Llegamos a la mitad de esta temporada final de Star Trek: Discovery y analizamos el quinto episodio titulado Espejos. La serie, creada por Bryan Fuller y Alex Kurtzman, puede ser vista por Skyshowtime para España y por Paramount+ para América Latina.
Hola otra vez, trekkies y no tan trekkies. Bienvenidos a un nuevo análisis de Star Trek: Discovery que en este caso corresponde al quinto episodio y marca por lo tanto la mitad de esta quinta y última temporada. Siguiendo las reconexiones con la franquicia, volvemos a tener noticias del Universo Espejo e incluso, después de mucho tiempo, de la ISS Enterprise (la versión refleja que apareciera en la serie original, ¿recuerdan?), así como también conocemos por fin el aspecto de los brenn, una especie de la cual habíamos oído hablar varias veces a lo largo de la franquicia, pero que aún no habíamos visto en su apariencia física.
Vemos también a Rayner comenzar a poner en práctica lo aprendido en el episodio anterior y, después de dos entregas con escasa presencia, vuelven a tener papel esencial Moll y L’ak que, a través de flashbacks, nos hacen conocer el pasado que les une.
Hay mucho por lo tanto para reseñar y analizar, así que mejor comenzar ya mismo, no sin antes advertir que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA ni dejar de recordar que pueden leer aquí nuestros análisis anteriores.
Espacio Interdimensional
Comenzamos con Book viendo la imagen de Moll en sus respectivas versiones niña y adulta. Reflexiona acerca del valor de las decisiones y de que Cleveland Booker IV salvó su vida, por lo cual considera tener una deuda moral con su mentor y lo mínimo que puede hacer es salvar ahora la vida de su hija.
Entretanto, el rastro de Moll y L’ak ha llevado a la Discovery a una anomalía espacial que Stamets identifica como especie de agujero de gusano: una puerta hacia el espacio interdimensional (es decir, al universo entre universos) que al parecer la pareja fugitiva habría cruzado en busca de la tercera pista (vaya que ha sido bien escondida). El problema es que el agujero se expande y se cierra alternadamente, por lo que la Discovery no puede pasar y hay que recurrir a una lanzadera.
Michael se ofrece a pilotarla y requiere a Book para acompañarla por ser el único que puede conectar con Moll. En privado, Rayner cuestiona su decisión argumentando que no se puede exponer al capitán en una misión tan incierta y peligrosa, por lo que se ofrece a hacerlo en su lugar. Ella, desde luego, no acepta y le da un voto de confianza al remarcarle lo importante que es que permanezca en la Discovery al mando de la tripulación, esa misma con la que hasta hace poco tuviera tantos conflictos.
La Otra Enterprise…
Michael y Book logran cruzar el agujero no sin dificultades, pero luego se pierde la comunicación, tanto de un lado como del otro. Encuentran escombros que interpretan como mala señal y, en efecto, descubren poco después la lanzadera de Moll y L’ak hecha pedazos, sin que haya forma de saber si sobrevivieron.
Para mayor sorpresa, se encuentran también con la ISS Enterprise, la nave alguna vez comandada por Tiberius Kirk de la que nada volvimos a saber después de la serie original (2×4; episodio Espejito, Espejito): definitivamente esta temporada final de STD sigue llenando lagunas de la franquicia. Se trata, por lo tanto, de la Enterprise del Universo Espejo y desde ya que Michael nunca supo de su existencia, ya que conoció solo una versión de la Enterprise, pero deduce que debe llevar allí siglos por el tiempo que hace que no hay comunicación entre un universo y otro.
A bordo no hay nadie y todo luce abandonado (se advierte el mismo set de filmación de Strange New Worlds). Michael y Book chequean el puente y ella descubre el puesto de Spock, lo cual le produce cierta nostalgia que descarta rápídamente al pensar que posiblemente la versión terrana de su hermano adoptivo fuera igual de despiadada que tantas otras que conoció.
Book logra hackear el sistema y descubre que la nave estaba intentando llevar hacia el otro universo a refugiados que se habían sublevado contra el imperio, sin que haya forma de saber si estos o la propia tripulación han sobrevivido. Pero lo que despierta emoción en Michael es saber que la operación estaba a cargo de Saru: parece ser que el kelpiano es igual de bueno en todos los universos…
Pronto se cruzan con Moll y L’ak que, en efecto, siguen vivos y se han trasladado a la Enterprise. Hay un cruce de disparos y Book intenta poner paños fríos hablándole a Moll de su padre. No surte el efecto esperado porque el recuerdo que ella tiene de él es malo por haberla abandonado. Tampoco la convence la supuesta posibilidad de ser libres, ya que no ve forma de que no acaben en una cárcel de la Federación y además pesa sobre L´ak una sanción conocida como “recompensa de sangre”, lo mismo que decir que hay precio a su cabeza.
Ante tal mención, Michael deduce de inmediato que L’ak es un breen y seguimos reconectando con la franquicia, pues esa es una raza de cuya existencia fuimos puestos al tanto en The Next Generation, en Voyager y en Deep Space Nine, pero de la cual nunca hasta ahora habíamos conocido su aspecto.
Pareja Fugitiva
Un flashback nos lleva al pasado y vemos a Moll detenida por un guardia breen mientras intenta hacer una estafa con dilitio adulterado. Al ver su insignia, ella se da cuenta que él es un miembro de la familia real que ha sido degradado, lo cual pone a su favor y activa algo interno en él porque es obvio que hay resentimientos y resquemores o, por qué no, sentimientos de venganza.
Es así que cuando el tío de L’ak, a cargo de la guardia breen, le ordena a este que mate a Moll, su degradado sobrino, en lugar de hacerlo, acaba con los dos guardias y le deja herido, sin matarlo. Descubrimos así cómo fue que la pareja terminó junta al tener ambos un motivo para escapar…
Parejas Cruzadas
Vueltos al presente, se reinician los disparos y ello activa de manera no intencional el sistema de blindaje de la nave que deja separadas a dos duplas cruzadas: Michael con L’ak y Book con Moll. Deben inesperadamente trabajar juntos si es que quieren regresar con sus respectivas parejas, pero la cosa parece un poco más difícil con L’ak, que se sigue tiroteando con Michael a pesar de que esta siga intentando convencerle de que hay una oportunidad para él.
Tampoco es que Book tenga demasiado éxito con Moll, pues ella considera obvio que terminarán en una cárcel de la Federación y ni siquiera le interesa mucho el posible vínculo entre Book y su padre ya que este último está de todas formas muerto. Lo que la une a L’ak es conseguir la tecnología de los Progenitores para así tener algo que ofrecer a cambio de la prescripción de la recompensa de sangre que sobre él pesa. Lo que no se sabe es por qué, a menos que sea muy ingenua y viene demostrando que no, confía en que los breen hagan eso una vez con la tecnología en su poder.
Moll logra desactivar el sistema de energía de la nave y ello hace que el blindaje caiga, aunque con la consecuencia inesperada de provocar una explosión que arroja a la lanzadera de la Discovery contra el agujero temporal y camino a su destrucción. La única posibilidad de escapar, es hacerlo en la Enterprise, sin forma de saber cómo lograrán pasar por el agujero…
Rescate y Escape
A bordo de la Discovery, las comunicaciones con la lanzadera están interrumpidas y no encuentran forma de restablecerlas. De pronto, un rayo tractor cruza el agujero y pueden reconocer en el mismo un patrón numérico que Rayner sonríe al identificar.
De inmediato, pone a trabajar a todo el equipo en una solución para mantener el agujero abierto lo suficiente como para lanzar otro rayo tractor y sacar de allí a Michael y Book, que están pidiendo ayuda. ¿Cómo lo sabe? Pues porque la secuencia numérica se corresponde con un poema de su planeta natal por ella conocido y del cual le hablara sobre el principio del episodio…
Entre Rhys y Adira logran encontrar la forma de expandir el agujero con una explosión, pero ello ocurrirá solo durante aproximadamente un minuto para luego, muy posiblemente, cerrarse para siempre. Rayner, no obstante, ordena poner en marcha el plan…
Del otro lado y al mando de la Enterprise, Michael y Book se aprestan a atravesar el agujero. En efecto, ha sido ella quien ha lanzado el rayo tractor como señal de auxilio aprovechando la poca energía que quedaba a la nave. Temiendo quizás lo peor, ella le dice que han sido felices, pero él prefiere concentrarse en lo que es más urgente.
Al entrar en contacto con el rayo de la Discovery, son arrastrados fuera de la anomalía que se destruye inmediatamente una vez que han pasado y desde la Discovery no pueden creer tener ante sus ojos a la Enterprise, aunque más no sea su versión Universo Espejo.
Hay felicidad por el reencuentro, pero aprovechando la confusión, Moll y L’ak parecen haber encontrado una antigua lanzadera y se han largado, lo cual implica una vez más salirles a la caza.
Chequeando datos pasados, descubren además que la tripulación de la ISS Enterprise logró cruzar de universo y aparentemente se habrían reubicado por aquí y allá, lo cual pone especialmente feliz a Michael, que encuentra en ello la mejor prueba de que siempre puede haber un futuro distinto, incluso para la pareja que acaba de escapar con la tercera pista sobre el paradero de la tan preciada tecnología de los Progenitores…
Balance del Episodio
Hemos llegado a mitad de temporada y es inevitable que nos vengan sensaciones de tristeza pues no sé ustedes, pero yo he aprendido a amar a esta serie y comienzo por anticipado a sentir nostalgia de saber que estamos a solo cinco capítulos del final.
El Universo Espejo, como bien sabemos, es una referencia que cada tanto es revisitada en la franquicia y de hecho ya lo había sido en la primera temporada de la propia STD. Esta vez, sin embargo, no han estado en el mismo sino prácticamente en la puerta, pero la trama ha tenido completa relación.
La serie continúa reconectando con la franquicia y lo hace redescubriendo arcos olvidados o bien llenando baches que la misma había dejado. En efecto, hemos vuelto al Universo Espejo en varias series, pero nunca supimos nada sobre el destino de la ISS Enterprise; al menos hasta ahora. Y otro tanto puede decirse de los breen, que han sido también recurrentes en la franquicia, pero jamás nos habían anoticiado de su aspecto, cosa que ahora sí.
Dos puntos flojos ha tenido a mi entender el episodio. El primero tiene que ver con que no ha sido suficientemente bien explotado el tener de vuelta a la Enterprise, aun cuando sea en su versión gemela…
Para un trekkie, cada oportunidad de volver a visitar alguna de las Enterprise es el equivalente a poner el pie en la casa de infancia o en la escuela a la que uno ha asistido, pero ni siquiera la hemos aquí recorrido en demasía y ojalá tengamos la chance de hacerlo ahora que se ha cruzado de universo, aunque no sé qué tan posible sea considerando que el final se acerca y los tiempos apremian. Además, hay que devolverle el set de filmación a SNW…
La otra cuestión es que la historia de amor detrás de Moll y L’ak ha sido demasiado simple y de folletín, además de que tampoco es que les hayamos conocido tanto como para que nos golpee o produzca algo. De hecho, creo que no sumaron ni cinco minutos en pantalla en las dos emisiones anteriores.
Pero la resolución del episodio ha sido épica y muy Star Trek, además de haber mostrado a Rayner poniendo finalmente en práctica lo aprendido en cuanto a la tripulación y a la forma de relacionarse con ella: ha entendido que ser un buen capitán (aun cuando solo lo haya sido de manera provisoria) es saber aprovechar y coordinar el aporte de los distintos miembros de la tripulación.
Y algo análogo se ha producido a bordo de la ISS Enterprise, donde no solo se han visto obligados a colaborar entre disímiles, sino incluso entre enemigos. Interesante el aporte de Book, pues si bien es cierto que no ha logrado aun producir en Moll el efecto buscado, alguna fibra pareciera haberle tocado y a la vez quizás también él comience a replantearse la visión que de su mentor tenía.
La noticia de que, al parecer, una tripulación paralela de la Enterprise habría cruzado hacia el universo corriente introduce asimismo un giro interesante. Ya sé que no estamos en el siglo correcto y eso ha ocurrido hace mucho, pero quizás encuentren la forma de que podamos saber qué ha sido de ellos. ¿Ha habido entonces dos Kirk conviviendo en un mismo universo y quizás sin saberlo? ¿Dos Spock? ¿Dos Uhura? ¿Dos McCoy? Habrá que ver cuáles son las derivaciones de ello si es que el tema vuelve a ser tocado y espero que sí.
Ha sido un correcto episodio y la temporada final sigue impactando visualmente, pues tanto en el anterior como en este los efectos visuales han sido de primera. Pero más allá de lo técnico y de la nostalgia que nos puedan haber generado, ya van dos episodios en que la resolución de la trama principal de la temporada no avanza mucho.. El anterior fue tan excelente que nos hizo olvidarlo, pero este fue apenas bueno…
Ya sé que no se puede pretender que la trama avance a velocidad warp cuando solo tenemos cinco pistas que buscar y ya encontramos dos: no alcanza para una por capítulo. Pero ya vamos a entrar en la segunda mitad de temporada y debería haber un rumbo más concreto para que la cosa no se sienta solo como nostalgia. No ha sido un mal episodio, pero sí quizás el más flojo de la temporada hasta ahora. Ojalá no marque ello el inicio de un declive y recuperemos el rumbo a partir del próximo; confío en que sí…
Hasta la próxima y sean felices. Larga vida y prosperidad…
