Bienvenidos a un nuevo análisis de Perry Mason, serie que entra en su recta final. Nos quedan sólo dos episodios más y parece que algunos temas se van aclarando. Por cierto, que este es el primer episodio de la temporada sin que suenen clásicos del blues o el jazz por lo que nos han dejado sin banda sonora, más allá de la original de Terence Blanchard. Os dejo con el enlace a los análisis anteriores y vamos al lío.
Capítulo 14
Empezamos el episodio con las zapatillas de Ozzie Jackson colgando de un cable de la luz. Puede que estén delimitando una zona de bandas, marcando un punto de venta de sustancias no recomendadas o un homenaje al propio Ozzie, que seguramente ha pasado a mejor vida tras la paliza que le dió Paul Drake en el episodio anterior. O puede que todo al mismo tiempo. El caso es que las zapatillas perseguirán a Drake hasta el final del episodio, frustrando su intento de dar con quién ordenó el asesinato de Brooks McCutcheon.
Mientras, el juicio sigue avanzando. El fiscal ha terminado y es el turno de Perry de intentar sembrar una duda razonable. Ha llamado a testificar a Holcomb, quien intenta librarse revelando los negocios sucios de McCutcheon. Para eso y en prueba de su buena fe, le facilita a Perry el historial de Doreen Lawson.
En el juicio, el concejal Taylor se ve acorralado y se descubre que a Brooks McCutcheon se la ponía dura el practicar la asfixia a las mujeres durante el coito. No es nada nuevo. En el tráiler ya se vio una imagen de Della con el cinturón de Brooks y en el primer episodio hay una escena de Brooks con la camarera de su casino flotante que ya indica por dónde van los tiros.
Lo de Della llevando el interrogatorio… pues vale, aceptamos pulpo como animal de compañía. Se supone que es para que las mujeres del jurado empaticen, para resaltar su papel de mujer emponderada pero a mi me ha sacado un poco de la serie. Ya hablaremos de eso cuando lleguemos al final pero si la serie se llama Perry Mason, el protagonismo debería recaer en ese personaje. De lo contrario habría que pensar en cambiarle el nombre a Perry, Della & Paul, un bufete molón.
En todo caso, el presunto móvil del concejal está muy bien de cara al jurado pero para Perry queda claro (y para nosotros también) que a Brooks se lo cargaron por sus trapicheos y que eso era lo que pretendía ocultar su padre.
Parece que Perry y Della llevan el caso bien encaminado, hasta el punto de que Rafael Gallardo se pone chulo con los guardias pero el fiscal descubre que Perry guarda el arma homicida en su caja fuerte. ¿Quién ha sido el chivato? Aquí hay que rebobinar porque las sospechas de Perry recaen en su pastelito, la señorita Ginny Aimes y si, cuando ella espera fuera es cuando Perry le dice a Della que el arma homicida está en su caja fuerte. Aunque también puede que haya sido Strickland o algún otro hombre de la fiscalía quien lo descubriese.
Escenas desenlazadas
Perry Mason siguen mostrando el viaje emocional de su trío protagonista, saltando de una escena a otra y a veces parecen no venir a cuento. Si el episodio anterior se mostraba más redondo, en este tenemos un par de situaciones que igual dan sus frutos en los episodios siguientes. O igual no. Una de ellas es el encuentro entre Della y Camilla Nygaard . Por un momento pensé que la rica petrolera iba a tirarle los tejos pero la cosa se queda un tanto al aire.
Ya está claro que Della está enamorada de Anita y que se va a vivir con ella por lo que esa escena en cuestión creo que no tiene otro objetivo que establecer al abogado Melville Phipps como el principal sospechoso de encargar el asesinato de Brooks. Ya ha dejado caer que está casado y puede que sea su mujer la adicta a las drogas que Ozzie menciona en el episodio anterior.
La escena de los Gallardo en la cárcel tampoco se entiende demasiado, como no sea la de establecer un trágico desenlace para Rafael, quien empieza a dar síntomas de no estar en su mejor momento.
Paul Drake, entre una cosa y otra, también lo está pasando mal. Las zapatillas le persiguen y parece que también el fantasma de Ozzie, lo que le lleva a una tensa situación con su mujer y con su cuñado. Queda por ver cómo se resuelve todo en los dos capítulos que quedan. Nos leemos la próxima semana. Un saludo, sed felices.