Analizamos el episodio de cierre de la segunda temporada de Star Trek: Picard y hacemos también balance de la misma. La entrega que hoy nos ocupa es la décima y se titula, muy adecuadamente, Despedida. La serie, que tiene como showrunner a Terry Matalas, puede ser vista en Prime Video.
Bienvenidos una vez más, trekkies y no tan trekkies, para analizar un nuevo episodio de Star Trek: Picard que, en este caso, es el décimo y último de la segunda temporada, aunque el tono, en cierta medida, es de despedida más general y ya especificaremos en qué y por qué (no teman: la tercera temporada ya está confirmada y su filmación en curso).
Al igual que ocurriera con la primera, esta temporada nos trajo por igual defectos argumentales (incrementándose al avanzar) y fuertes impactos emocionales (ídem). Sin más, pasamos ya mismo a analizar esta entrega final no sin antes advertir que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA ni dejar de recordarles que pueden ver aquí nuestros análisis previos.
El Ángel Guardián
Tras haber visto cómo La Sirena partía hacia el infinito, su ahora huérfana tripulación está reunida en la finca Picard para delinear sus próximos pasos. Jean-Luc ha quedado intrigado con la enigmática frase de Agnes: “una vive, la otra muere”, en supuesta referencia a dos versiones de Reneé Picard. Tallinn cambia radicalmente de expresión al oírla, evidenciando haber dado con alguna clave.
Sin decir por qué, decide transportarse al lugar de lanzamiento de la Misión Europa mientras el resto va por Soong. Percibiendo que algo trama, Picard no la deja sola y, en el último instante, se le cuela. Ella le recrimina por haberlo hecho y él por pretender salvar el futuro en soledad con su sacrificio.
El resto se ha transportado al complejo del doctor Soong, pero este no está allí. Descubren, eso sí, que tiene un plan B por si no logra evitar que Reneé aborde la nave: cuatro drones listos a ser lanzados para destruir la misma. Raffi ve difícil desactivarlos e intenta pasarlos a modo manual, pero sin éxito: están programados para ser lanzados de manera escalonada y no hay modo de detenerlos a todos juntos. Apenas echan mano a los circuitos, salen disparados en pos de su objetivo.
Entretanto y haciéndose pasar por astronauta, Tallinn logra infiltrarse en la base y llegar hasta Reneé, quien, obviamente, desconoce su rostro y está por dar aviso, pero se detiene cuando la supuesta desconocida le menciona la nave de juguete que dejó en el ataúd al morir su madre, así como su deseo de ir al espacio para encontrarse con ella: la relación madre/espacio parece ser cuestión de familia.
En emotiva escena, a Reneé se la nota visiblemente conmovida a medida que Tallinn sigue repasando momentos de su vida y se le revela como el ángel de la guarda que siempre creyó tener, más guardián que ángel.
Dos Platos Fuertes
Un momento después y camino de la nave, Reneé es interceptada por Soong que, con sus influencias, ha pasado un control tras otro: seguridad de la NASA inexistente… Le aplica una neurotoxina fatal mientras le hace ver cómo la Misión Europa parte sin ella.
Nos preguntamos en ese momento cómo es posible que hayan despegado con un pasajero menos, pero pronto nos enteramos que no es así: Reneé, la verdadera, está a bordo de la nave, mientras que, para decepción de Soong, la que dejó agonizando es Tallinn, bajo apariencia de la anterior. Cabe preguntarse por qué no usó ese recurso cuando se hizo pasar por falsa astronauta en lugar de exponer su rostro. Más allá de eso, la resolución del enigma “una vive, la otra muere” ha sido ingeniosa…
A Soong, en tanto, su plan B tampoco le funciona. Ríos logra alterar la subrutina de los drones y hace que se choquen entre sí. De vuelta en los laboratorios, Soong no cabe en su decepción y, para colmo de males, los archivos de sus experimentos genéticos están siendo borrados uno tras otro desde una ubicación remota por Kore.
Y se acercan dos platos fuertes para trekkies. Kore recibe un mensaje en su ordenador donde alguien anónimo le pregunta si le interesa el futuro y la cita a encontrarse en un punto de Los Angeles. Se dirige al lugar temiendo algún juego de Q, pero se encuentra con… ¡Wesley Crusher!
Al menos, así es como dice que antes era conocido: no teníamos noticias de él desde Star Trek: Nemesis (versión extendida) y el nombre del actor Wil Wheaton ni siquiera figuraba entre los integrantes de la vieja tripulación de Picard que, según se anuncia, se incorporan en la tercera temporada (de hecho, en los últimos tiempos venía más dedicado a escribir que a actuar). ¿Será la suya entonces una aparición aislada o el avance de algún spin-off?
Por lo pronto, dice que ahora se dedica a viajar por el espacio y el tiempo para una organización que es la misma que envía a los supervisores para cuidar la línea temporal. Kore se ve venir un discurso de reclutamiento y así es: le ofrece la posibilidad de que su vida tenga un significado y un propósito, pero no garantías de seguridad. Ella repone que, de todos modos, jamás ha estado segura y él le da la bienvenida como viajera del tiempo, tras lo cual ambos desaparecen…
Segundo plato fuerte ( y reclamo un punto porque acerté): devastado por la pérdida del trabajo de su vida, Soong saca de un cajón una carpeta con etiqueta de confidencial e identificada como proyecto Khan, lo cual lo termina de confirmar como creador del más icónico villano de la franquicia. ¿Se seguirá abordando ese arco en la tercera temporada o quedará sujeto a nuestra imaginación? Ya veremos…
Nos vemos por Allí
En la finca, Picard deja la llave maestra en el interior del muro donde alguna la halló. Se oye un “bravo” y se trata de Q, sentado en la habitación de los cristales y plantas. Felicita a Picard porque ha logrado aceptarse a sí mismo y a su destino, abriendo además el camino para ser amado.
Cuando Picard le pregunta por qué lo ha hecho, le responde que por él: “Hasta los dioses tienen preferidos y tú siempre has sido el mío”. Próximo a morir en soledad, Q ha querido liberarlo, eliminar lo que, como suele ocurrir con los humanos, le ancla al pasado: misma frase que, en su momento, dijera a Guinan para que le ayudase en el interrogatorio del agente Wells.
Cuando, desconsolado, Picard le pregunta por las muertes de Elnor y Tallinn, Q nada dice del primero, pero sí que la segunda muere en todos los universos y solo en uno conoce a Reneé. Anunciando una última sorpresa, se reúne luego con el grupo completo y Raffi quiere matarlo por la muerte de Elnor, pero él le advierte que si lo hace ya no podrán regresar a su tiempo: llevarlos será su último acto antes de morir, pues solo le queda energía para eso…
Ríos, sin embargo, decide quedarse en el siglo XXI con Teresa y Ricardo. Dice que nunca encajó y que, en definitiva, comandaba una nave tripulada por cinco hologramas suyos. Agradece a Picard y el resto haberle dado una familia, pero ahora ha encontrado la suya propia. Su despedida del grupo es emotiva y particularmente de Raffi, pero detrás llega otra que lo es aún más…
“Adiós, mon capitaine. Es hora de que me vaya” dice Q mientras se nos afloja absolutamente todo porque somos conscientes de que, con lo mucho que le hemos odiado, duele saber que lo estamos viendo y oyendo por última vez. Picard le remarca que no se va solo y le entrega un sentido abrazo. “Nos vemos por allí” remata Q y nos invade una profunda tristeza porque… parece una despedida de ambos.
La Galaxia ha cambiado…
Y llega el chasquido… Nuestros personajes, ya sin Ríos, vuelven a bordo de la Stargazer en el mismo momento en que la misma era abordada por la reina borg y Picard ordenaba secuencia de autodestrucción. Se le cruzan imágenes de su madre mientras suena la canción de Édith Piaf que escuchaba de niño y, reconociendo en ello una señal, ordena suspender la secuencia y cesar el fuego contra la reina, que retrae sus tentáculos y se revela con el rostro de Agnes.
Consultada sobre si sigue allí dentro, dice que lo está en parte, pero que la razón de su presencia es una fuerte concentración de neutrinos que está afectando al centro del cuadrante y que lleva rumbo de arrasar a toda la galaxia. La única forma de evitarlo, dice, es sincronizar los escudos de la flota con los de la nave borg y comenzamos a ver la colaboración que en el episodio anterior Agnes ofreciera a la reina. Estamos ante un colectivo diferente del que conocíamos: el futuro de la galaxia, finalmente, ha cambiado y para bien.
No estando Ríos, Picard invita a Siete a sentarse a la silla de capitán por ser quien más conoce a los borg: finalmente lo ha logrado… Y entonces, la sorpresa anunciada por Q: para emoción de todos y, especialmente de Raffi, al establecer comunicación con la Excelsior descubren que a bordo se halla Elnor… y vivo.
Armonizando los escudos como Agnes/reina ha sugerido, logran hacer cesar la emisión de neutrinos y, en su lugar, ha quedado un gran túnel temporal. No hay forma de saber quién lo ha hecho, pero Agnes/reina percibe una amenaza y solicita a la Federación una membresía provisoria para que los borg permanezcan allí resguardando el túnel.
Segunda Chance
Con la nueva situación galáctica, Picard se encuentra con Guinan, quien siempre supo el objetivo de Q pero no se lo dijo por temor a que lo arruinase. Le informa, además, que Ríos formó con Teresa una organización médica de ayuda a necesitados, en tanto que Ricardo se unió a las más brillantes mentes para limpiar cielos y mares gracias al organismo alienígena que Reneé trajo de la Misión Europa.
Guinan dice haberlos conocido bien porque frecuentaban su bar. Picard quiere saber cómo murieron: Teresa de vieja y Ríos peleando por suministros médicos en un bar de Marruecos mientras daba un último aliento a su cigarro. Murió como vivió…
Picard brinda por “la familia que somos” junto a Guinan, Elnor, Siete y Raffi (estas últimas habiendo afirmado finalmente su relación), pero se marcha aduciendo tener que ir a un lugar y es, obviamente, la finca francesa.
Allí se encuentra con Laris, que ha hecho un gran trabajo restaurando todo a nuevo: la sala de cristales y plantas luce intacta.
“El tiempo no da segundas chances, pero quizás las personas sí”, afirma él dando un claro golpe de timón a su relación con ella. La cámara los muestra juntos en medio de la estancia para luego elevarse y enseñarnos, en lo alto, el espinazo de la Vía Láctea…
Balance de Temporada
¿Cómo hacer para evaluar una temporada que, desde su segunda mitad, se ha llenado cada vez más de incongruencias en su trama pero, a la vez, ha tenido semejante potencial emotivo? En ese sentido, creo que ha repetido el sino de la primera.
En análisis previos, nos preguntábamos si serían capaces de cerrar todas las subtramas en un único episodio que nos quedaba y la verdad es que lo han hecho, pero de modo no muy satisfactorio y hasta apresurado por, justamente, dejar demasiado para un final que se tornó algo desordenado y confuso.
He fallado en un pronóstico y acertado en otro. Laris y Tallinn no eran finalmente la misma, aunque cabe preguntarse por qué se parecen tanto. ¿Será que Tallinn, así como se “disfrazó” de Reneé Picard, también lo hizo de Laris para ganar la confianza de Jean-Luc? Si fue así, no me quedó del todo claro y agradecería si alguien tiene una mejor interpretación.
En lo que sí acerté es en que la subtrama de Soong llevaba al origen de Khan; no queda claro, de todos modos, el papel del científico en todo esto o por qué Q debió echar mano de él: creo que es uno de los puntos débiles de la temporada más allá de que se agradece la memorable interpretación que nos ha entregado Brent Spiner…
La redención de villanos, por su parte, puede hacer chirriar un poco pero, seamos justos, no es la primera vez en la franquicia: ya pasó con los klingon que, a partir de la figura de Worf, nos dieron en Star Trek: the Next Generation una imagen diferente de la que arrastrábamos de la serie original o las películas de la tripulación clásica.
Esta vez les ha tocado a los borg mostrarnos una faceta distinta y otro tanto a Q, cuya despedida nos ha dejado al borde de las lágrimas: vaya momento el que nos han entregado Patrick Stewart y John de Lancie…
Y es que inevitablemente caemos en la ambivalencia: una trama llena de fisuras pero pletórica de emoción. Creo que uno de los problemas que ha mostrado la temporada es el habernos presentado subtramas que se cerraban casi tan pronto como se abrían: el agente Wells, por ejemplo, se esfumó de la historia apenas le conocimos y era un personaje interesante que podía dar más. Otro tanto ocurre con el acertijo “una vive, la otra muere”, que hubiera sido infinitamente más intrigante si nos lo hubieran presentado antes y no recién en el episodio anterior para resolverlo en este.
Pero si le termino dando un aprobado a la temporada es por todo lo otro: hemos vuelto, por ejemplo, a ver a Whoopi Goldberg en el papel de Guinan o a Wil Wheaton en el de Wesley Crusher, a la vez que sabemos perfectamente que nos estamos despidiendo de muchos personajes.
Ese abrazo final entre Q y Picard, sin ir más lejos, me dejó la amarga sensación de estar despidiendo no solo al primero sino también a nuestro querido capitán o almirante, aun cuando nos quede una temporada más para verle usar (seguramente por última vez) la insignia.
Y a propósito de la tercera temporada, se anuncia que volveremos a ver casi íntegra a la tripulación de la Enterprise NCC-1701-D y el corazón se nos acelera de pensar en reencontrarnos con Worf o Geordi La Forge por ejemplo: sería, ni qué decirlo, una gran despedida, la que esa tripulación verdaderamente merece.
El costo, lamentablemente, es decirle adiós a esta otra, con la que habíamos comenzado a empatizar y que, sobre todo en esta segunda temporada, había comenzado a trabajar como equipo, pero lo que ocurrió con ellos no es distinto de lo que pasó con la temporada en sí: se esfumaron con la misma rapidez con que aprendimos a quererlos y prácticamente se los despidió para despejar la pista, pues está claro que ya no volveremos a ver a Agnes (al menos no totalmente como Agnes) ni a Ríos (a menos que haya algún otro viaje temporal).
Es que más que cierre de temporada, pareció serlo de la serie completa y de algún modo así lo es si estamos enterrando a una tripulación para resucitar a otra. Todo ha tenido un fuerte tono de despedida y, en el caso particular de nuestro querido capitán Picard, es algo que se viene ya viendo desde la temporada anterior: ahora todavía más…
Y al respecto pregunto: ¿existe alguna otra serie en emisión que tenga como personaje principal a un octogenario? En ese sentido, si algo no se le puede negar a Star Trek: Picard es romper con la tácita imposición de que éxito es sinónimo de juventud. Y la lectura final, justamente, apunta a que muchas veces, y más cuando los años se nos vienen encima, creemos estar más solos de lo que estamos y nos culpamos de cosas que, en su momento, escaparon a nuestra voluntad…
Gracias por haberme acompañado durante toda esta temporada ya sea leyéndome o bien con sus comentarios y muy valiosos aportes; también a Mario por haberme cedido el honor de suplantarlo tras haber hecho él la primera: no sé si sabrá cuán importante es para mí haber analizado completa una temporada de la franquicia con la que prácticamente nací.
Les espero para la próxima temporada o, en caso de que hayan comenzado a seguir Star Trek: Strange New Worlds, en pocos días para analizar el primer episodio. O para analizar la cuarta temporada de Star Trek: Discovery, que por cuestiones tanto internas como externas, la tenemos atrasada, pero de la cual me estáre también haciendo cargo pronto en esta web para continuar, una vez más, el trabajo de Mario.
Larga vida y prosperidad. Sean felices…
En mi opinión, el hecho del “reclutamiento” de Kore por parte de Wesley para cuidar la línea temporal, más lo de que Ríos se quede en el pasado, lo del “proyecto Khan”, y, finalmente los Borg “cuidando” un agujero temporal me hace pensar que puede estar en mente un spin off dedicado a todo ello. Ojalá acierte…
Hola Angel: gracias por comentar! Ojalá sea así; elementos hay y, además, sería una buena forma de que no se pierda este elenco con el cual, por lo menos yo ya empezaba a empatizar. Si como se anuncia, la tercera temporada va a girar en torno a la tripulación de TNG, muchos de ellos no tendrían lugar y no estaría mal que los viéramos en algún otro ámbito. Gracias por el aporte. Un saludo!
Perdón Ángel: me había equivocado tu nombre en la respuesta. Ya lo he corregido, mil disculpas
La temporada has estado mejor como dices en el aspecto emotivo que argumental. Que Q muera no tiene mucho sentido teniendo en cuenta lo que eran los Q o sea inmortales y casi divinos. Luego la paradoja de que Rios se quedé en el siglo XXI con lo que podría suponer eso en la linea temporal. Que al final no sé si Tallis y Larin son la misma o que. ¿Y Wesley Crusher nunca fue humano o que? Vaya lio. Veremos que tal la 3ª y ultima temporada. ¿Y donde podemos ver en españa Star Trek Strange New Worlds? Pinta muy bien.
Hola Juan: gracias por comentar! Lo de Q es algo que finalmente olvidé incluir en el análisis, pero es totalmente cierto: nunca se explicó por qué está muriendo (y creo que va a quedar para siempre así), lo mismo que volvió a aparecer, como entre líneas, el viejo conflicto con Guinan, que había quedado sin explicación en TNG y tuve la esperanza de que la tuviera aquí, pero no… sigue en el misterio.
Interpreto que Tallinn y Laris no son la misma persona aunque tampoco está explicado con claridad y otro tanto para lo de Wesley Crusher: yo creo que sí es humano y fue reclutado, pero solo puedo suponerlo y no sé si deberían dejarme suponer tanto…
De cualquier modo y como bien dices, la parte emocional me deja un balance favorable…
Sé que se ha retrasado el estreno de Star Trek Strange New Worlds en España porque claro, en Latinoamérica fue estrenada por Paramount+ (donde la estoy viendo yo) pero la plataforma aún no existe en la madre patria. Por lo que tengo entendido, será emitida por una plataforma nueva que se llama SkyShowtime, que supuestamente ya debería haber sido lanzada pero se retrasó ignoro por qué. Espero que puedan verla allí pronto porque, habiendo visto solo el primer episodio, te puedo asegurar que es hermosa.
Gracias por haber aportado durante toda la temporada y espero que nos sigamos encontrando en esta web por el universo trekkie o por donde sea. Un saludo!!
Star Trek Picard es una serie para los trekkies de corazón, para los que vivimos con ellos, para los que somos parte de esa familia, ST Picard es una novela, que si algunas cosas no concuerdan, tal vez si, pero amamos ver las reuniones los abrazos y despedidas, de los personajes, ST Picard no es para todos, es solo para los verdaderos Trekkies. Larga vida y prosperidad…
Hola José: gracias por comentar! Coincido al ciento por ciento en lo que dices y lo he señalado en el análisis del primer episodio de esta temporada. STP solo puede ser disfrutada por quien conoce la franquicia y capta los guiños o los golpes emocionales. Y está bien que así sea: la franquicia ya para esta altura es muy amplia y, por suerte, hay Star Trek para todos los gustos, inclusive para quienes queremos emocionarnos con esos personajes y situaciones.
Gracias por el aporte! Un saludo. Larga vida y prosperidad…
No, no, no estaba llorando, era una basurita en el ojo….un muy buen capítulo (por lo emotivo por supuesto), la despedida de Picard y Q fue de lo mejor de la temporada, además de la aparición de Guinan y Wesley Crusher (aunque estaba un poco sobreactuado jeje). Pero también me quedaron muchas dudas. La del parecido de Tallin y Laris el principal; el tipo de experimento que era Kore (era genéticamente mejorada? no lo mencionan, aunque imagino que quizás sí para que haya un sustento del porqué la reclutan); el proyecto Khan tenía fecha 1996 en el file, será que él había participado o que recién participará?; la enfermedad de Q; el tema del efecto mariposa (se preocupan en dejar una pistola cuando han matado como a 20 soldados…y si uno de ellos era el papá de Zefran Cochrane? y ni decir todo el cambio que podría haber hecho Rios); el tema del encuentro de Guinan con picard primero en el siglo XIX y luego en el siglo XXI y ni rastros; que si los nuevos borg son otra nueva especie que no tiene nada que ver con los del cubo; que donde estaba el hermano de Picard de niños; y otros más por ahí.
Aún así, en general, me emocionó bastante. Recordar personajes que vimos hace más de 25 años y que vuelven a la pantalla como protagonistas, como bien dices ya mucho mayores, no es común, así que les doy mi voto de confianza. Lo que más me gustó, aparte de los reencuentros y despedidas, fue la nueva realidad tirana, toda la trama de agnes y la reina borg, los guiños a lo largo de la serie, la trama de kore y soong, y las escenas de Picard (para sus 80 años está muy bien) Y espero ansiosamente esta tercera temporada con el reparto original, me late que esta será la despedida definitiva de Jean Luc Picard…a preparar pañuelos.
Hola María Isabel: gracias por comentar y por la emoción, que es compartida. Coincido en cada uno de los aspectos que señalas. Con respecto a la fecha de Khan, yo creo que esto es antes de su creación porque la carpeta, al parecer, lo menciona como un experimento archivado y confidencial. Lo que pasa es que, claro, como dices, los hechos que llevaron a su origen tenían lugar en 1996, pero a nosotros ya nos pasó más de un cuarto de siglo desde entonces y no tenemos noticias, lo cual obliga a redefinir los tiempos de la cronología Star Trek: la fecha 1996 se ha quedado pasada de moda. Son los problemas de que la franquicia se haya hecho mucho más extensa de lo que se podía suponer allá por los sesenta.
Los momentos emotivos, en efecto, son muy fuertes y constituyen lo que más rescato de la serie al momento de hacer una evaluación positiva de la temporada. La despedida de Q y Picard fue muy, pero muy fuerte. Así que bueno, quedaremos a la espera de la tercera temporada con la doble sensación de querer verla lo más rápido posible y a la vez querer que se demore el momento por saber que será lo último que compartamos con Picard y su tripulación.
Gracias por haber seguido estos artículos y por tus valiosos aportes. Que estés bien. Larga vida y prosperidad
Estupendo análisis que trata en todo momento de que lo afectivo no subvierta lo objetivo. Como usted, yo también (casi) nací con la serie (tendría unos 11 años). Sus personajes siempre fueron un referente para mi.
Muchas gracias.
Hola Gabriez: al contrario, gracias a ti por leer,por comentar, por el concepto y, sobre todo, por compartir sensaciones y emociones. Este tipo de serie cala muy hondo en nosotros y más cuando hay involucrados personajes que nos han marcado tanto. En la tercera temporada se anuncian muchos más regresos así que lo emotivo seguirá golpeando fuerte. Te espero por aquí cuando la estemos analizando llegado el momento. Gracias por el aporte; larga vida y prosperidad…
Excelente articulo. Con retraso, he podido ver esta serie y terminarla ayer mismo y me encuentro con sentimientos enfrentados. Los personajes molan, la situación mola, Q es el puto amo, pero me he quedado en esta segunda temporada con una sensación de “ay, si me pongo a analizarla creo que esto no se aguanta por ningún lado.”
1.- ¿Bajada de presupuesto? La temporada anterior había mucho más espacio y naves, pero todo lucía perfecto. Aquí tenemos unos cromas horribles en especial cuando 7 y Rafi están juntas en la ciudad, un Chateau Picard que es un decorado cutre de cartón piedra (que no disimula el hecho de rodar como si fuera de noche), los drones de Soong son de PS1…
2.- Picard es Picard, ¿pero no encontráis que ha habido capítulos en los que ha sido un poco repelente?
3.- ¿A. Soong creador de Kahn? Hmm, tendría que echar mano de hemeroteca, pero creo que Kahn la lio parda en las Guerras Eugénicas en la década de los 90. Lo cual, por cierto, habría dejado al mundo al borde de la mierda y de la III Guerra Mundial, tal y como se menciona en Primer Contacto.
4.- ¿Los Borg ahora son buenos? ¡Anda ya! Precisamente, si un villano no necesita redención son los Borg. Lo de Q lo acepto, al fin y al cabo era un tipo con sentimientos, ¿pero los Borg? Por otra parte, si durante 400 años han sido un colectivo “bueno”, ¿entonces lo de Locutus, Best of both worlds, la batalla de Wolf 359, Primer Contacto no ha sucedido? No quiero pensarlo, pero es que ahí se están cagando en el canon sagrado y por ahí sí que no paso.
Otra cosa es que Q en el fondo no se hubiera redimido y lo que haya hecho ha sido transportar a los protas a otra línea temporal que no es la suya.
Hola Albert: muchas gracias por comentar y, desde luego, por el concepto. Realmente la temporada ha estado llena de detalles que no encajan, a pesar de lo cual la rescato por el fuerte componente emotivo, pero coincidimos en muchas cosas. Pasando a tus observaciones:
1. Que la serie ha bajado el presupuesto queda demostrado por el haber decidido ubicar toda la segunda temporada en la actualidad, o casi. No creo que exista ninguna otra temporada de ninguna otra serie de Star Trek en la que haya tan poco espacio exterior: casi un contrasentido.
2. Hmm… no me llegó a pasar verdaderamente. Sí lo he notado en algunos momentos como débil o inseguro en contraposición con el personaje que le conocíamos, pero creo que eso tiene que ver con la edad, lo cual vale tanto para Picard como para Patrick Stewart. Tanto como repelente, creo que no me llegó a parecer.
3. Es que la cronología que ubicaba el comienzo de las Guerras Eugenésicas a finales del siglo XX
ya ha quedado “out” desde el momento en que pasaron esos años y ni noticias. No queda otra que reacomodar los tiempos y correr todo para adelante…
4. En realidad todo eso que mencionas ocurrió, pero ahora se ha abierto una línea nueva y estamos ante un reinicio, algo así como el universo Kelvin de las películas de Abrams. No sé si decir que es anticanónico: Primer Contacto existió, pero forma parte del pasado personal de Picard y no del general.
En fin, de lo que no cabe duda es de que la serie ha estado repleta de incongruencias. Ojalá tengan más cuidado en la tercera temporada. Un saludo Albert y gracias por el valioso aporte!
Gracias por este sitio donde comentan los episodios y nos da la oportunidad de tener análisis de las situaciones maravillosas de star Trek, o de Picard.
Hola John: por el contrario, gracias a ti por comentar y por tus palabras. Me alegra muchísimo que disfrutes de estos análisis y siempre tratamos de que el universo trekkie esté cubierto como merece y corresponde. Un saludo y que estés bien!