Análisis de American Horror Story: Cult. Capítulo 5

Nos adentramos en la mitad de  temporada, el gore se intensifica y las cartas se destapan. Este quinto episodio titulado “Holes” o agujeros en español, nos lleva al interior del culto, por fin podemos ver a quienes están tras las máscaras y conocer más acerca del pasado de Kai. Así que no perdamos tiempo, sumerjámonos en territorio de SPOILERS con este nuevo análisis de American Horror Story: Cult.

Tras las máscaras

Es oficial, detrás de las máscaras de los payasos se encuentran Harrison, Meadow, Ivy, el Detetive Samuels, Beverly, el camarógrafo de Beverly, Winter y Kai. De todo esto, lo que resultó ser una sorpresa desagradable para mí justamente por lo obvio que resultaba, fue la confirmación de que tanto Ivy como el Detective Samuels forman parte del culto. En este punto todos salvo Ally están dentro, y ella es una víctima que no representa mayor peligro para Kai; con el detective Samuels esperaba más juego, que no le creyera nada a Ally por lo absurdas que resultaban sus quejas y por el romance que estaba entablando con Harrison, pero que poco a poco abriera los ojos y le pisara los talones al culto; aún no conocemos su pasado ni sus motivaciones para seguir a Kai, pero esperemos que al menos eso sea interesante.

En cuanto a Ivy, si bien resulta predecible por lo sucedido antes de las elecciones con Winter, también carece de lógica. Ella siente odio hacia su esposa por haber votado por una candidata que no tenía oportunidad, restándole un voto a Hillary Clinton y favoreciendo a Trump; pero se integra a un culto al que pertenece un hombre que es abiertamente partidario del nuevo presidente  y que además la acosó sexualmente; no le encuentro pies ni cabeza a eso. Creo que tendría mucho más sentido que estuviera siendo amenazada por el culto y que en medio de todas las mentiras y la tortura psicológica hacía Ally, ella estuviera tratando de protégela; pero evidentemente, no es así.

Ally sufre, otra vez.

Nuevamente tenemos a Ally sufriendo; llorando por su esposa, por su hijo, por sus cuentas, por los huecos de su cuello en un sueño; sufriendo al descubrir que su vecino gay está involucrado con el policía que lleva su caso, y al ver que tienen a la vecina preparada para enterrarla viva; gritando en el teléfono para que alguien la rescate, y chillando aún más cuando la vecina que se ha salido del hueco en la tierra le cuenta que todos hacen parte de la secta, incluyendo el policía que enviarían a rescatarla y su esposa qué le pregunta qué está sucediendo desde el otro lado de la línea. Todas estas reacciones de Ally son entendibles, pero qué cansino es en este punto tener que aguantar a Sarah Paulson con la misma interpretación una vez más. Esta mujer necesita un personaje diferente en la siguiente temporada para renovarse, o que Ally de un vuelco de 180° que nos sorprenda.

El miembro más fuerte

Pocos tienen el carácter y el estómago que se necesita para desatar terror con una oleada de crímenes sanguinarios. Dentro del culto hay quienes tienen sus dudas como Ivy, el camarógrafo o incluso Winter; algunos que se dejan llevar por la corriente como Harrison y Samuels; y otros que incluso lo disfrutan como el tendero, Kai y Beverly que en algunos momentos parece inclusive imponerse sobre el hasta ahora líder.

Todos quienes se han atravesado en el camino de Beverly han ido muriendo. Primero Kai le obsequió la muerte Serena para que se uniera a él; luego entrada en confianza lo convenció  de que Bob estaba entorpeciendo sus planes y lo asesinaron; y por último, vio la duda en R.J. y el peligro de que pudiera abrir la boca, así que se metió en la cabeza del líder nuevamente y logró deshacerse de él. Aunque no podemos asegurar que Kai haya sido completamente sincero en cuanto a su pasado, pudimos ver como se quebraba frente a ella mostrándole su fragilidad, cosa de la que podría aprovecharse más adelante para convertirse en la abeja reina si es que Kai termina siendo una piedra en su zapato.

El verdadero líder

Hasta ahora Kai se había presentado como un joven superdotado, programador web, que sirvió al ejército en Irak, graduado de Yale en estudios feministas, y cinturón marrón en Karate; pues por lo visto, como era de esperarse mucho de esto es falso ya que vivía en casa de sus padres con aparentemente poco éxito, y su papá habla del dinero que invirtió en sus estudios religiosos. La teología posiblemente tenga relación con las teorías de Kai sobre el miedo, así que este dato puede resultarnos útil más adelante. Sin embargo, la gran revelación fue que el psiquiatra Rudy Vincent es su hermano mayor, y que además lo convenció de convertir la habitación de sus padres en un mausoleo luego de que su madre le disparara a su padre abusador y lisiado provocándole la muerte, para posteriormente suicidarse.

Como sabemos, el personaje de Kai está inspirado en Charles Manson quien no participo físicamente en los crímenes que sus seguidores perpetraron. Kai no lo piensa dos veces antes de untarse las manos, así que esta característica recaería sobre Vincent; de hecho en el flashback vemos al psiquiatra tomar las riendas de la situación y le ofrece el dedo meñique a Kai para sellar el pacto, ritual que se ha repetido varias veces entre este último y los demás miembros del culto a lo largo de la temporada. Es una sorpresa que sea el hermano, aunque era más que obvio que el psiquiatra formaba parte de la secta, a menos que al ser familia Kai tenga la facilidad de revisar los expedientes y así escoger victimas a sus espaldas; pero en el caso de Samuels e Ivy escogieron el camino predecible, así que la idea de que Vincent sea en parte inocente es muy remota.

Después de dar una mirada al interior del culto muchas de las interrogantes que nos planteábamos al inicio están resueltas, y con aún seis episodios restantes, se hace necesario un giro en la trama para que la historia no termine estancandose o decayendo como ha sucedido en temporadas pasadas. Dennos a conocer sus opiniones y expectativas acerca de la segunda mitad de temporada en los comentarios, nos leemos en un próximo análisis.