Bienvenidos al análisis del quinto episodio de la segunda temporada de Colony, un capítulo de transición en el que se plantan las bases para lo que seguirá. Si quieres conocer mi opinión de la primer temporada y de los episodios anteriores, puedes leer los análisis aquí:
De vuelta a la oficina
Will decide volver a la oficina para averiguar qué está pasando ya que no puede hacer nada desde casa. Claro que él no tiene idea de que Jennifer ya no es quien lo vigila día y noche. Will no tarda en encontrarse con Dan Bennett, nuevo jefe de las Fuerzas Especiales. Casi que tiene una entrevista de trabajo bastante peculiar, y después de ésta es reincorporado a la fuerza con un nuevo compañero de trabajo: el detective Burke, quien se describe a sí mismo como “el honor y el deber en persona”. Nada más lejos de la realidad.
Averiguamos que quienes asesinaron a tanta gente en el tercer capítulo es un grupo cuya firma es una mano roja, y no tienen nada que ver con Broussard ya que éste ni siquiera sabe quiénes son. La “Mano Roja” (así los llamaremos desde ahora) ataca el edificio y Will aprovecha la oportunidad para entrar en el cuarto de vigilancia, en el que encuentra los cientos de computadoras que vimos en el final del episodio anterior.
Will sigue intentando encontrar a Jennifer, incluso va a su casa pero ella no está allí. Al salir, se encuentra con Burke, quien le dice que Jennifer no se pudo adaptar al nuevo sistema, pero no le dice nada más. ¿Se la llevaron, está muerta, está presa en algún sitio? No sabemos.
Broussard, Back in Black
Will no es el único que “regresa a la acción” en este episodio. Vuelve a aparecer Broussard con su grupo de hackers preferidos (a quienes vimos por última vez en los últimos episodios de la temporada anterior), y plantan una cámara en uno de los drones de la Ocupación, de modo que pueden ver todo lo que él ve. Y lo que ven son miles de drones dentro de las murallas. Mientras los tres hackers se ocultan bajo tierra, Broussard hace una copia de la señal de audio que escuchan gracias a la grabación del drone y se la lleva a un amigo, a ver si consigue un ingeniero de audio que pueda decodificar el mensaje.
Bram y sus desventuras en el campo de trabajo
Una bomba explota en el campo de trabajo en el cual Bram está prisionero. Aparentemente uno de los prisioneros intentaba construir una bomba y literalmente le explotó en la cara. Snyder vuelve a salvar a Bram de recibir una golpiza, que esta vez iba a ser propiciada por el agradable sargento Jenkins. Snyder presiona a Bram para que le de información, y éste a su vez presiona a su nueva amiga, Maya, para que le diga algo, pues sabe que ella está involucrada con el grupo insurgente. Ésta le da información, pero no del todo cierta: le dice a Bram que acuse a Pinto y Lyons, Bram lo hace y Jenkins los ejecuta por sorpresa para enviar un mensaje.
La fanática religiosa dice adiós
Lindsey le ordena a Charlie que se vaya a su cuarto pues lo considera una mala influencia para Gracie, lo cual provoca que Katie confronte a la niñera y ésta acabe diciendo que su hijo es nocivo. Esa es la gota que rebalsa el vaso. Katie echa a Lindsey de su casa, pero en cuanto lo hace se da cuenta de las consecuencias que eso podría tener y de que alguien podría haber estado viéndolo todo mediante las cámaras que hay instaladas en su casa. Por eso mismo va a hablar con Maddie y descubre que su hermana también tiene el cerebro lavado y cree en el Gran Día. Sin embargo, no todo está perdido pues casualmente Maddie tiene que salir del cuarto para un brindis, dejando a Katie sola con una computadora llena de información. Casi parece que lo hubiera hecho apropósito. Katie no lo piensa dos veces, encuentra un USB en el mismo escritorio en que está la computadora y copia todos los datos que puede. Vaya casualidades de la vida.
Conclusión
Un capítulo de transición sin mucho más. Will vuelve al trabajo, vemos que Broussard sigue haciendo de las suyas, la Mano Roja se nos presenta como una amenaza y vemos que algo grande va a pasar en el campo de trabajo aunque todavía no sabemos qué. No pasa mucho en este episodio, y esto es porque no pasan dos minutos sin que cambiemos de escena. Hay demasiadas subtramas, algunas se entrelazan y otras no, pero en este punto el desarrollo de la serie es algo caótico y hasta cuesta concentrarse o involucrarse en alguna de las historias que nos están contando porque constantemente cambiamos de entorno y personajes. Incluso en la dirección parece que este episodio hubiera dado algunos pasos hacia atrás, no hay tomas ingeniosas ni planos sostenidos, aunque también es cierto que no había nada interesante que filmar.
Esperemos que nos sorprendan la próxima semana con lo que planea Broussard y la implicación de la Mano Roja en la historia. Saludos y sean felices.
