Y llegó el final de la quinta temporada. Analizamos hoy el episodio 19, cuyo intrigante y sugestivo título es Riverdale: RIP? La serie, creada por Roberto Aguirre-Sacasa, es emitida por The CW y puede ser vista en España a través de Movistar+.
Bienvenidos una vez más a un nuevo análisis de Riverdale, hoy para analizar el cierre de temporada que, acorde con el tono general de la misma, no estuvo exento de disparates argumentales pero logró reacomodar varias cosas para acabar con la fragmentación y volver a vertebrar la historia. El episodio es el decimonoveno de la quinta temporada o, si lo prefieren, capítulo 95 del listado total; ya mismo pasamos a analizarlo, no sin antes advertir que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA ni dejar de recordarles que pueden leer aquí nuestros análisis anteriores.
Volver a Casa
Habíamos hablado dos episodios atrás sobre la permanente referencia de la serie a la obra de Stephen King. Casi como reafirmándolo, el que nos ocupa se inicia con el clásico parlamento inicial de Jughead que veníamos extrañando en las últimas entregas y en el cual afirma que el regreso a Riverdale ha sido para cada uno de ellos como el de los protagonistas de It: volver a enfrentar monstruos que, en definitiva, son ellos mismos.
A Veronica se le complican sus planes de volver a Wall Street: el hecho de haber matado a su ex esposo, aunque más no fuera en defensa propia, parece espantar a operadores e inversores a los que razón no les falta. Aun cuando nadie lamentó la muerte del tóxico, era hora de que dejara alguna secuela porque a Veronica la veníamos viendo muy tranquila.
Pero Reggie, ya para esta altura su mejor socio, propone una alternativa que parece sacada de Ozark: montar un casino allí mismo en Riverdale. No es la primera vez que se percibe una referencia a dicha serie: en algún momento habíamos tenido una más directa acerca de que parecían estar viviendo un episodio de Ozark. Por cierto, si no han visto tan excelente serie, se las recomiendo y, si lo desean, pueden leer en esta web los análisis a cargo de un servidor.
Con Betty me pierdo un poco más. Al menos yo la recuerdo desafectada del FBI, pero ahora parece que se ha graduado como agente (¿no lo estaba entonces?) y se le ha ofrecido reabrir sede de la agencia en Riverdale (¿había antes una entonces?). Eso sí: recibe un llamado que no es una felicitación sino una intimidación por parte del súbitamente reaparecido Asesino de la Bolsa de Plástico, cuyo mayor misterio es por qué usa máscara para hablar por teléfono.
En cuanto a Jughead, el director Weatherbee le ha ofrecido ponerse al frente del relanzamiento del periódico del colegio: el Blue & Gold. De este modo, pareciera que el destino de nuestros protagonistas vuelve a asentarse en Riverdale tras la dispersión posterior al salto temporal.
Fuego en Riverdale
Los Guls, banda de motociclistas enemiga de las Serpientes, vuelven a dar noticias cuando uno de ellos arroja una bomba molotov contra Pop´s y provoca un incendio. Archie y su cuerpo de bomberos encuentran pinchadas las cubiertas del camión, lo cual retrasa su llegada.
Tabitha está devastada y, para colmo de males, carece de cobertura de seguro por haber estado privilegiando los sueldos de sus empleados. Archie lamenta no haber llegado a tiempo: ella le dice que de no ser por ellos no hubiera quedado absolutamente nada.
A propósito: no sé ustedes, pero yo al local lo veo bastante bien y apenas chamuscado; el nivel de daño no se corresponde con la tremenda conflagración que nos mostraron. Lo bueno es que volvemos a ver a Pop, regresado a Riverdale desde Florida, para ayudar a su nieta en la reconstrucción.
Veronica cree advertir en el asunto la mano de su padre y no es que sea muy astuta: el propio Hiram, a través de su periódico, se entrega en bandeja al celebrar estúpidamente el hecho por ser Pop´s un símbolo del pasado y compara el hecho con el meteoro que borró a los dinosaurios de la faz de la Tierra. Digamos que ni siquiera maneja los códigos mafiosos: hay que llorar a las víctimas que uno mata…
La cosa no queda sin venganza: Jughead y Tabitha, cual comando terrorista, van en plena noche e incendian las oficinas del Lodger Ledge para besarse luego con las llamas como fondo. Ya se los dije: en esta serie hay más incendios que en Estación 19.
Capturado el gul y sometido al tipo de interrogatorio de que Betty y Veronica vienen hace rato haciendo gala, confiesa haber recibido órdenes de Hiram, que les prometió recuperar el control de la zona en detrimento de las Serpientes, a quienes acusa de haberse ablandado, manejar camiones y criar bebés (???).
Hiram es detenido, pero necesitan algo contundente en su contra. Revisando sus archivos, Veronica encuentra que está queriendo sumar las tierras desincorporadas a su comunidad de SoDale, lo cual incluye no solo los terrenos de Riverdale sino también las minas de paladio bajo la arboleda de los Blossom.
O sea: esta chica sigue sin contarnos nada que nos sorprenda; mucho más interesante es el aporte de Reggie, quien les facilita un pendrive con la filmación de seguridad del hospital en que se ve a Hiram matando a Vittorio Alto, el mafioso que asesinara a su padre Javier (temporada 5, episodio 12). Queda claro que Reggie no hizo desaparecer ese material como se le había ordenado.
Teniendo tal elemento de presión, llevan a Hiram a los bosques en plena noche con la cabeza cubierta (¿para qué?) y cuando este les ve a todos apuntándole con armas de fuego (Cheryl con su arco), piensa que se trata de una ejecución pública: justicia popular, digamos. Sin embargo, lo que hacen es mostrarle en un notebook la filmación que lo incrimina e inclusive le confirman que fue Reggie quien se las facilitó (no debieron hacerlo, recuérdenlo).
Puesto entre la espada y la pared, Hiram es impelido por su propia hija a marcharse del lugar con una mano atrás y otra adelante, sin bienes ni posesiones; poco importa que, en un intento desesperado, trate de invocar el vínculo familiar. No sé: Veronica sigue metiendo la pata y, una vez más, se está fiando de que el coyote se rinda fácilmente y no vuelva a las andadas.
Más Fuego en Riverdale
La mina de Cheryl sigue funcionando después del atentado, ya no con Archie y su equipo sino con la propia pelirroja que, cada tanto, deja pico y casco para maquillarse. A la par, trabaja su flamante discípula Britta: ahora vemos por qué tanto interés en tomarla a cargo, aunque hay que decir que a la jovencita se la ve encantada con su faena y hasta dice que le sirve como entrenamiento para el fútbol americano (???).
La cuestión es que ambas encuentran unos cuantos huesos humanos que, horrorizadas, le llevan a Nana Rose, la buena abuelita que siempre tiene una linda historia para contarnos. Y esta vez se fue bien lejos: hasta 1890, para hablarnos de Abigail Blossom, antecesora de Cheryl que, al igual que esta, tomaba a su cargo a muchachas en problemas para educarlas y reinsertarlas.
Y aquí viene el momento Brujas de Salem pues, según cuenta, el descubrimiento de paladio en sus tierras hizo que los vecinos, en su codicia, la acusaran de brujería para librarse de ella y ya en aquellos tiempos todo se arreglaba con fuego: fue quemada en la hoguera no sin que antes pronunciara una maldición contra todos.
No es casual el nombre de la supuesta bruja en referencia a los tristemente célebres procesos de Salem, Massachusetts, aunque con roles cambiados: Abigail Williams no estuvo entre las ajusticiadas sino que fue una de las acusadoras que generó la locura.
El dato a destacar es que los vecinos inquisidores del momento fueron antepasados de Archie, Jughead y Betty (la familia de Veronica se radicó en Riverdale más recientemente y sorprende que los guionistas lo hayan recordado). Los huesos hallados son los de los vecinos que murieron al derrumbarse la mina como consecuencia de la maldición.
Enfurecida y acompañada por Britta, que ahora la sigue como perrito faldero, Cheryl va en busca de sus amigos para exigir una disculpa pública que redima a su tatara-no-sé-qué. El problema es que irrumpe cuando están tratando de refundar Riverdale y necesitan apoyo popular: introducir una cuestión del pasado como esa generaría diferencias contraproducentes en un momento que requiere consenso. Por otra parte, ellos acaban de anoticiarse de los sucesos de 1890 y consideran, con bastante razón, que no pueden responder por los actos de sus ancestros.
Cheryl se marcha aún más furiosa que antes y los vecinos se reúnen en asamblea por la refundación de la ciudad y correspondiente designación de autoridades. La misma, por supuesto, se realiza en el gimnasio-cuartel de bomberos (¿dónde más?), pero lo llamativo es que no parece haber más de treinta y pico de personas: ¿son esos todos los vecinos de Riverdale? Si no es así, se me antoja una democracia bastante corporativa.
Sea como sea, dejan constituido el nuevo gobierno comunal que, a propuesta de Archie, queda compuesto por Toni, Tabitha, Alice y Frank. A ver, vamos uno por uno: Toni ya dejó muy atrás su pasado como Serpiente y ahora es madre ejemplar, así que aprueba; Tabitha no tiene tacha alguna, pero… ¿Alice? ¿No viene de una esquizofrenia galopante en el episodio anterior? ¿Y el tío Frank? ¿No tiene un pasado delictivo y acaba de salir de la cárcel bajo supuesto indulto del gobernador? En fin… es lo que hay. ¡Y es Riverdale!
La Maldición de los Blossom
Despechada, Cheryl vuelve con Nana Rose. No sé: yo le hubiera dado lo que pedía; ya sabemos que en esa casa siempre hay conjuros paganos y cosas extrañas. Dicho y hecho: la abuelita le entrega en mano un texto para que lea las últimas palabras de Abigail Blossom antes de ser quemada, es decir la maldición. Apenas las pronuncia, un viento sobrenatural se alza sobre Riverdale…
Por otra parte, el episodio está lleno de parejas nuevas y no tan nuevas: lo que veníamos sospechando de Veronica y Reggie ya es oficial y lo confirma un beso tan pasional como el de Jughead y Tabitha con las llamas de fondo.
¿Qué pasa con Archie? Obvio: vuelve por Betty. La diferencia es que esta vez no quiere la relación de amigos con derecho a roce sino algo más formal, todo ello mientras ambos protagonizan consabida escena íntima para fanservice. Alguien debería avisarle a la producción que los vaivenes sentimentales del pelirrojo ya no le interesan a nadie.
Lo inesperado es que, a punto de concretar el acto, oyen un tic-tac debajo de la cama y es una bomba de tiempo. ¿Alguien podía realmente pensar que Hiram se marcharía cabizbajo y vencido? Fiel a su estilo, atiende la cuenta regresiva y una sonrisa se dibuja en su rostro mientras pone en marcha el auto y vemos una explosión a lo lejos.
Balance de Temporada
Aunque volvió a mostrar falencias que se vienen repitiendo, tuvimos un episodio de cierre bastante potable y digno para una temporada muy irregular en la que ha habido momentos muy emotivos y hasta tristes, como la graduación y despedida, el adiós de Pop, la muerte en off de Vegas, la terrible noticia sobre Polly y ni qué hablar del que quizás haya sido el mejor episodio de toda la temporada, en que conocimos el pasado de Hiram.
Pero Riverdale siempre muestra paradojas y contradicciones: así como estuvo llena de emoción la separación del grupo en el episodio 3, el reencuentro en el siguiente estuvo desaprovechado y fue casi un témpano en invierno.
Quizás no haya sido la mejor decisión fragmentar la historia tras el salto temporal. O podría haberlo sido si las cosas se hubieran llevado uniendo las distintas historias personales en un todo coherente. Pero no: se plantearon casi enteramente por separado y se cerraron del mismo modo.
Atendiendo a eso, no deja de ser auspicioso que hayan, en este episodio final, vuelto a unir los caminos y, según se avizora, plantear una historia más coherente y vertebrada en Riverdale.
Vuelvo a las paradojas de la serie: a pesar de todos los disparates e incongruencias, sigue siendo tremendamente entretenida y en ningún momento desalienta a seguir viendo: siempre nos genera intriga por lo que venga o por cómo se resuelvan los enigmas planteados. No es poca cosa mantener el interés después de cinco temporadas. Eso sí: los sentimientos pendulares de Archie ya cansaron, pero por suerte hay otras subtramas para seguir.
Tabitha se ha revelado como un personaje fuerte e interesante (por favor, que reaparezca su padre), Cheryl siempre lo fue y han ganado peso Fangs y Reggie, cuyas motivaciones conocemos ahora mejor. Punto a favor también para el regreso de Toni en estos últimos episodios.
No sé si se han dado cuenta, pero en todo el párrafo anterior no hemos mencionado a ninguno de los cuatro principales y eso quiere decir algo: no fueron sus historias personales las que más interés generaron y cuando amagaron hacerlo, se ahogaron muy pronto y de manera poco convincente.
El cliffhanger del final es brutal y nos hace esperar que la sexta temporada llegue pronto y aquí va la gran noticia porque lo hará antes de lo esperado. Cuando hace algunos meses se hablaba de sexta temporada en noviembre, sonaba vago y poco fundado, pero es así: el 16, más concretamente, se estrena en Estados Unidos.
Sin embargo, hay que hacer algunas aclaraciones. Lo que veremos desde entonces y hasta fin de año no será una temporada completa en el sentido convencional, sino un evento de cinco episodios en los que la noticia es, sin duda, el esperado y prometido crossover con Sabrina, ahora que la serie centrada en la bruja adolescente ha sido cancelada por Netflix.
Aun cuando la cuarta temporada de Las Escalofriantes Aventuras de Sabrina haya tenido un cierre, lo concreto es que Roberto Aguirre-Sacasa (autor, además, de los cómics en que se basa) pretendía cruzar a ambas series en una hipotética quinta temporada que nunca llegó. Pues bien: la historia de brujería con la maldición lanzada por Cheryl en este último episodio de Riverdale da el pie justo para que Sabrina Spellman entre en la serie y, de algún modo, matemos dos pájaros de un tiro ya que yo venía pidiendo un spin-off basado en los Blossom que, en cierta forma, tendremos: en el tráiler no hay, por ejemplo, noticias de Archie ni de Betty.
¿Pero qué ocurrirá tras esos cinco episodios? Se me ocurre que la temporada quedará pendiente de continuación y, esta vez sí, tendremos que esperar. No sería raro, por cierto, que usaran este evento como despedida para Cheryl si realmente es cierto que Madelaine Petsch deja la serie por compromisos contractuales cinematográficos.
¿Será entonces después del sexto episodio que se comiencen a responder muchos interrogantes de este final de temporada? ¿Qué ha sido de Archie y Betty tras la explosión? ¿Conoceremos finalmente al Asesino de la Bolsa de Plástico? ¿Habrá alguna revelación impactante con respecto a su identidad?
Tal vez no nos quede otra que seguir esperando para hallar las respuestas. De momento, no es para menospreciar que tengamos cinco episodios de regalo antes de fin de año en los cuales, obviamente, la trama girará hacia lo fantástico o el terror.
Estaremos, seguramente, aquí para analizarlos. Mientras tanto, gracias por hacerme compañía durante toda esta temporada, aunque hayan comentado muy poco (pueden empezar a cambiar eso ya mismo, ja); les espero en la siguiente y será bien pronto.
Hasta entonces y sean felices…