InicioSeriesAnálisis de Fundación. Temporada 3. Episodio 5

Análisis de Fundación. Temporada 3. Episodio 5

Llegamos a la mitad de la tercera temporada de Fundación con un quinto episodio lleno de giros y revelaciones cuyo título es Donde los Tiranos pasan la Eternidad y que aquí analizamos. Creada por David S. Goyer y basada en la famosa saga de novelas de Isaac Asimov, la serie puede ser vista en Apple TV+.

Hola otra vez, psicohistoriadores, y bienvenidos al análisis de otro gran capítulo de Fundación, en este caso el quinto, con el cual llegamos a la segunda mitad una tercera temporada que, lejos de decepcionar, mantiene alto el nivel de una serie de la cual esperamos que tenga por delante la suficiente vida como para cubrir completa la inmensa historia imaginada en el papel hace más de setenta años por Isaac Asimov y continuada por él mismo hasta poco antes de su muerte.

Y ya que hablamos de Asimov, es importante destacar cómo la serie puede ser “asimoviana” hasta cuando se separa de los libros, lo cual no solo es un gran mérito argumental sino que además revela un gran conocimiento de la obra del insigne escritor de ciencia ficción por parte de los responsables.

Este es un episodio no tan intenso pero que, sin embargo, hace avanzar la trama de manera decidida y nos trae varias revelaciones, además de dilemas morales. Pasemos entonces mejor a analizarlo, no sin antes advertir que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA ni dejar de recordar que pueden leer aquí nuestros análisis previos.

Dos Fugitivos

Comenzamos con Day prófugo y llegando al distrito de Mycogen, en donde debe encontrar a su amada Song. Pero cuando un grupo de hombres armados le rodea por estar invadiendo jurisdicción, resulta que les ha engañado y no es él, sino alguien a quien pagó para que se calzara su traje.

De forma paralela, los guardias imperiales encuentran el cadáver de Mavon en cuyo antebrazo ha instalado los nanobots y Demerzel sabe así que les ha engañado. Pero cuando se le pregunta si hay que ir por él, responde que no le preocupa su suerte y sí en cambio la de Dawn, cuyos nanobots le delatan dirigiéndose a Clarion.

fundacion las cosas felices 193 e1754867341687

Hablando de Dawn, despierta en su fuga tras el salto estelar y muestra intriga por las habilidades psíquicas de Gaal, queriendo saber cómo logró que los guardias no les vieran y si es capaz de manipular mentalmente: tácitamente está preguntando si fue lo que hizo con él.

fundacion las cosas felices 194 e1754867279888

Pero las respuestas de Gaal son parciales o algo crípticas: dice que el Mulo no es el único psíquico, pero que la diferencia es que ella solo se vale de esa habilidad en caso de necesidad, lo cual, por supuesto, es discutible y subjetivo (eso, claro, no lo dice). Ya en privado, vemos a Day enviando a alguien un mensaje holográfico en el que pide disculpas…

Tres Fugitivos

Han Pritcher regresa a Nueva Términus y, como era de esperar, el reencuentro con Indbur está lejos de ser amistoso por mucho que le insista en que ha estado con el Mulo y en lo importante que es plantarle resistencia. El alcalde no solo le recrimina haber robado su nave, sino también quedar pegado a la fuga de los Mallow junto al bufón, haciendo así que el nombre de la Fundación quede involucrado en un conflicto galáctico de consecuencias inciertas. Por su insubordinación, Pritcher queda detenido.

En cuanto al trío de fugitivos, los sistemas de su nave no han salido indemnes del escape de Kalgan y solo les queda energía para tres saltos, lo que hace imposible pensar en llegar a Nueva Términus. Magnífico Giganticus no para de ejecutar su música y ello irrita a Toran, que le grita poniéndolo nervioso y debiendo Bayta consolarlo.

fundacion las cosas felices 195 e1754867456970

Finalmente Toran decide un destino alternativo dentro de los limitados saltos que pueden dar y ese es Haven, el planeta de la Liga de Mercaderes y su tío Randu.

La entrada en la atmósfera no es fácil: los sistemas de defensa hacen zozobrar la nave, que aterriza de manera aparatosa en un páramo helado. Randu sale a su encuentro y les salva de morir congelados, pero hay tensión entre tío y sobrino, la cual, cuenta luego Toran a Magnífico, tiene que ver con que él nunca pudo ser para su tío el hijo adoptivo con que quiso reemplazar al suyo propio que perdió. El bufón reconoce algo de eso en su relación con el Mulo.

Randu, en tanto, habla en privado con Bayta y esta le transmite su presunción de que la música de Magnífico cumple alguna importante función de dominio y esa es la razón por la cual molesta tanto al Mulo haberle perdido. Sabiendo utilizar ese don, dice, los comerciantes podrían poner las cartas a su favor y equilibrar poderes con la Fundación al tener algo que a estos últimos vendría bien contra el Imperio. A Randu parece entusiasmarle la idea…

La Jugada del Mulo… y de Gaal

Llegados a Clarion, Gaal sigue firme en cuanto a la necesidad del bloqueo contra Kalgan para aislar al Mulo y convence, de hecho, a Dawn para que, en carácter de emergencia, consiga la convocatoria del Consejo a los fines de dar su aprobación.

No es fácil porque los bloqueos no gozan de popularidad desde el fracaso de Cleon XVII en Términus. Pero Dawn contacta a un consejero llamado Vynod Tarisk (Sule Rimi), quien no solo tiene un mayor compromiso emocional con el asunto por haber quedado su familia en Kalgan, sino que además resulta fácil de chantajear por haber recibido un soborno del Mulo para debilitar los sistemas de defensa y permitir que este diera el golpe en el mencionado planeta.

Así que con el apoyo e influencia de este, el bloqueo se aprueba y la flota imperial es enviada contra Kalgan: la idea es que, cercado y sin alimentos, el Mulo acabe rindiéndose. Sorpresa: ni él ni sus fuerzas están ya allí. En un mensaje holográfico, anoticia al Consejo de que jamás fue Kalgan un mundo que le interesase particularmente, sino que solo lo usó como estratégico punto de apoyo por estar cerca de una puerta de salto.

Más aún: ha dejado allí una estaca de cobalto que produce tal desvío de energía desde la puerta hacia el planeta que acaba por hacerlo colapsar en una gigantesca explosión que se lleva puesta también a la flota completa. El Consejo observa con espanto e incredulidad mientras Tarisk llora el triste final de su familia…

Dawn, obviamente, debe largarse de allí o es hombre muerto. Al cruzarse con Dawn, le recrimina duramente por haberle inducido al bloqueo y le pregunta si el resultado final estaba ya en sus planes. Ella no dice directamente que la destrucción del planeta fuera parte, pero sí que la Fundación se fortaleciera y el Imperio se debilitase ya que, aplicando la lógica de Seldon, la única forma de escapar a la Tercera Crisis es que el Mulo termine apoderándose de Trántor y sea sitiado allí.

Dawn está furioso, pero de momento debe procurar ponerse a salvo. Guardias imperiales, sin embargo, le alcanzan en la persecución, pero súbitamente pone a todos a dormir y se revela como Gaal, que les ha engañado con su poder telépata.

fundacion las cosas felices 197 e1754867521932

Cada uno por su lado, ambos llegan al sitio en que se halla la nave, pero Dawn no quiere acompañarla por sentirse usado. Alguien viene de pronto por él y no es otro que Tarisk que, dolido, busca venganza por la muerte de su familia…

Dispara contra Dawn, pero falla y, sin quererlo, termina abriendo la esclusa de aire, con lo cual es despedido hacia el espacio exterior. Dawn, que alcanza a aferrarse de algo y además tiene puesto el traje, resiste un poco más, pero a la larga sigue el mismo destino. ¿Murió? No lo sabemos, pero la sensación es que sí.

De manera paralela y casi como despedida, nos enteramos que el destinatario de su mensaje holográfico era Dusk y las disculpas se deben básicamente al hecho de no poder estar presente en su ascensión (o muerte, por decirlo mejor), pero a la vez y sin decirlo directamente, por dejarle solo ante el difícil trance que se viene y que muy posiblemente, aunque en ese momento Dawn no lo supiera, acabe implicando la caída de Trántor y del Imperio todo. Lo último que le dice es que se verán “donde los tiranos pasan la eternidad”, frase que justamente da título al capítulo que nos ocupa.

Volviendo a Clarion, Gaal está ya dispuesta a partir cuando la nave le informa que hay a bordo una visita inesperada y resulta ser Demerzel que, con su frialdad habitual, le dice que no ha cambiado nada en trescientos años…

Balance del Episodio

Otro gran capítulo de una gran serie. No ha tenido demasiada acción (aunque paradójicamente incluyó la destrucción de un planeta completo), pero sí mucho clima y ha hecho avanzar la trama por los distintos frentes en que está teniendo lugar. Probablemente la más lenta sea la del trío fugitivo, pero ya comienza a dejar entrever algunos destellos de la épica que se viene y a mostrar el matrimonio Mallow (Darell en los libros) algo más de agudeza o inteligencia, especialmente Bayta.

Hemos sabido poco de Day (apenas al inicio) y el desinterés mostrado por Demerzel con respecto a su destino no da demasiadas pistas acerca de hacia dónde pueda continuar su arco o de qué modo vincularse a los otros.

También hemos visto poco del Mulo (aunque su única y holográfica aparición fue literalmente devastadora) y quizás quien no haya leído los libros pueda quejarse de ello, pero hay que decir que, para esta altura de la historia, su presencia en los mismos es todavía menor que en la serie, al punto de estar prácticamente ausente y enterarnos de sus éxitos en off.

Cabe preguntarse, por supuesto, si no hubiera sido mejor hacerlo así también aquí y, de hecho, un par de análisis atrás un lector nos lo señalaba de ese modo en los comentarios, pero ya sabemos que, a diferencia de los lectores (que por definición tienen más paciencia), el público de series televisivas (e incluso el de cine) quiere ver el rostro del enemigo.

El engaño ha sobrevolado todo el capítulo. Day engañó a quienes intentaron detenerlo, a los guardias imperiales y a la propia Demerzel. Gaal engañó a Dawn y el Mulo a todos salvo a Gaal y la Segunda Fundación: maquiavelismo puro. Y es interesante que, aun cuando muestre cambios con respecto a los libros, la serie se conduzca con conceptos tremenda e inequívocamente “asimovianos”

Como ya hemos dicho en otros análisis, una de las cuestiones siempre destacadas por Isaac Asimov acerca de su modo de escribir ciencia ficción era que él copiaba la historia, algo de lo cual tenemos muchos ejemplos a lo largo de las dos temporadas y media que llevamos vistas (la analogía entre el imperio de los Cleon y el romano es muy clara), pero particularmente en este capítulo con el accionar del Mulo al engañar a sus enemigos.

Allí tenemos Pearl Harbour: los japoneses bombardearon y destruyeron la base pero allí no había un solo portaaviones, ausencia muchas veces tildada como intencional de parte de los americanos, pues los mismos tendrían importancia clave en el subsiguiente desarrollo del conflicto en el Pacífico y muy especialmente en la batalla de Midway, que cambiaría radicalmente el curso de la misma.

Y así como aquí Gaal habla de debilitar al Imperio y fortalecer a la Fundación para sacar provecho después, se puede decir que Estados Unidos hizo lo mismo al permitir que Japón se envalentonara de una forma que terminaría, a la larga, siendo suicida… y muchas veces literalmente.

Y si sumamos que el Mulo acaba destruyendo un planeta completo, tenemos allí toda la lucha del Pacífico condensada en pocos minutos, pues nos es imposible desligar el genocidio de Kalgan del brutal lanzamiento de bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki, lo cual nos lleva a otra cuestión fundamental en Asimov, que es el conflicto entre lógica y ética, mayormente presente en sus historias de robots.

¿Sabía realmente Gaal cómo terminaría todo? No lo creo o, mejor dicho, sí pero no de esa forma, pues no parece probable que los continuadores del legado de Seldon tuvieran claro el modo en que se darían los sucesivos giros de la historia sino solo la generalidad de los mismos. De hecho, ni el propio Seldon lo sabría y, sin ir más lejos, el Mulo no entraba en sus ecuaciones sino que su aparición fue el elemento individual y disruptor que, al infuir con su poder telepático sobre grandes masas, vino a alterar todo.

Pero ello no quiere decir que el plan de Seldon no se mantenga y los esfuerzos de la Segunda Fundación están justamente orientados a que así sea. Cabe desde luego el dilema moral y ético: ¿está bien entonces destruir un planeta para salvar la galaxia? No hay una respuesta definitiva y tampoco terminamos de saber cuáles son aquí las verdaderas motivaciones de cada uno.

De hecho, nadie está libre de condena. Es posible que Dawn nos dé algo de pena por ser el gran engañado en esta entrega, pero no podemos borrar de nuestra mente que instantes antes le habíamos visto asesinar sin miramientos a una desdichada muchacha que, amante ocasional de Tarisk, estuvo simplemente en el lugar y momento incorrectos. Y cuando le informa a Gaal que ha tenido que librarse de un testigo, tampoco es que ella muestre demasiada emoción al respecto.

En ese sentido y así como tuviéramos en esta temporada un episodio (o dos) de Lee Pace y otro de Terrence Mann, este fue sin duda el de Cassian Bilton al saberse su personaje engañado o, minutos antes, al comportarse ante el Consejo como si fuera Day y copiarle cada gesto y modismo. Es cierto que posiblemente se quede algo por debajo de sus compañeros de dinastía, pero lo suyo no deja de ser admirable y si la trama de los Cleon se ha sostenido tan bien a lo largo de lo que llevamos de serie es por el sobrio trabajo de los tres.

Como antes he dicho, este fue un capítulo de engaños, pero claramente no los hemos visto todos y, de acuerdo a los libros, mucho menos el principal. Cada capítulo viene trayendo una o más revelaciones y seguramente el próximo también lo haga, más aún considerando que entraremos ya en la segunda mitad de la temporada y eso siempre es punto de inflexión.

Hasta entonces y sean felices…

Rodolfo Del Bene
Rodolfo Del Bene
Soy profesor de historia graduado en la Universidad Nacional de La Plata. Entusiasta del cine, los cómics, la literatura, las series, la ciencia ficción y demás cosas que ayuden a mantener mi cerebro lo suficientemente alienado y trastornado.
ARTICULOS RELACIONADOS

2 COMENTARIOS

  1. Otro análisis muy bueno, Rodolfo. Estos últimos dos capítulos, si bien se ven de transición, van delineando el final de la temporada. Coincido que se empieza a ver a la Bayta de los libros y que esta aparición del Mulo está más ajustada a los libros. También veo en que si bien la serie se aleja de los libros, se ven cosas que bien las podría haber escrito Asimov. No creo que Gaal supiera que el Mulo iba a destruir un planeta, creo que en eso fue en lo único en que ella fue engañada. Te mando un saludo.

  2. Hola Diego: muchísimas gracias por leer, por comentar y por el concepto. Veo que coincidimos en las apreciaciones y a mí también me da la impresión de que Gaal no era consciente. Lo que ocurre es que las ecuaciones de Seldon los superan a todos y en definitiva los miembros de la Segunda Fundación son en buena medida actores que interpretan la obra pero no deciden el guion. Un saludo y gracias nuevamente!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimos artículos

Comentarios recientes