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Análisis de Los Winchester. Temporada 1. Episodio 12: Lágrimas de payaso

Llegamos al penúltimo episodio de la temporada de Los Winchester. Está por ver si se resolverán todas las incógnitas planteadas o las dejarán para un posible segunda temporada, algo que a la hora de escribir estas líneas aún no se ha confirmado. Os dejo con el enlace a los análisis anteriores y vamos al lío.

Lo primero a destacar es el título del episodio, Lágrimas de payaso, que remite a la muy conocida canción de 1967 The Tears Of A Clowm, de Smokey Robinson and The Miracles. Nos introducimos así en el mundo de uno de los monstruos más icónicos y míticos de la cultura norteamericana: el payaso.

Sí, amigos, los payasos dan yúyu y hay incluso una nombre para la animadversión que provocan, la coulrofobia. Antes incluso de Stephen King y su mítico Pennywise, los americanos ya tuvieron a John Wayne Gacy perpetrando atrocidades. En el episodio 2 de la segunda temporada de Sobrenatural, Everybody Loves a Clown, ya elevaron al payaso malvado a los altares de los monstruos así que no es extraño que vuelva a aparecer.

En esta ocasión, Los Winchester nos presentan a un tal Limbo, un payaso que vendió su alma a cambio de ser siempre feliz aunque para eso tenga que atrapar a unos pobres infelices en su tienda interdimensional. Para allá van Mary y John, quienes andan algo cabreados y quisquillosos desde que a él le acusaron de asesinato. Al final, será Carlos quien salvará el día al convencer a una de las primeras víctimas de Limbo de que rompa el hechizo y regrese a la realidad.

Limbo

Hola, Rowena

Mientras la Scooby pandilla anda de feria, Ada Monroe intenta buscar ayuda para deshacerse de los akrida visitando un local solo para brujas. Allí queda claro que es una bruja de andar por casa, de esas de herboristería. Lo bueno (o lo malo, según se mire) es que en el local contacta con una bruja que dice poder ayudarla. Se trata, ni más ni menos, que de Rowena MacLeod, interpretada por quien le dio vida en Sobrenatural, la actriz Ruth Connell (curiosamente la pareja en la vida real del mismísimo Dios, Rob Benedict).

Rowena

Los fans de Sobrenatural ya sabemos cómo es Rowena. Miente más que habla y no te puedes fiar de ella. Al final le da a Ada un cristal que le ayudará a acabar con los akrida a cambio de una parte de su alma. Para eso Ada ha tenido que liberar su potencial como bruja, además de darle el arbolito donde encerró a un demonio en los primeros episodios.

Rowena cree que ese demonio puede darle información sobre su hijo y todos esperamos que sí, que le diga por dónde anda escondido el bueno de Fergus y que este se deje caer por la serie porque fue el mejor villano de la original y uno de los mejores de la televisión en los últimos años. Por si hay algún despistado, el hijo de Rowena es Crowley, el alias demoníaco de Fergus Roderick MacLeod, quien vendió su alma a cambio de una polla más grande y acabó por convertirse en el rey del infierno. Con ese currículum, la Scooby pandilla no le dura ni un asalto.

Crowley

Don’t stop the music

Vamos con las canciones del episodio. Cuando Ada entra en el local brujeril suena The Viper, o sea La Víbora, canción de jazz de Paul Lenart y Bill Novick.

Al llegar a la feria suena Everybody Loves A Clown de Gary Lewis & The Playboys, canción de 1965 que, como hemos dicho, dio título a un episodio de Sobrenatural.

En resumen, ha sido uno de los episodios de Los Winchester que más miedo me ha dado. Lo del payaso da auténticos escalofríos y en este caso el tal Limbo, cuando se enfrenta a John en la sala de los espejos, da pavor. Por otro lado, el episodio es el que más me ha recordado a la serie original, con lo protagonistas en la carretera y estableciendo su base en un hotel. Incluso John adopta la costumbre de Dean de comer a todas horas.

Sin embargo, la resolución final, con la madre de John apareciendo a toda prisa para decirle que han encontrado a un testigo que dice que vio a Kyle entrar en el garaje después de llamar a la policía, no puede ser más forzada. Se nota que hay prisa por llegar al episodio final, que en los EE.UU. ya se ha emitido.

Nosotros tendremos que esperar. Nos leemos la semana que viene en el último episodio de la primera temporada de Los Winchester. Un saludo y sed felices.

Los Winchester

Pedro Pérez S.
Pedro Pérez S.
Aficionado también al cine, las series de televisión, la literatura fantástica y de ciencia ficción, a la comida, la cerveza y a todas las pequeñas cosas que nos hacen felices.
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