Comienzan a unirse los mundos paralelos mientras nos acercamos al final de la sexta temporada de Riverdale. Analizamos hoy el vigésimo episodio, cuyo título es Regreso a Rivervale. Sí, Rivervale: volvemos a la dimensión paralela. Creada por Roberto Aguirre-Sacasa, la serie es emitida por The CW y puede ser vista en España a través de Movistar+.
Bienvenidos una vez más, riverdaleros, a analizar una nueva entrega de Riverdale que ha traído mucha información y, sobre todo, importantes revelaciones en relación a Percival y Jughead, pero también, y especialmente, en torno a los mundos paralelos y su relación recíproca. Ello ayuda a entender buena parte de lo que veníamos viendo en la actual temporada y explica algunos sinsentidos, pero también arroja bastante desconcierto y abre más preguntas que las que cierra.
Pasemos a analizar el episodio, advirtiendo que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA y recordando que pueden echar ojo aquí a nuestros análisis anteriores. Sin más… ¡regresemos a Rivervale!
La Teoría del Big-Bang
Volvemos a comenzar con relato en off de Jughead, que esta vez, además, nos sigue acompañando de tanto en tanto a lo largo del episodio.
En casa de Archie, este y sus amigos se reúnen para diagramar estrategia en común aprovechando que Percival no sabe que han regresado de entre los muertos. Siguen preguntándose qué quiere, qué es el apocalipsis o por qué no hay en Riverdale registros previos suyos. A Jughead le extraña que los poderes especiales les hayan aparecido en coincidencia con su llegada y dice tener una teoría al respecto, pero poco firme aún para aventurarla…
Cheryl, por su parte, anoticia a Betty de que se halla en Thornhill alguien muy querido para ella, pero debe guardar calma: consejo en vano, pues apenas le muestra a su hermana Polly, cae desmayada.
Tabitha está intrigada por la teoría de Jughead, quien, en privado, se la cuenta: en un libro muy imaginativamente titulado “Parapsicología” ha hallado que, más que leer mentes, los telépatas como él suelen abrir portales hacia pasajes psíquicos. No sé bien qué significa eso, pero también le habla de su otro yo y del resto de las visitas en el búnker: cree que, sin querer, ha abierto allí un portal y existe una conexión entre la explosión, los poderes y la llegada de Percival. Está hablando, en pocas palabras, de un pasaje a otra dimensión y ello nos conduce al Rivervale del inicio de temporada…
Un Portal en el Búnker
Concentrándose, Jughead logra que un negrísimo portal se abra ante los ojos de ambos. “Hola oscuridad, mi vieja amiga…” saluda, citando la primera línea de la canción The Sound of Silence de Simon & Garfunkel para, acto seguido, invitar a Tabitha al otro lado…
Se encuentran con otro Jughead que, enfrascado en su máquina de escribir, se alarma al verles y dice que no deberían estar allí. El Jughead “real” le acusa de robarle sus historias y él replica que, después de todo, están escritas copiando lo que ocurre en Rivervale: algo así como justificarse con robarle a un ladrón, pero más allá de eso y por primera vez, la pareja oye el nombre Rivervale.
Al parecer y según les dice, ambos mundos se retroalimentan y lo que ocurre en Riverdale es replicado de modo mucho más siniestro en Rivervale pero, por alguna razón, han quedado separados desde la explosión…
La pareja quiere salir a buscar respuestas, pero Jughead- búnker intenta detenerlos: si se encuentran con sus homólogos, quedará roto el poco equilibrio que aún subiste entre ambos mundos y el caos se abalanzará sobre Rivervale justo cuando comenzaba a marchar bien y con tranquilidad.
Ellos cuestionan que el equilibrio ya está de todas formas roto al haberse encontrado ambos Jughead, pero, según les explica, él no es homólogo del Jughead-Riverdale sino una tercera versión que oficia como especie de “guardián del pasadizo” y que, con sus historias, hace de batería (tal la analogía) para mantener vivo a Rivervale. El Jughead-Rivervale, en cambio (o sea el verdero homólogo del que conocemos), se halla allá afuera. Espero que se haya entendido porque no se dan una idea de lo que me costó explicarlo: así es Riverdale, la pesadilla de los autores de reseñas…
Haciéndole caso omiso, Tabitha y Jughead-Riverdale salen y se dirigen a casa de los Blossom con la esperanza de que en ese universo sus archivos contengan más datos que en el suyo. Les abre la puerta Britta, cuyo rostro, al ver a Jughead, se enciende de emoción por tener enfrente a tan prestigioso autor de cómics: lo confunde, claro, con la versión de su mundo…
Le piden ver a Nana Rose, pero el panorama es bastante decepcionante: en ese universo y después de invocar a Abigail, la abuela Blossom se ha metido en el cuerpo de Cheryl, que ahora luce decrépita y con un globo ocular en blanco. Lo que ocurre, explica Britta, es que, con su conciencia, Rose transmitió también su cerebro senil y demente, por lo que se hace imposible hablar con ella. Jughead lo intenta con telepatía, pero cuando logra entrar en su mente, apenas encuentra un cómic deshojado y destruido: otro intento frustrado.
Antes de que se vayan, Britta pide a Jughead que le firme un ejemplar de cómic, cuyo título es SuperTeens y que tiene como protagonistas a un grupo de amigos con superpoderes que, además, combaten contra un villano llamado Percy el Perverso: las piezas van encajando… Bueno, más o menos…
La Historia de Percival
Veronica, tras su viaje al mundo de los muertos, intenta volver a hacerse cargo del casino del que, recordemos, Percival le ha destituido. Nunca estuvo al corriente de ello, así que es anoticiada por el tío Frank y el padre de Kevin mientras le cierran el paso. El lugar está extraño y hay tres guillotinas en la sala; Veronica pide hablar con Reggie, pero le dicen que está indispuesto y, mostrándole un arma, la impelen a marcharse.
Lo que no saben es que tiene acceso remoto a las cámaras de seguridad del Babylonium y así descubre que mantienen cautivos a Reggie, su padre y Kevin. Y tiene tanta puntería que justo presencia un intento de fuga que sale mal.
Percival, para esta altura alcalde de Riverdale, va a ver a Alice con la propuesta de darle una entrevista exclusiva y transmitir en vivo la ejecución de tres traidores que son, desde ya, los que tiene encerrados: se trata, dice, de inculcar el ejemplo a través del terror. Alice parece primero consternada, pero luego lo toma con naturalidad: sigue controlada por él.
En la entrevista, Percival relata haber llegado en el siglo XVI a bordo del buque Ruby Pearl, acompañado por los ancestros de Archie, Betty, Jughead y Cheryl. Más sorprendente que la edad que dice tener, es cómo hicieron para llegar navegando: nunca supimos que Riverdale tuviese costa marítima y el río Sweetwater no da impresión de ser muy navegable o, al menos, no para un barco de ese calado. Supongo que para Rivervale debe ser igual…
Pero Percival coqueteó con la brujería y fue sorprendido en los bosques cercanos por Asher Andrews (el antepasado de Archie) mientras intentaba sacrificar a una muchacha. Tras ser apresado, un tribunal le condenó a morir, siendo dejado en el bosque y en un cepo a merced de los elementos naturales.
Pero el ritual que estaba haciendo y no llegó a completar era una invocación al diablo que, admirado por su intento, acudió en la noche para ofrecerle libertad e inmortalidad a cambio de su alma.
Ya libre, solo pensó en vengarse y a tal fin marchó, más de cuatro siglos después, a la búsqueda de los descendientes de quienes le habían condenado. Pero de camino fue sorprendido en cercanías por el sonido de una explosión y comprobó que el cartel de la entrada decía ahora Riverdale. En otras palabras, todo lo que antes contó había ocurrido en Rivervale, pero en cuanto descubrió que los residentes eran versiones duplicadas de su mundo decidió, de todos modos, llevar a cabo su venganza contra ellos…
Bocas del Infierno
En el otro mundo, Jughead-Riverdale y Tabitha van en busca de Jughead-Rivervale, quien firma ejemplares de cómics en Pop´s. Para evitar desmadres peores, los Jughead no deben cruzarse entre sí ni tampoco las Tabithas, así que mientras su homóloga saca la basura, la Tabitha de Riverdale le distrae y provoca un loop temporal que la hace repetir el momento una y otra vez.
Habiendola así sacado de en medio, se introduce en Pop´s para hablar con Jughead-Rivervale que, al conocer su procedencia, se muestra complacido porque, según dice, creyó en los multiversos “desde antes que estuvieran de moda”. Jeje…
Consultado por el cómic, le muestra en exclusiva un adelanto del siguiente número, en el que los SuperTeens mueren a manos de Percy el Perverso. Cuando ella le pregunta por qué un final tan nihilista, responde que es lo que le ha mandado escribir… Lou Cypher (Oliver Rice), de quien volvemos a tener noticias tras aquel tercer episodio de esta temporada. Según cuenta, hizo un pacto con él para que le convirtiese en un historietista “tan famoso como Alan Moore” al precio de su alma y de escribir lo que le ordene.
Al ir a buscarlo, lo encuentran en el Babylonium (¿qué mejor lugar para el diablo?) y lo ponen al tanto de lo que está ocurriendo. Se sonríe al saber que Percival está en Riverdale (¿qué clase de diablo es si no lo sabía?) y su gesto pareciera evidenciar que le anda buscando, quizás por alguna deuda. Les dice que le dejaron la victoria en bandeja al mudar Pop´s, pues el local, como las antiguas iglesias, se hallaba sobre una de las bocas del infierno y cumplía la función de mantenerla cerrada…
Con la nueva información, Jughead y Tabitha deciden regresar a Riverdale pero, en el búnker y antes de cruzar el portal, se encuentran con Ethel Muggs (Shannon Purser), de quien nada sabíamos desde la cuarta temporada: en ese mundo es novia de Jughead y le recrimina ser el causante de tanto caos ya que, nos enteramos, fue el responsable de aquel llamado que Archie y Betty recibieran advirtiéndoles de la bomba en el final de la quinta temporada. Vaya revelación…
Guerra Declarada
En Thornhill y ya vuelta en sí, Betty no sale del asombro de ver a su hermana viva y hablándole. Le pide perdón por la pelea que terminó conduciendo a su triste final y por no haber sido buena hermana, además de culparse por portar el gen asesino consigo. Polly le insiste en que, a pesar de lo que piense y por mucho que le hayan metido la Ramera de Babilonia en su cabeza, es buena persona y no ha hecho nada con malicia, como tampoco tiene culpa de haberse desenamorado de Jughead. En un insólito acto de expiación y como si Betty fuera Cristo, su hermana le termina lavando los pies y, según dice, el gen está eliminado (????????).
Hay más reencuentro y charla entre hermanos: Jason le agradece a Cheryl haberle traído desde el Dulce Más Allá porque, dice, “no quería participar en la guerra”: al parecer, Augustus Pickens, el nefasto antepasado de Percival (¿o es él mismo?) está reclutando muertos para una invasión a Riverdale con el tren fantasma que se halla construyendo.
Cheryl corre a contarle a Archie. Saben que el momento clave será el paso del cometa Bailey, lo cual les da algunos días. El plan es volar las vías del tren, pero Veronica cae con la noticia de que Percival mantiene cautivos a Kevin y los Mantle, por lo que se impone liberarlos antes de hacer nada. Por suerte, Jughead y Tabitha ya están de regreso y él tiene ahora la habilidad de abrir portales, así que le basta crear uno para rescatarlos. Archie vuela entonces las vías del tren y camina hacia la cámara en clara parodia a tanto lugar común de filmes de acción.
Los jóvenes se reúnen para celebrar lo que consideran una pequeña victoria en apenas una escaramuza previa a la guerra que se viene. Sin embargo, Percival siempre tiene alguna carta por jugar y les hace llegar a sus móviles una imagen en que se ve a Alice, Frank y el padre de Kevin con los ojos vendados en espera de ser guillotinados…
Como cierre, el relato de Jughead nos cuenta en off que la guerra había llegado a Riverdale y Percival la había comenzado…
BALANCE DEL EPISODIO
Bueno, hemos regresado a Rivervale, que se termina tocando con Riverdale cuando, al menos yo había pensado que era solo un desarrollo paralelo para celebrar los cien episodios de la serie. Ahora sabemos que ambos mundos están interconectados y se alimentan entre sí, lo cual da algo de lógica a lo que hemos venido viendo en la temporada después de aquellos cinco episodios iniciales. En su momento dije que ese mundo, con su magia y sus reglas particulares, daba sentido a muchos disparates de la serie y, ahora que lo sabemos conectado con el principal, lo mismo puede hacerse extensivo a toda la temporada.
Tampoco es que pase a tener sentido todo. No consigo, por ejemplo, determinar qué tan sincronizadas van las líneas temporales de ambos mundos: ha reaparecido Cyphre, a quien creíamos fuera de carrera después de que Tabitha le diera a beber las Lágrimas de la Virgen María, pero ahora le vemos cómodamente acodado a la barra del Babylonium del otro mundo y hasta ganándole una partida de ajedrez al ángel Rafael. ¿Transcurre esto antes que aquello? Y si no es así, ¿cómo volvió al ruedo?
Por otra parte, Hiram sigue teniendo presencia en la serie pues, sin enterarse, ha tenido responsabilidad en la separación de los universos. Y aquí también cabe una pregunta: ¿cómo lo hizo con una simple bomba? ¿Qué tuvo de particular esa explosión? Sigo aguardando una explicación al respecto y tampoco me queda muy claro el rol del Jughead del búnker (más allá de ser la “batería” de Rivervale) ni por qué estaba al tanto del explosivo colocado por Hiram. ¿Quiso salvar a Betty por algún resabio del pasado? Eso parece incriminarle Ethel, pero él manifiesta haberlo hecho por sus amigos y se me ocurre que ambas cosas son ciertas…
Por fin sabemos por qúe no había datos sobre Percival Pickens en el pasado de Riverdale. ¿Significa ello que solo existió en el mundo paralelo o también en Riverdale? Si ha obtenido del diablo el don de la inmortalidad, ¿en qué lugar queda Augustus Pickens? ¿Antepasado o descendiente? ¿O es él mismo? Los vínculos familiares de Percival siguen poco claros y nos duele la cabeza al intentar desbrozarlos: ojalá los dos episodios que nos quedan aporten más luz…
Con respecto al cliffhanger, no termino de entender si los tres prisioneros ya han sido ajusticiados, van camino de serlo o si es una trampa para atraer a Archie y los suyos. ¿Y qué pasa con el Asesino de la Bolsa de Plástico? Le vemos permanentemente en sueños o visiones de Betty, pero seguimos sin saber quién era o si realmente murió…
En fin, demasiadas preguntas. Creo que han querido soltar demasiada información en un solo capítulo y ello devino en una gran confusión, más allá de que empiecen a cobrar algún sentido ciertas subtramas. Y, una vez más, la serie tiene algunos de sus mejores momentos cuando se sabe reír de sí misma: el Jughead de Rivervale dice que creía en los multiversos antes de que se pusieran de moda, pero resulta que la propia serie ha sucumbido a esa moda al introducirlos…
En resumen, episodio entretenido pero confuso y urgen respuestas más certeras a muchos interrogantes a la vista de que solo quedan dos. A ver qué revelaciones nos trae el siguiente que, a juzgar por el avance, viene con mucha adrenalina. Hasta entonces y sean felices…