles con la música y las imágenes (cada vez me gustan menos), pero luego desaparecen dando paso a una historia donde los sentimientos tienen más importancia de lo que parecía.