Bienvenidos una semana más a la Sala de Estudios de King’s Dominion, el lugar desde el que vamos a analizar todos los capítulos de Clase Letal. Así que ya sabéis, si no queréis leer spoilers más os vale ver el capítulo antes de leer este post.
Aquí puedes ver los análisis de los capítulos anteriores
En el tercer episodio vamos a seguir profundizando en la organización de esta peculiar escuela de asesinos y en las relaciones entre los protagonistas. Además de conocer una pildorita más del pasado de Marcus en la tradicional escena de animación de cada capítulo (en este caso al principio).
Asistimos a varias clases viendo lo que los jóvenes tienen que aprender para el futuro. Desde la ya conocida clase de venenos, a una clase de uso de cerbatanas, de técnicas de combate atípico o de psicopatía, esta última con un profesor bastante peculiar que recuerda bastante a Hannibal Lecter.
Pero es el profesor Denke (venenos) y su relación con el director Lin el tema más interesante del capítulo. Denke no está contento con su situación en la escuela, quería cambiar el mundo pero solo da clases a los herederos de la grande familias criminales, unos chicos que lo tienen todo en la vida. Lin le dice que se centre en las Ratas (los “becados” como Marcus que no tienen pedigrí) pero Denke le contesta que esos pobre muchachos nunca van a superar el examen final. ¿En qué consiste dicho examen y cuál es su peligro para las Ratas? La escuela aún esconde muchos secretos y todos muy peligrosos. Por todo eso Denke quiere dimitir, aunque Lin le advierte de las consecuencias.
Pero si la relación entre estos dos alumnos parece complicada, mucho más es la que hay entre los jóvenes. Parece que Marcus y Willie se han hecho amigos, pero cuando están con más gente el “peligroso” pandillero pasa de su amigo ya que tiene que mantener las apariencias y eso molesta mucho a Marcus, que reflexiona sobre las batallas que tiene que librar. El profesor Denke le dice que sea listo, que no sea tan impulsivo y sus palabras parecen calar en el joven.
Otra pareja de amigas es la formada por Saya y Maria, compañeras de habitación y confidentes. Una relación siempre amenazada por el novio de Maria, Chico, controlador y posesivo. En la escuela se va a celebrar un baile y Maria le pide a Chico ir sola con Saya, en una noche de chicas, algo que en principio acepta.
A dicha fiesta sólo pueden ir los herederos, nada de Ratas, pero Viktor invita a Petra a ser su pareja. Aunque al principio le dice que no, al final acaba aceptando. Y es que aunque parezca una gótica asocial, al final todos queremos formar parte de algo, ser aceptados. Todo parece ir a las mil maravillas para la extraña pareja en la fiesta, hasta que Viktor acaba traicionando a Petra, dejándosela a las chicas herederas para que la quiten su ropa y la vistan como una muñequita tradicional, humillándola delante de todos.
Esta es la gota que colma el vaso y las Ratas deciden vengarse. Marcus elige luchar esta batalla harto de los abusos de los herederos y ayudará a sus amigos. Se arman con cerbatanas y dardos con alucinógenos para atacar la fiesta. Pero en medio de todo Chico, que había aparecido para controlar a Maria y tratar de poner en su contra a Saya (sin conseguirlo), se abalanza sobre Marcus para darle por fin su merecido.
Y cuando parece que Marcus se va a llevar una paliza aparece Willie. Se ha dado cuenta que la amistad hay que trabajársela y no vivirla a escondidas, así que defiende a su amigo ante el peligroso Chico. Cuando parece que su fachada de chico duro va a venirse abajo llega el director Lin para poner fin a la pelea y la fiesta. Por los pelos, pero Willie consigue mantener su reputación intacta y cimentar su amistad con Marcus.
Y con la fiesta terminada y todo por los suelos vemos al tierno Billie conceder un baile a una alicaída Petra, que al final puede tener un poco de normalidad y de cariño en brazos de su amigo.
Pero nos queda saber que pasa al final entre Denke y Lin. Pensábamos que Lin era la máxima autoridad de la escuela pero descubrimos que tiene que rendir cuentas ante una mujer que le exige que deje de lado su amistad con el profesor de venenos y acabe con él si quiere dejar la escuela.
Así que el profesor y el director tienen una reunión en la que Lin dice que se ha dedicado tanto a una causa que ya no hay marcha atrás, aunque piense que esa causa ya no es tan justa como antes. La reunión acaba en una dura pelea y al final Lin deja escapar a su amigo, advirtiéndole que irán a por él.
Y en la última escena del capítulo vemos como el jefe de la los herederos de la yakuza recibe un paquete con dinero y una foto de Saya. ¿Un encargo de asesinato por parte de los suyos?
En resumen, hemos visto un capítulo redondo en el que se siguen cimentando las relaciones entre los protagonistas. Los jóvenes ya no son los personajes típicos de una serie de adolescentes, tienen aristas, una personalidad propia que vamos descubriendo poco a poco. Y un buen montón de secretos. Y más enigmas parece haber en la propia escuela y su profesorado…