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Análisis de Sé lo que hicisteis el Último Verano. Temporada 1. Episodio 5

Quinto episodio de Sé lo que hicisteis el Último Verano, serie de Prime Video que, creada por Sara Goodman, se inspira, aunque muy lejanamente, en la novela homónima de Lois Duncan.

Bienvenidos a un nuevo encuentro con Sé lo que hicisteis el Último Verano y hay que decir que la serie se va poniendo interesante o, por lo menos, nos mantiene en suspenso y expectantes de lo que venga. Aparecieron en este episodio muchos secretos del pasado de los personajes y de la comunidad en una madeja que se presenta cada vez más complicada.

Pasemos ya mismo a analizarlo advirtiendo que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA y si no leyeron nuestro análisis de los cuatro primeros episodios, pueden hacerlo aquí.

Arañas y Pornografía

Comenzamos con una secuencia de imágenes en que Margot, la adicta a Instagram, se filma a sí misma comiendo en el baño: bastante asquerosa, por cierto. Eso se llama mukbang y así es como, precisamente, se titula el episodio. Su patología es por ahora un misterio para nosotros, pero se nota que carga con síntomas depresivos propios de niña rica y su madre no solo lo sabe, sino que además está preocupada por ella. Si esta historia tendrá relación con los asesinatos, es algo que aún no sabemos y la serie ya tiene varias subtramas que, de momento, parecen desconectadas.

En el ayuntamiento, una asamblea de vecinos debate sobre los recientes sucesos y no es para menos: cuatro personas asesinadas en cuestión de días. La discusión general es airada, al punto que la oficial Lyla discute con su propia madre y muchos apuntan contra Clara Weathers (Brooke Bloom), clásica ermitaña de pueblo chico que, por lo que se sabe, ha integrado o liderado en el pasado un extraño culto sobre el cual aún poco sabemos.

La cosa se sigue complicando: una compañera de Doug que, al parecer, estaba enamorada de él y, de hecho, tiene sus mismas obsesiones, ha descubierto en los cadáveres la presencia de arañas lobo que no se corresponden con la fauna local sino con el Ártico y que, además… devoran cerebros. Por cierto, esas arañitas existen y en los últimos tiempos se han convertido en foco de interés científico porque, al parecer, el cambio climático las está llevando al canibalismo: hasta donde sé, de comer cerebros nada…

Además, se descubre que Lennon tenía, a nombre de Alison, una cuenta en la cual ofrecía por Internet pornografía de sí misma, teniendo a Dale, uno de los jóvenes asesinados, como principal suscriptor. Me cuesta determinar si allí no habrá truco y la cuenta no pertenecería realmente a Alison: tener en la historia a dos hermanas gemelas interpretadas por la misma actriz es siempre un buen escenario para el engaño.

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Sin Redención

Me gustó la secuencia de los interrogatorios policiales en que desfilan quienes conocieron a Alison (Lennon) y parece que se contestaran entre sí cuando están siendo interrogados por separado: ninguno admite haber visitado la página de internet, aunque el semblante de Dylan pareciera evidenciar que él sí. O quizás sea el único que no sabe mentir.

En todo caso, salta a ojos vista que estuvo y está enamorado de Alison, al punto que va a la cueva para grabar su nombre con un cuchillo. Está en eso cuando se aparece en el lugar Clara y él asocia su sonido al llegar con el mismo que oyera la noche en que dejaron allí el cuerpo de Alison y que asociaron con ratas: ahora sabe que no.

Clara, para no ser menos, lleva también un cuchillo en mano… y más grande. Sin ser específica pero igualmente escalofriante, le dice algo así como que lo vio aquella vez para luego, con tono mesiánico, soltar que no hay redención posible en esta vida. Si antes Clara era sospechosa, ahora lo es mucho más, por lo que, huyendo aterrado, Dylan va a contarles a los demás su experiencia.

Un Pasado Turbio

Como si fueran la mismísima Mystery Incorported de Scooby-Doo, los jóvenes deciden ir a investigar la casa de Clara sabiendo que no está. La misma se halla en medio de una villa fantasma de desvencijadas viviendas de madera que alguna vez formaron una comunidad religiosa. No sabemos exactamente qué tragedia se cocinó allí, pero la sensación es que ocurrió algo grande, tal vez un suicidio en masa o algo parecido: de hecho, el asentamiento remite bastante a Jonestown, la comunidad de Guyana en la que, a finales de los setenta, se suicidaron casi mil personas.

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El lugar, cuyo vallado trasponen, da miedo verdaderamente: hay insectos en formol, arañas lobo y… un machete ensartado en el tocón de un árbol. Para colmo, parece que allí fue hallado un niño desaparecido al que le habían amputado una pierna.

Digamos que es el sitio del que cualquiera huiría raudamente, pero esto es slasher y, como tal, estamos ante jóvenes imprudentes que hacen cosas que uno no haría, pero lo bueno es que, ahora sí, la serie pareciera no tomarse a sí misma tan en serio: “es el ABC de las películas de terror: no vayas a la casa del asesino”, se queja Margot antes de entrar, mientras Riley sentencia que solo los dementes dejan su casa abierta y no sin razón, teme el regreso de Clara, pero el resto, y especialmente Alison, están obsesionados con hallar pruebas que la incriminen.

Dylan sigue atenazado por las culpas y discute con Riley, a quien remarca lo diferentes que son, en clara referencia al ocultamiento que ella, con tanta naturalidad, asumió tras la muerte de (supuestamente) Alison. Con mucho de razón (una vez más), ella le replica que es gracias a sus mentiras qué el sigue teniendo una vida: golazo de media cancha.

A propósito de Alison, Margot confiesa en privado a Riley que la encuentra extraña (a Lennon, digamos), lo cual nos da la pauta de que quizás pronto se dé cuenta que no es quien dice ser. Por cierto, los flashbacks de la fiesta de graduación siguen arrojando información nueva y ahora sabemos que esa noche Lennon discutió con su padre Bruce sobre algo que él insistía en que era necesario mantenerle oculto a Alison.

No sabemos qué es, pero parece que Lennon ya no podía ni quería seguir ocultándolo y amenazó a su padre con contarle la verdad a su hermana. Él la echó del vehículo dejándola en la carretera en plena noche, justo antes de que fuera arrollada por sus amigos y su hermana.

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La temida noche ha llegado y los jóvenes siguen en casa de Clara. Alison ha encontrado fotografías de la antigua comunidad, pero también algunas de casamiento que muestran a la dueña de casa junto a su padre: una nueva y misteriosa revelación, aunque ella no parece tan sorprendida.

En eso están cuando llega Clara. Advertidas por Dylan desde afuera, Riley logra salir de la casa pero Alison, entretenida tomando fotos, queda adentro y debe ocultarse mientras Clara encuentra abierto su álbum de fotos y va por un arma.

Dylan logra introducirse en la casa y ayuda a Alison a salir. De Clara ya no volvemos a saber nada, pero la última escena muestra el machete fuera de lugar y con sangre fresca mientras se oye una jadeante voz femenina.

Balance del Episodio

Aun con todas sus falencias, la historia va cobrando interés. Les había dicho en el análisis anterior que la serie decantaba más hacia el slasher que hacia el thriller, pero este episodio no parece encajar en ello o bien nos muestra un cambio de rumbo, ya que, no vimos morir a nadie y sin embargo la trama ganó en suspenso aproximándose a un whodunit.

Sigue, desde luego, pecando de diálogos flojos y subtramas que, por lo menos hasta aquí, se ven improductivas o quizás cumplan con la función de desviar nuestra atención. Pero se van sumando enigmas cuya interrelación aún se nos escapa, como las arañas, el secreto de Bruce, el sitio pornográfico y lo ocurrido con la secta.

Las sospechas parecieron, en este episodio, encaminarse hacia Clara pero, a decir verdad, las arañas y el machete, sumados a su escabroso pasado en un extraño culto, son elementos que se demasiado obvios y que, tal como antes ocurriera con Dylan, parecen más bien querer engañarnos. De hecho, no sabemos qué pasó en esa escena final: ¿Clara atacó con el machete a alguien o fue al revés?

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El pasado de Bruce, por otra parte, se presenta cada vez más comprometedor y lleno de secretos. “Finges ser el mejor papá del mundo y eres una mentira”, le espetó Lennon antes de bajarse del vehículo; hasta dijo entender a su madre en aparente referencia al suicidio. Pero el hecho de que Bruce quisiese mantener algo oculto hace que ya no podamos verlo como inocente: puede no ser el asesino, pero seguro que no es inocente.

Sigo sosteniendo que hay algo que aún no nos dicen con respecto a la conformación familiar y, en particular, de las hermanas, pero continuaré mordiéndome la lengua (o los dedos) para no arruinar nada y, como dije, lo diré llegado el momento si estaba equivocado. De momento, prefiero callar.

Las actuaciones siguen siendo desparejas y creo que en este episodio se han exacerbado, tanto por un extremo como por el otro. Es que en la medida que la trama avanza y salen a luz traumas, conflictos y culpas, el elenco se ve cada vez más exigido y siguen siendo

Madison Iseman (Alison/Lennon) y Brianne Tju (Margot) las que más airosas salen del reto; digno también lo de Ashley Moore (Riley), que sabe desenvolverse dentro de sus límites y no es poca cosa. En cambio, Ezequiel Goodman (Dylan) comienza a mostrar que el personaje le queda grande y si dejé para el final a Bill Heck (papá Bruce) es porque creo que debería reconsiderar lo de dedicarse a cine para adultos, más ahora que el tema apareció en la serie.

Creo que el episodio aprueba: la trama entretiene y lleva a seguirla, además de que la serie parece, ahora, mostrar un camino. Hay subtramas que sigo sin entender adónde llevan (como el interrogatorio a la esposa del entrenador muerto que nos mostraran en la entrega anterior), pero abrigo la esperanza de que en la mitad de temporada que nos queda las vayan entrelazando o, al menos, dándoles sentido.

Será hasta la próxima. Gracias por leer y sean felices…

Rodolfo Del Bene
Rodolfo Del Bene
Soy profesor de historia graduado en la Universidad Nacional de La Plata. Entusiasta del cine, los cómics, la literatura, las series, la ciencia ficción y demás cosas que ayuden a mantener mi cerebro lo suficientemente alienado y trastornado.
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2 COMENTARIOS

    • Hola Lucía, gracias por comentar! Se va poniendo interesante. Al principio tampoco me convencía demasiado pero, por lo menos, ahora hay una trama que crea intriga y a pesar de algunas fallas, deja con ganas de ver cómo sigue. Cuéntame luego qué te pareció. Un saludo y gracias nuevamente!

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