Loki, el Dios del Engaño, vuelve a embaucarnos una semana más después del impactante final del capítulo anterior. Una vez descubierta la versión alternativa del protagonista, este antihéroe tendrá que decidir si esta variante se convertirá en su enemiga o, por el contrario, en una valiosa aliada.
Loki VS. Loki
El hermanastro de Thor sigue a su versión femenina a través del portal, enfrentándose a ella e impidiendo que asesine a los Guardianes del Tiempo. Tras su combate, y no sin antes haber intercambiado una serie de observaciones nada favorecedoras sobre su rival, acabarán naufragando en una futura colonia humana que será destruida por el impacto de un planeta.
Dentro de este satélite, conocido simplemente como Lamentis, llevarán a cabo una alianza incómoda para conseguir la energía necesaria para recargar el Macguffin de turno y volver a la sede de la A.V.T, al más puro estilo de Regreso al futuro. A lo largo de los cuarenta minutos que dura el episodio, empezarán a conocerse mejor el uno al otro y a descubrir algunos secretos. A partir del siguiente párrafo, destacaremos algunos detalles de la trama.
Una novedad encantadora
A pesar de que quedé muy satisfecho con los dos primeros capítulos, hay que decir que esta tercera entrega baja un poco el nivel, ya que los personajes se limitan a llevar a cabo lo que podríamos llamar una “misión secundaria”, necesaria para crear cierta química entre ellos, pero que no avanza demasiado la trama principal. Por suerte, los diálogos resultan tan entretenidos como siempre, y el dúo formado por Tom Hiddleston y Sophia Di Martino consigue sostener este episodio con sus interacciones. Ver a estos dos embusteros intentando superarse mutuamente y a Loki encontrando a un rival a su altura nos hace añorar menos al bueno de Owen Wilson.
En cuanto a la variante femenina de este dios, tenemos que destacar que Loki no solo era capaz de transformarse en la mitología nórdica, sino también en los cómics. Dentro de las viñetas, y sobre todo durante las últimas décadas, ha sido un anciano, un joven, un niño… y, sí, una mujer. Durante la etapa de Joe Michael Straczynski en Thor, el hermanastro del Dios del Trueno se reencarnó en un cuerpo femenino después del Ragnarök. Sin embargo, el nombre de Sylvie por el que se presenta este secundario, así como su cabello rubio, corresponden a una versión juvenil de la clásica villana La Encantadora. ¿Está engañando Sylvie al Loki original o, simplemente, los creadores han decidido presentar una mezcla de los dos personajes? Habrá que estar atentos.
En cualquier caso, parece haber quedado claro que no se trata de la antagonista principal de la serie, sobre todo después de cierto giro que comentaremos después. Por el contrario, estos dos personajes han formado una alianza que promete ser fructífera: después de todo, son la misma persona, tienen personalidades muy similares y, quizás, objetivos complementarios. Sus diálogos consiguen dar siempre en el blanco, tanto en la comedia como en los momentos de drama personal.
No queremos abandonar esta discusión sobre el personaje de Sylvie sin mencionar que el hecho de que haya pasado, presumiblemente, por un cambio de sexo y de que rechace su nombre anterior, parece un intento de Disney por hacer un guiño al colectivo trans sin atreverse a decir esa palabra ni alienar a sus fans más reaccionarios. El hecho de que la serie haya confirmado de manera muy discreta que Loki es bisexual (sin que este tenga ningún interés amoroso masculino a la vista) parece confirmar esta sospecha. Teniendo en cuenta que el Loki de la mitología nórdica fue fecundado mientras estaba transformado en una yegua, el de Marvel nos parece hasta conservador.
El tiempo en sus manos… ¿para esto?
Por desgracia, no todo el episodio funciona tan bien como la química entre estos dos personajes. Lamentis es un planeta estéticamente agradable, pero sus habitantes parecen meros estereotipos en el camino de los protagonistas. Hay que hacer una suspensión de la incredulidad enorme para creer que dos dioses con miles de años a sus espaldas son derrotados tan fácilmente por unos cuantos soldados y, además, este entorno es un exponente de la principal debilidad de la serie: teniendo toda la historia del mundo a su disposición, ¿no pueden viajar los protagonistas a épocas más entretenidas? Mostrar una feria medieval en lugar de la Edad Media, una pelea en un supermercado, y tener un capítulo entero ambientado en un satélite poblado por señoras con acento tejano es una muestra del ombliguismo de los yanquis, que a veces se olvidan de que pasaron muchas cosas interesantes antes de 1776.
Sin embargo, como ya se ha comentado en análisis anteriores, el apartado visual de la serie sigue cumpliendo. Durante el comienzo del capítulo, vemos más de la estética art déco de la A.V.T, el interior de una nave en estilo retro y hasta una ciudad que, como Thor: Ragnarok, parece inspirada por los diseños de Jack Kirby. Frente a la identidad visual algo insulsa de otros productos de Marvel, al menos Loki sigue siendo un deleite para los ojos. Además, el giro final promete desarrollos interesantes de cara al futuro: finalmente, hemos descubierto que Mobius y el resto de trabajadores de la poderosa agencia temporal no han sido criados en su sede, sino que han sido reclutados contra su voluntad.
Cabe recordar que, aunque no se borra la memoria de los funcionarios de la A.V.T en los cómics, los Guardianes del Tiempo originales no son trigo limpio. En Siempre Vengadores, una de las historias más destacadas del grupo, este trío de seres provocó terribles genocidios al destruir líneas temporales que no consideraban aceptables, y el supervillano Kang se tuvo que aliar con Los Vengadores para detenerlos. Teniendo en cuenta que en Loki aparece Ravonna, su interés amoroso, es posible que los próximos capítulos estén basados parcialmente en esta trama. También es posible que, en el UCM, estos seres no existan realmente, teniendo en cuenta el secretismo que existe en torno a ellos. Si la A.V.T no es realmente lo que parece (Loki apuntaba a ello en el primer capítulo), eso explicaría por qué todos sus integrantes son humanos cuando, en teoría, deben preservar todo el universo.
Conclusión
Lamentis es un capítulo inferior a sus dos predecesores, pero sigue teniendo diálogos interesantes y hallazgos estéticos que hacen que merezca la pena. Dado que los dos Lokis han impedido que se destruya la ciudad como estaba previsto, es posible que sus perseguidores aparezcan en la próxima entrega. Quedan todavía algunas incógnitas por resolver, pero algunas piezas van cayendo en su sitio… aunque, siendo una serie con el engaño como tema central, aún nos podría sorprender.
Nos leemos la próxima semana. Un saludo y sed felices.