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Análisis de Star Trek: Discovery. Temporada 5. Episodio 9

Ya nos queda un solo episodio para decirle adiós a Star Trek: Discovery y mientras la emoción nos embarga, hacemos repaso de lo que nos ha dejado el noveno y penúltimo de esta temporada final. La serie, creada por Bryan Fuller y Alex Kurtzman, está disponible por Skyshowtime para España y por Paramount+ para América Latina.

Hola otra vez, trekkies y no tan trekkies. Cuánta emoción y sobre todo cuánta tristeza de saber que solo nos queda un episodio, pero aquí estamos a pesar de todo para analizar el noveno y penúltimo de Star Trek: Discovery, cuyo título es Puntos de Lagrange

Una entrega que está dirigida por nuestro grande y querido Johathan Frakes y que deja sensaciones encontradas, pues si bien está cargada de épica y momentos visuales sublimes (más algún homenaje a Star Trek II: La Ira de Khan), nos llena a la vez de dudas de frente al último capítulo al hacer que nos preguntemos cómo demonios para resolver en un único episodio tantas cuestiones pendientes.

Pero en fin, pasemos ya mismo a ver qué nos ha dejado el episodio, no sin antes dejar de advertir que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA ni de recordar que pueden leer aquí nuestros análisis previos.

Malas Noticias

Regresado de su misión diplomática y en la sede de la Federación, Saru vuelve a encontrarse con T´Rina y le trae de obsequio unas flores exóticas que, según dice, traen buena suerte a contrayentes de futuras e inminentes nupcias. Pero la emoción del reencuentro queda atrás al enterarse de las noticias sobre la Discovery y particularmente de que han sufrido problemas durante un enfrentamiento con un crucero breen.

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Más aún: según palabras de la presidenta Rillak, la noticia de la muerte de Ruhn ha corrido entre los breen como el olor de la sangre y los otros Primarcas están ahora tras las tropas que el fallecido ha dejado vacantes de liderazgo: entre ellos, la tan temida Tahal

Saru se pregunta cómo podrá la Discovery hacer frente a una flota y Rillak le informa que ya han ordenado refuerzos, pero que posiblemente no lleguen a tiempo y además podrían interpretar su llegada como señal de belicosidad. La opción es parlamentar, pero los breen no responden los llamados de T´Rina a pesar de recibirlos.

Solo queda que alguien se acerque con una lanzadera para dialogar y Saru, asumiendo el riesgo, se ofrece como voluntario debido a que la que está en peligro es su nave. T´Rina acepta y hay una emotiva despedida, como si compartieran dudas de que él logre regresar con vida aun a pesar de que asegure que volverán a encontrarse…

Lagrange

En la Discovery, han conseguido restablecer varios sistemas dañados y entre ellos los escudos, pero hay problemas con el propulsor de esporas, ya que si bien Stamets ha logrado ponerlo en funcionamiento nuevamente, no hay precisión de destino para el próximo salto y necesita unas dos horas para corregir el inconveniente. La realidad es que no disponen de ese tiempo si quieren llegar a la Tecnología de los Progenitores antes que los breen, así que Michael ordena efectuar el salto como sea y donde caigan.

En efecto, así lo hacen y la nave es zamarreada súbitamente por una violenta sacudida: se hallan en el disco de acreción de un agujero negro y la descomunal atracción gravitatoria los está chupando. Pero Tilly descubre que se trata de un sistema binario, lo que significa que los agujeros son dos y así, valiéndose de la gravedad de uno consiguen escapar del otro y que los motores hagan el resto para dejarlos en el punto de Lagrange, es decir en la ubicación justa para mantenerse estables entre ambos agujeros.

Una vez que, en épica maniobra, consiguen hacerlo, descubren que también allí y a unos sesenta mil kilómetros de su posición, se halla una estructura cilíndrica semejante a un barril o quizás a una versión ampliada de la pieza que les han quitado los breen. En teoría, debe contener la tecnología de los Progenitores, lo cual significa que la búsqueda ha terminado y, por cierto, no se podía pensar en mejor lugar para mantener guardado tan peligroso secreto.

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Más aún: considerando la antigüedad de los agujeros negros, debe estar allí desde tiempos impensables, aunque la estructura que la protege, en consonancia con las pistas que han venido siguiendo, data de unos ochocientos años. Pero uno de los problemas es que la misma está hecha de un material impenetrable y el otro es que los breen ya están allí…

No se trata de Tahal sino de los que ahora responden a Moll por su condición de esposa del Vástago. Antes de que desde la Discovery puedan reaccionar, capturan la estructura con un rayo tractor y la llevan a su nave. Son malas noticias, pero lo bueno es que no saben que la Discovery está allí, ya que la han dado por destruida y además se mantiene oculta.

De inmediato, Michael y los suyos se ponen a elaborar un plan que aproveche tal desconocimiento. El mismo consiste en adosarle al objeto un transpo-lock (tarjeta que opera como dispositivo de transporte) y sacarlo de allí pero, claro, eso implica que alguien debería subir a bordo del acorazado para colocarlo y no pueden transportarse y mantenerse ocultos a la vez.

La forma es acercarse lo más posible con una lanzadera y transportar desde la misma un equipo camuflado con réplicas de trajes breen y tecnología de traducción. O mejor dicho, dos equipos: Alpha, integrado por Adira y Rhys, buscarán llegar a los sistemas para hackear los escudos en tanto que Bravo (qué bueno que sigan usando esos códigos en el siglo XXXII), integrado obviamente por Michael y Book, deberá colocar el dispositivo de transporte en la estructura para sacarlo de la nave y alcanzar la zona de las lanzaderas a los fines de escapar escapar.

Stamets objeta que Adira sea parte del grupo y se ofrece como voluntario, pero el tiempo urge y Tahal está en camino, así que hay que actuar rápido y Adira puede resolver el hackeo antes que él. Michael deja a Rayner al mando de la Discovery y una sombra se apodera del rostro de este al enterarse que Tahal está viniendo pues, como supimos dos episodios atrás, fue la responsable del brutal genocidio en su planeta. A su vez, él designa a Tilly como primer oficial interino, zanjando en cierto modo diferencias pasadas.

Portal

A bordo del acorazado, Moll se ha convertido en líder de la noche a la mañana. Habrá que pensar que los breen son muy respetuosos de los derechos de sangre y del vínculo matrimonial que la une al Vástago, pero no deja de sorprender que pasen a obedecerla tan sumisamente cuando hasta hace poco querían acabar con ella y con el propio L’ak.

Moll está obsesionada con volver a la vida al difunto. No termina de quedar claro cómo piensa hacerlo, si la Tecnología de los Progenitores es una especie de lámpara de Aladino o qué, pero de momento quiere ingresar en la estructura para apoderarse de la misma.

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Tras calzar a modo de llave la pieza del mapa, la misma se abre y de su interior brota una luz iridiscente. Moll envía a uno de los suyos a acercarse para ver dentro, pero apenas lo hace es chupado por la luz y ya no se vuelve a saber de él ni aparecen rastros en los escaneos. La sensación es que la abertura fuera una puerta espacio-temporal estilo Stargate.

Moll recibe de uno de subordinados la sugerencia de mantenerse por su seguridad en el puente hasta tanto logren lidiar con la estructura. Sabiendo entonces que la cosa requerirá tiempo, almacena el cuerpo de L’ak en un buffer portátil para preservarlo hasta tanto consigan hacerlo.

Baño de Aceite

En la Discovery y antes de partir hacia lo que considera un plan demencial, Book se pregunta cómo se las apañarán con la tecnología una vez que tengan acceso a ella. Es entonces cuando por primera vez Michael nos pone al tanto de lo que el guardián del Archivo (el falso Book) le dijera antes de salir del paisaje mental: “Construir la forma del uno entre los muchos”. Nadie entiende qué significa eso, pero ella supone que en algún momento le será útil.

Camuflados como breen, el cuarteto se acerca al acorazado en la lanzadera aprovechando que la turbulencia de los agujeros les impide ser detectados. El problema es que la temperatura está a punto de hacer colapsar la misma y terminan transportándose en el último instante antes de su destrucción. Una vez a bordo, se encuentran con un grupo breen y se produce un instante de tensión cuando la tecnología de traducción tarda en operar pero, una vez que lo hace, Michael utiliza sus conocimientos de xenoantropología para preguntarles sobre el sarkurés, ritual festivo que al parecer están preparando, lo cual aleja de ellos las sospechas y allana el camino.

Se separan las parejas. Thys y Adira van en procura de hackear el sistema y toman conocimiento de la presencia de Moll, así como del liderazgo que ahora ha asumido. Logrando deshacerse de un oficial a cargo del sistema de escudos (“siempre el alférez”, ironiza Adira) se ponen a trabajar para bajar los mismos.

Michael y Book, mientras tanto, van en busca de la estructura y, por el camino, no tienen mejor idea que repasar culpas en cuanto a que su relación no haya funcionado: no sé si es el mejor momento ni lugar, pero bueno… Al llegar a la estructura, descubren que se halla protegida por un blindaje de cuarentena y Michael troca su traje de guerrera en oficial científica para acercarse y desactivarlo. Oficiando como guardia y a modo de distracción, Book tiene una charla con un soldado breen al que invita al sarkurés como si se tratara de un baile de graduación y este, a su vez, le invita a compartir previamente un baño de aceite: me hizo reír…

Plan B

A bordo de la Discovery y a la espera de novedades, Rayner no para de deambular nervioso por el puente de un lado a otro y Tilly le llama la atención por eso, ya que contagia su estado al resto. Le aconseja tomar lugar en la silla como todo capitán, pero se niega.

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Pronto se enteran que los escudos breen han caído, lo cual crea las condiciones para transportar la estructura y rescatar al equipo. Para para ello deben abandonar su ocultamiento, lo cual implica revelar su presencia a los breen cuando ellos creían haber destruido a la Discovery.

Rayner establece comunicación con Moll y cuando esta le pregunta por Michael, la informa falsamente de que ha muerto. La pone además al tanto de que Tahal está en camino (¿no lo saben?) y de que lo mejor para ella sería ponerse bajo protección de la Federación. Moll le cuelga el llamado…

Para colmo de males, Michael y Book han logrado eliminar el blindaje que protege la estructura, pero han sido sorprendidos y detenidos, lo cual lleva a que Moll se entere que Rayner le ha mentido y ordena llevarla a la pareja a un calabozo.

Pero Michael, que sigue en comunicación con Rayner, juega una carta que es guiño a Star Trek II: La Ira de Khan y, de modo semejante a como Kirk con Spock, desliza en su conversación una referencia en código que en su caso remite a un antiguo poema de Kellerun (planeta natal de Rayner) y a la forma en que ella fuera rescatada tras su primer enfrentamiento con Moll y L’ak.

Rayner entiende el plan: se trata de activar los escudos e ingresar con la Discovery al acorazado breen haciendo colapsar los suyos propios, lo cual devendrá en una explosión que arrojará al espacio a la estructura mientras bajan los escudos para transportar a Michael y su grupo.

En efecto y en momento épico y visualmente impresionante, así lo hacen, pero Moll, en su desesperación de que le quiten la tecnología y ya no pueda revivir a L’ak, se arroja dentro de la estructura y Michael, en una decisión no sé si tan inteligente, lo hace detrás…

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El resto del grupo ha sido rescatado y la estructura flota en el espacio mientras la flota de Tahal se acerca. Rayner toma por fin la silla de capitán y anuncia que sacarán a Michael y Moll de donde quiera que se hallen…

Balance del Episodio

Le tenía fe a este episodio al estar Jonathan Frakes al frente del mismo. Sin embargo y con todo lo que amo a nuestro querido Riker, quien ha sido responsable de algunos de los mejores episodios de la serie e incluso de la franquicia, esta ha sido una entrega que nos ha dejado llenos de dudas y se queda algo por debajo de las dos anteriores.

Ojo: no es que haya sido un mal episodio. Ha estado muy entretenido y tenido un par de esos momentos épicos que tanto nos gustan además de, como viene siendo regla en la temporada, una magnífica factura visual, apreciable tanto en la recreación de los agujeros negros como en el interior del acorazado breen. El problema es que no resuelve algunas cuestiones que, a la luz de lo poco que nos queda, hacen temer para la serie un final apresurado.

En primer lugar, por lo menos yo, le ponía fichas a que esta entrega, por ser la penúltima, nos mostrase por fin la Tecnología de los Progenitores y nos hiciera comprender su esencia a los fines de que en la última tengamos ya vía libre para dar rienda suelta a las emociones sin andar pensando tanto. Pero no: la tan mentada tecnología sigue siendo un misterio y ni siquiera sabemos adónde han ido a parar Michael y Moll al cruzar el portal o cómo diablos le irá a servir a la primera la enigmática frase que le dejara aquel guardián del Archivo antes de abandonar el paisaje mental.

Y a propósito, una cuestión: ¿a qué tanto suspenso para decirnos la frase ahora cuando después de todo era tan críptica que de todos modos no nos hubiera espoileado nada? Y por otra parte, si Michael ya había superado la prueba y demostrado ser digna de recibir el secreto de la tecnología tanto tiempo oculta, ¿por qué complicarle las cosas con una frase tan misteriosa en lugar de simplemente decirle qué debía hacer cuando se hallase ante la misma?

La subtrama de Moll, por otro lado, sigue siendo lo más flojo de la temporada. No se entiende cómo pudo haber pasado tan rápido de paria fugitiva a líder mesiánica, como tampoco en qué forma piensa utlizar la Tecnología de los Progenitores para regresar a la vida a su amado L’ak una vez que la tenga en su poder.

A ello debemos sumar que Tahal viene llegando y, de acuerdo a lo que nos han dicho, eso no es poca cosa, pero la cuestión es que vamos a terminar conociéndola durante un único capítulo o quizás unos pocos minutos del mismo y no sé hasta qué punto nos permitirá ello descifrar su personalidad, sus convicciones o por qué se le teme tanto más allá de lo que Rayner contó acerca del genocidio en su mundo natal.

A lo que voy con todo esto: nos queda una sola entrega y en ella tenemos que resolver el enigma de la Tecnología de los Progenitores, además de conocer en profundidad a Tahal y estar atentos a un escenario de triple encuentro, quizás con el agregado de Saru, que tiene una misión diplomática en curso.

A ello hay que agregar que falta cerrar las historias de amor entre este y T´Rina, así como también entre Michael y Book, que ya cansan un poco con tantas dudas y cuestiones pendientes quintando clima en momentos inoportunos. Y ya que hablamos de Book, también debe resolver esa vieja cuestión familiar que le une a Moll y quizás plantar ese esqueje que le fuera entregado en el Archivo y que, se me ocurre, podría ayudar a refundar Kwejian.

¿Me equivoco o es demasiado para un solo episodio? Desde luego que hablo desde el prejuicio y a partir de lo que este que acabamos de ver nos ha dejado e insisto, no ha sido un mal capítulo, pero hubiera ido mucho mejor ubicado un par de episodios antes del final y no tan cerca como ha terminado cayendo.

Ojalá que showrunner y guionistas tengan la clave para resolver todo eso sin que parezca que están apurados por ir al baño y Star Trek: Discovery tenga en lo emocional el final que merece, sobre todo teniendo en cuenta que es la serie que ha ayudado a resucitar y revitalizar la franquicia.

Pero todo eso lo sabremos recién con la ultima entrega a la vista y parece mentira estarles diciendo que les espero para compartir el final de una serie que, más allá de irregularidades, nos lo ha hecho pasar bien. Esperemos que una buena serie no termine siendo recordada por un mal final: confiemos en que no

Hasta la próxima y sean felices. Larga vida y prosperidad…

Rodolfo Del Bene
Rodolfo Del Bene
Soy profesor de historia graduado en la Universidad Nacional de La Plata. Entusiasta del cine, los cómics, la literatura, las series, la ciencia ficción y demás cosas que ayuden a mantener mi cerebro lo suficientemente alienado y trastornado.
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