Peacemaker y su caterva de amigos necesitados de terapia vuelven una semana más a HBO Max con otro capítulo repleto de sangre y palabras malsonantes. Con el nombre de ‘Monkey Dory’ es muy sencillo en su historia y en el planteamiento de la misma pero nos va a dejar un ‘cliffhanger’ final muy interesante.
Aquí os dejo el resto de episodios de Peacemaker.
Monos, mariposas y rayos X
Christopher se encuentra recuperándose de la resaca de la noche anterior en la que tuvo esos flashbacks sobre la muerte de su hermano. Como ya mencioné, el cuarto episodio fue el más intimista y dramático de lo visto hasta el momento, aquí la cosa se relaja para entregarnos algo más dinámico y repleto de acción y comedia.
Ya desde la reunión antes de comenzar la misión para entrar en Glan Tai (un lugar de actividad de las mariposas) podemos ver que pese a lo divertido del Power Point, pronto van a saltar chispas entre Peacemaker y Economos debido a que este último ha inculpado al padre del primero en los sucesos de los apartamentos.
Básicamente el resto del capítulo será la infiltración en las instalaciones de las mariposas. Vigilante sigue con su tono cómico a la par que sanguinario con esa obsesión por llevarse la motosierra a la misión.
Gracias al casco de rayos X de Peacemaker el trabajo resulta más fácil pues todo acaba siendo un juego de niños al poder descubrir quien tiene una mariposa dentro. Adebayo y él forman un buen tándem, aunque esta última se dedique a disparar a quien ya ha matado Chris.
¿Un Obús atado a una granada? Un plan sin fisuras para acabar con un grupo de mariposas que tiene acorralados a Harcourt y Vigilante. Pero no toda va a salir bien, ya que no contaban con un enorme gorila poseído por uno de estos extraterrestres. ¡Un maldito gorila!
Es la entrada de Economos con la motosierra lo que salva el día y consigue que el grupo se una un poco más de cara a la recta final de temporada. ¿Qué es muy cliché? Pues sí, ya que esto lo hemos vivido en muchos largometrajes o series, pero funcionan bien aquí.
Esta situación consigue, al menos por ahora, rebajar la tensión entre Peacemaker y Economos, ya que eso era un polvorín.
Todo acaba con Harcourt creando un grupo de ‘whatsapp’ con los protagonistas al que sube una foto de ellos celebrando el éxito de la misión.
El Dragón Blanco
Por otro lado tenemos al padre de Chris que está dispuesto a demostrar que él es inocente y parece que tiene todo de su lado para conseguirlo. Gracias a la detective Song, se descubre que los testigos habían mentido y que las huellas no coinciden.
Aquí entran en juego otros poderes que, pese a esas pruebas, evitan que ‘El Dragon Blanco’ salga de la cárcel y obligan a la detective a buscar otra manera de enfocar y dirigir su investigación.
Waller y Adabayo
La hija de Waller está pasando por una momentos muy duros con su pareja debido a la presión del trabajo. No ayuda nada que su propia madre le esté haciendo encargos a espaldas del resto de compañeros.
Colocar un diario en la casa de Peacemaker es uno de ellos, aprovechando que nuestro protagonista la invita a su casa a beber un coctel que haría vomitar a una cabra.
Esos remordimientos son los que no la dejan dormir y decide ir al despacho a trabajar por la noche. Allí se encuentra Murn.
Adebayo decide probar los rayos X del casco de Chris y sorpresa, descubre que Murn es una mariposa.
Conclusión
Peacemaker está manteniendo un buen ritmo y está mejorando mientras conserva ese tono gamberro y gore que también está plasmando James Gunn.
Aunque en pequeñas dosis, vamos viendo el pasado dramático de Chris y el daño que le ha hecho su padre.
John Cerna sigue estando muy a gusto en la piel de Peacemaker y se nota, ya no solo por la parte cómica del personaje. Creo que le ha cogido la medida y nos va a entregar muy buenos momentos y más de una temporada (espero).
Poco a poco el grupo se está cohesionando y Chris se ve aceptado por primera vez en su vida. La muerte de Flag aun le pesa y quizás esta vez la cosa sea diferente.
Vamos a ver qué ocurre con Adebayo, Murn y como eso afectara al grupo si se descubre la verdad.
Muy buen episodio este quinto.
Un saludo desde el sótano de la Batcueva.