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Análisis de Snowpiercer. Temporada 2. Capítulo 9

Bienvenidos a la segunda temporada de Snowpiercer. El show de Netflix está de nuevo en pantalla con algunas sorpresas. Abróchense los cinturones que el Rompenieves está listo para seguir girando por la gélida Tierra.

Para ver los análisis anteriores pincha aquí.

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Vimos el primer episodio con Wilford como líder total del Snowpiercer. Y a decir verdad, fue casi como lo podíamos imaginar: mucha crueldad, frialdad y una falta de empatía total. Sabíamos como era el creador del tren, y no fue sorpresa para nada su forma de manejar los 1024 vagones.

Wilford usa una técnica milenaria para su gobierno, una técnica que utilizaron muchos de los grandes emperadores de la historia: el miedo. Tan simple como eso. A través de él, del terror, trata demostrar poder, respeto y temor. Solo logrando lo último.

En este contexto de un flamante gobierno, también de cambios y novedades constantes, Wilford va acomodando todo a su antojo. Personal sacado y cambiado de sus puestos de trabajo, habilitaciones de nuevos vagones y una estabilidad social que parece la calma que antecede al temporal.

Con este marco anda Wilford, pero también Layton que ha sido deportado a los más oscuros y asquerosos lugares del Big Alice. El ex líder ya no está, pero si su legado y sus convicciones que no murieron, están mas vivas que nunca. Está en sus seguidores más cercanos y en la gente que está viviendo de cerca las acciones del supuesto salvador.

A pesar de ver estos movimientos políticos e ideológicos, no podían faltar las escenas absurdas. En este caso le tocó al gran actor Sean Bean (que personifica a Wilford), que con un ingreso estúpido en una inauguración de un vagón de juegos se llevó todos los signos de pregunta, ¿qué es esto que estamos viendo? ¿Qué tiene que ver con la historia?. Algo que no tiene ninguna lógica en la serie, algo totalmente descolgado. Pareciera que estas escenas tontas les deben tocar a todos los actores, hasta a los más laureados como el ex Juego de Tronos.

Con un Snowpiercer aún acomodándose a su nuevo líder, Wilford pide un censo de la totalidad de los pasajeros. A través de este quiere reducir una gran parte de la población como lo hizo en el Big Alice. En dicho tren, el asesinato fue muy impactante reduciendo la mitad de la población, pasando de ser 200 a tan solo 100.

Los cambios son constantes y quiere que toda la gente que estuvo y apoyó a Andre Layton vean de lo que es capaz sino responden a sus órdenes. Los saca de sus antiguos empleos para darles nuevas labores. Destruye todo lo anterior para construir un nuevo imperio, su imperio.

Snowpiercer

Con Layton deportado fuera del alcance de todos y no sabiendo nada de Melanie desde hace más de diez días, todo es desesperanza para Ruth, Bess Till, Bennett y Zarah que son los que más contacto tienen con Wilford. Hasta se puso en contra de su mimada Alex, pensando que la guerra estaba ganada…

Pero al final de esta novena entrega se da un giro importante en la historia: Melanie estableció comunicación con Javi en el Big Alice, y Layton junto con Ruth (también deportada por negarse a las órdenes de Wilford) están listos y agazapados para tomar de nuevo el tren. La ingeniera era la luz de esperanza que necesitaban.

Conclusiones

Habrá una nueva guerra en el episodio diez, en el último de esa segunda temporada de Snowpiercer. La señal de Melanie fue mucho más que una señal de vida. Fue una luz de esperanza, fue el valor y la fuerza que necesitaba un pueblo para levantarse y volver a luchar por lo que cree justo.

Una lástima que no podamos ver como es el Snowpiercer con Wilford como líder. Solo vimos indicios. Solo un episodio para volver a tener una guerra por el poder de los 1024 vagones.

Este noveno y penúltimo capítulo sirvió como nexo para dejar todo listo para el gran final. Los bandos están formados: por un lado Layton, Melanie y hasta Alex, y del otro Wilford con todo un ejército listo para la gran batalla.

Saludos y sed felices.

 

Javier Vergara
Javier Vergara
Periodista deportivo. Futbolista frustrado. Amante del asado y el buen vino. Dentro de lo menos importante que tiene la vida, lo mas importante son las series, cine, libros y fútbol.
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