Análisis de American Gods. Temporada 2. Capítulo 6

Bienvenidos, hijos de alguna deidad arácnida, una semana más, al análisis de American Gods, que esta temporada va a un poco a salto de mata. Pero la aleatoriedad es parte intrínseca del mundo divino, y los mortales poco podemos hacer contra ella. Sin más, invitaros a que os pongáis al día en este enlace, y a que os adentréis conmigo en el mundo de Donar el Grande. Vamos con el análisis del capítulo 6 de American Gods.

Los Amigos de la Nueva Alemania

En el Teatro Regius, diez chicas en solo nueve trajes bailan al son de la música jazz y la hipnótica voz de Grimmir, que dirige el espectáculo, como el local, con el arte del engaño. Y, en la mesa tres, listos para un buen ambiente, e invitados al mejor champagne, los soldados nazis se acomodan bajo la atenta mirada del señor Miércoles. Pero más importante es el pequeño tocapelotas, a quien no parece gustarle lo que ve. El traje le va a mejor que esos sueters psicodélicos, a los que acostumbra, pero no puede evitar compararse con alguien que si está acostumbrado a llevarlos.

Nancy, guiado por sus manera suaves y su fortaleza, dirige el teatro con mano dura y sonrisa fácil. Como todo en él, la dualidad es importante. Mientras, entre bambalinas, Donnar y Columbia planean abandonar el barco, y buscar sus propios sustentos, sin saber que los amigos de la Nueva Alemania esperan apoyarles en cierta tarea. ¿Qué significan las guerras humanas para un Dios? Los Dioses solo necesitan ser venerados, no necesitan batallar bao ninguna bandera que no sea la suya, así que ¿Qué mas da lo que lleven los amigos de Alemania en el brazo?

Columbia baila, mientras la aplauden, pidiendo que no la encierren. La esencia de la misma América, que grita a la libertad mientras un contrato la encadena a las mismas cuatro paredes, y a bailar para babosos sedientos de poder. Como alegoría, inmejorable. Como aporte al capítulo, absolutamente innecesario.

Y después del honor, de la adoración, Donnar Oddinson se ve enfrentado a la verdad. A por qué lo necesitaban, a por qué el mundo debía verlo como un auténtico Dios Americano, solo para verlo caer contra un competidor alemán. Y, lo más triste, se ve enfrentado a la verdad de por qué debe aceptar esa derrota. Nancy le explica lo que supone aceptar un regalo. Y mientras Donnar se plantea la huida, el futuro deslumbra a América. Y con una decisión ya tomada, a Donnar el Grande solo le queda una cosa por hacer: despedirse. Un adiós que deja rota a Gungir, y al propio Miércoles.

Tarde en el Centro Comercial

Mientras bucean en los restos de lo que solía ser el centro de la vida y el poder de América, un centro comercial, Miercoles canturrea y recuerda a su hijo.  Un hijo fuerte y capaz, seducido por una mujer que no lo era tanto, y movido por un padre abrumado por el poder. Pero sus problemas en el centro comercial está lejos de ser una cuestión familiar. Los enanos no son conocidos por su generosidad en ninguna mitología, y hay algo por lo que aún estarían dispuestos a restaurar las runas. Algo de cuero, y que ha llevado Lou Reed. La forma en la que ciertas criaturas no deltodo divinas parecen saciarse de cualquier tipo de admiración, incluso aquella residual, mientras los grandes Dioses pelean por el afecto de las masas me parece maravilloso, a la vez que un poco patético. Está tratado con el cinismo justo para ser realista.

En una escena a lo “Atrápame si puedes”, Shodow y Miércoles roban la chaqueta de Lou Reed. Aunque habría sido más fácil pagar con dinero falso de verdad, o simplemente comprarla. Así es el padre de Todo. Le gusta jugar, y los disfraces estrafalarios. Pero lo que de verdad impresiona es ver a Miércoles sufrir. Sufrir de verdad. Hay ciertas muertes que son para siempre.Definitivas. Para cualquier ser, sea humano o divino. Hay muertes de las que puedes volver, de una forma u otra. Pero de la muerte que eliges tu mismo…

Es curioso como vemos la sombra de la duda en Shadow ¿Es el Thor? No, sabemos que no. Pero, ¿Eso significa que no es el mismo un Dios? Cómo sea, es Lou Reed el verdadero poder el capítulo, que permite restaurar las runas de la lanza de Grimmir, y que esta pueda ser sanada.

Dicotomía en el Nuevo Mundo

El Señor Mundo y New Media preparan una guerra. Me fascina, en este punto, la preparación militar de estética obsoleta de Mundo, en confrontación con los filtros de instagram y la sutilidad de New Media, mostrando una brecha interna que se nos viene insinuado durante toda la temporada. El propio Mundo ya nos ha contado lo rápido que se quedan obsoletos los nuevos dioses.

Y la obsolescencia se muestra de nievo cuando ni el propio Mundo ha sido capaz de ver venir la restauración de las runas. Las cosas se apresuran, y nunca la tecnología había perdido en velocidad contra las antiguas formas. La obsolescencia programada, la ventaja frente a sus creyentes; la caída de los grandes Nuevos Dioses.

La Opinión de Sofía

He de decir que no entendía muy bien a donde llevaba toda la historia del teatro al principio, pero me ha gustado. La historia tiene varios propósitos. Por un lado, entender mejor al personaje de Odín, su dolor, su desapego por la vida y, a veces por si mismo. Sinceramente, esa escena final, cantando en el teatro, me ha roto un poco el corazón. El personaje de Odín está tan bien construido que no puedes evitar empatizar con él, entender sus actos… Y eso nos acerca, un poco más a entender su relación con Shadow.

No puedo dejar de pensar tampoco en Columbia. Hasta ahora, la serie se ha basado en los antiguos Dioses. De la vieja Europa hemos visto a los dioses nórdicos, a las Zoryas, a Czhernobog… Hemos visto al Dios Judio, a deidades indias, a representaciones de los mitos asiáticos, incluso algunas deidades propias de los nativos, como el propio Hictomi. Pero de América, de la verdadera américa que nos muestran, solo hemos visto a una mujer coqueta y encadenada, sometida por los dioses viejos y nuevos, que tiene poco o nada que contar… Muy revelador.

Esto ha sido todo por hoy. Más, en el próximo episodio. Hasta entonces.. Sed felices.