InicioSeriesAnálisis de Star Trek: Picard. Temporada 2. Episodio 3

Análisis de Star Trek: Picard. Temporada 2. Episodio 3

Continuamos analizando la tercera temporada de Star Trek: Picard, hoy con el tercer episodio que tiene mucho que ver con los viajes en el tiempo y obviamente, al titularse Asimilación, también mucho que ver con los borg. La serie, que tiene como showrunner a Terry Matalas, es emitida por Prime Video.

Hola otra vez, amigos trekkies y también no tan trekkies. Bienvenidos a un nuevo análisis de Star Trek: Picard y bienvenidos también al siglo XXI, aunque ya lo conozcan bien, je… Porque en esta entrega, finalmente, Picard y la tripulación de La Sirena logran hacer el salto temporal que los lleva al pasado en procura del Observador y de dar con el incidente que, según contó Q, lo cambió todo al punto de generar la realidad alternativa que venimos viendo.

Pasemos ya mismo a analizar el episodio, no sin antes advertir que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA ni dejar de recordarles que pueden echar ojo aquí a nuestros análisis anteriores.

Bienvenidos al Siglo XXI

Comenzamos donde habíamos quedado, con el Primer Magistrado transportándose a bordo de La Sirena para frustrar la partida y detener a su tripulación. Siete, tratando de fingir su rol de esposa en esa línea temporal, le incrimina el estar interfiriendo en una misión, pero él no se traga el engaño y le pide que recite su nombre completo.

Aprovechando el cruce, la tripulación recupera el control entre golpes y forcejeos. Agnes, oculta, intenta conectar a la reina borg mientras Raffi desintegra al Primer Magistrado y aplaudimos.

Pero lamentablemente Elnor no sale bien de la refriega: ha recibido un disparo y está seriamente herido para desesperación de Raffi, que no encuentra suministros médicos adecuados; solo puede mantenerlo vivo con la cama biológica, pero no hay suficiente energía porque la reina borg está consumiendo demasiada.

Ríos amaga dispararle, pero Picard le detiene: la necesitan para el salto o nunca saldrán de allí. Se vive un momento de tensión porque Raffi considera que la están privilegiando por sobre Elnor.

Ríos pone en marcha la nave con intención de utilizar al Sol como catapulta, lo cual es altamente riesgoso no habiendo inteligencia superior conectada.  Para más problemas, Q se presenta fugazmente para hostigar a Picard (nadie más lo ve) y, además, son perseguidos por naves de la “otra” Federación.

star trek picard las cosas felices. 27

La Sirena se zamarrea y la reina borg cae al piso. Para sorpresa de Agnes, está activa o, por lo menos, el medio cuerpo que tiene. Por sí sola, se conecta a la nave mientras Ríos, en el puente de mando, comprueba que ya no la controla. La velocidad warp asciende hasta cifras cercanas a diez mientras la reina borg sentencia que “el pasado es el presente”.

Una vez que la reina se encarga de eliminar, una a una, las naves que los persiguen, el salto, finalmente, se produce. No se ven bases en la luna ni hay lluvia radiactiva, en tanto que la capa de ozono luce deteriorada. “Bienvenidos al siglo XXI”, sintetiza Agnes. Ríos vuelve a tener el control de la nave, pues la reina borg está otra vez inactiva tras el esfuerzo realizado.

Solo importa el Presente

La gravedad de la Tierra los está succionando y la falta de energía amerita un aterrizaje de emergencia o directamente, como lo resume Ríos, “estrellarse”. Picard pide el control de la nave y tras anunciar que los llevará “a casa”, logra posarla aparatosamente en lo que parece una zona rural o boscosa con todos sanos y salvos.

Bueno… todos menos Elnor, quien pide su medallón y le hace leer a Raffi la inscripción que reza “solo importa el presente”. Cuando ella desvía la vista del medallón y se vuelve hacia Elnor, ya está muerto. Un profundo dolor se apodera de todos que, en el caso de Raffi, llega a la ira. Acusa a Picard de que sus juegos con Q han llevado a la muerte de un inocente; le pregunta si es eso lo que quieren y él replica que es lo que Q quiere.

Raffi pregunta si corregir la línea temporal puede devolverles a Elnor, a lo que Agnes, compungida, responde que no lo sabe: Raffi elige creer que sí y sus palabras tienen algún deje de amenaza.

Antes del salto temporal, la reina les habló de alguien que, al parecer, habría ayudado a Q en el incidente que cambió todo y que podría ayudarles a corregirlo: lo llama El Observador.

La idea, por lo tanto, es salir a buscarlo, pero el sistema de comunicaciones está débil y, por lo tanto, quienes salgan al exterior solo podrán comunicarse entre sí, pero no con la nave. Ríos, Siete y Raffi son los designados, por lo cual buscan en la nave indumentarias medianamente acordes con la época o que, al menos, no llamen tanto la atención. Más aún: Agnes le prohíbe a Ríos llevar su arma ya que cualquier interferencia con tecnología del futuro podría generar un efecto mariposa, lo cual sería para los viajes temporales el equivalente a las consecuencias de violar la Primera Directriz en los espaciales.

Mientras están eligiendo ropas, Siete se mira al espejo y vuelve a recalar en su rostro sin los implantes borg. Pareciera estar pensando en lo bueno que es verse sin ellos y en que restablecer la línea temporal podría, quizás, regresarlos.

Inmigrante Ilegal

Agnes y Picard se comprometen a quedarse en la nave para restablecer la energía y, sobre todo, para tratar de despertar a la reina borg y que así les diga quién es El Observador y cómo encontrarlo.

Raffi se transporta a un barrio periférico con gente marginal, graffitis y basura en las calles. Alguien intenta robarle, pero, obviamente, sale al revés y es ella quien, tras dejarlo inconsciente, le quita “su” billetera para tener dinero con que apañárselas.

Siete se materializa junto a una niña que, rostro radiante, la confunde con una superheroína, por lo que le pide que guarde el secreto. El peor arribo es el de Ríos, que se estrella contra un balcón y cae inconsciente a una acera. Momentos después, se encuentra en una clínica especializada en atender pacientes marginales o indocumentados: allí le han llevado confundiéndolo con un inmigrante ilegal, más aún por su acento latino. Por el camino pierde su comunicador-insignia, que es recogido por un niño.

Raffi y Siete se encuentran y se dirigen hacia la torre más alta de la ciudad para pescar posibles señales que puedan llevarlas al Observador: dan por descontado que este debe ser de origen alienígena.

star trek picard las cosas felices. 33

Tras convencer a un guardia fingiendo ser pareja que desea tomarse fotos, llegan a la terraza, pero la única señal que detectan es la del comunicador de Ríos, que está “loco” y como si tratara de transmitir en código morse.

La razón de ello es que el chiquillo que recogió la insignia, está jugando con ella. Ríos, en tanto, es atendido por Teresa (Sol Rodríguez), que es quien está a cargo de la clínica. Él quiere marcharse, pero tiene una mano dislocada y un traumatismo en el cráneo que le produce intenso mareo.

star trek picard las cosas felices. 31

En cuanto se siente algo mejor, sale a la búsqueda de su comunicador y lo encuentra en manos del niño antes mencionado, que lo considera suyo por haberlo encontrado. Intenta sobornarlo con unas galletas de manteca de maní, pero en ese momento hace presencia la madre, que resulta ser Teresa y que se lleva la insignia.

Jaque a la Reina

En la nave, Agnes y Picard están tratando de reactivar a la reina borg, cuyo centro de comunicaciones, sin embargo, parece estar activo. Basándose en sus experiencias del pasado junto a los borg, Picard supone que puede estar enviando mensajes, pero no hay forma de decodificarlos al no estar conectada.

Agnes cree que la solución es que ella se conecte a la reina para obtener la información. Picard no quiere saber de ello en absoluto, pues conoce las posibles consecuencias en caso de llegar a completarse la asimilación. Agnes, sin embargo, termina saliéndose con la suya.

star trek picard las cosas felices. 23

Durante su conexión, Agnes pasa por todo tipo de estados que se corresponden con diferentes emociones: por momentos, la reina parece hablar por su boca y por otros ser Agnes. Cuando Picard siente que el proceso está llegando a un punto crítico, la desconecta antes de que la asimilación alcance el ciento por ciento. La reina, en tanto, ya está “despierta”.

Cuando se le pide la información, se muestra burlona y pretende algo a cambio: nada menos que la nave. Sin embargo, no hace falta llegar a intercambio alguno: durante la asimilación, Agnes alcanzó a extraer de su mente las coordenadas del Observador. La reina queda impresionada, lo cual, dice, no es bueno para Agnes. La nave, por otro lado, vuelve a tener energía.

Redada y Llamado

A la clínica han llegado agentes federales en busca de inmigrantes ilegales. Los pacientes logran huir a tiempo por una puerta de servicio, pero Ríos se queda para no dejar lidiar a Teresa sola con el asunto. Se hace pasar por un médico que la reclama para un caso de urgencia, pero su vendaje en la mano lo delata y ambos terminan arrestados, mientras Teresa le pregunta a Ríos si es valiente o estúpido.

Al momento de llevárselos detenidos, se oye la voz de Picard resonando en el intercomunicador, que Ríos alcanza a distinguir sobre el escritorio de Teresa.

Balance del Episodio

Después de unos casi cinematográficos primeros quince minutos a puro vértigo y adrenalina, se puede decir que el episodio entró en un ritmo más relajado. Podría, de hecho, decirse que ha sido de transición, ya que seguimos sin tener respuesta a las cuestiones fundamentales: quién es el Observador, qué hace allí, qué cambio ha provocado Q y de qué forma ello se relaciona con alguna decisión tomada por Picard.

No obstante, ello no quiere decir que el episodio no nos haya llevado a ningún lado. El hecho de que la reina borg haya visto algo especial en Agnes presagia un escenario complicado y doy por descontado que los borg la querrán con ellos. Otro gran interrogante es cómo hará Ríos para zafar del entuerto en que se ha metido, mientras que la insignia de comunicaciones sonando sobre el escritorio nos hace encender las alarmas de efecto mariposa.

La muerte de Elnor, desde ya, ha sido el punto emotivo de la serie y el hecho de que Agnes no le haya podido asegurar a Raffi si volverá al restablecer la línea de tiempo, nos deja una profunda angustia y más todavía ante la posiblidad de un enfrentamiento entre Raffi y Picard.

No sé si a ustedes les ocurrió lo mismo, pero cuando vi a los tripulantes de La Serena tratando de lidiar con la cotidianeidad del siglo XXI, me fue imposible no retrotraerme a algunas escenas de Star Trek IV – Misión: salvar la Tierra, cuando la tripulación de la Enterprise viajaba al siglo XX. Inclusive había escenas de clínica y el tipo de relación que comienza a percibirse entre Ríos y Teresa me hace acordar a la que se entablaba entre el capitán Kirk (William Shatner) y la doctora Gillian Taylor (Catherine Hicks), quien, al igual que Teresa, se enfrentaba al sistema pero defendiendo la ecología, una causa más afín a los años ochenta. ¿Acabará también Ríos por contarle toda la verdad?

Son preguntas que, supongo, iremos respondiendo en episodios siguientes. Mientras tanto, sin la espectacularidad del anterior, este ha sido, como dije antes, un correcto episodio de transición. Nos encontramos la próxima semana; gracias por leer y sean felices…

Rodolfo Del Bene
Rodolfo Del Bene
Soy profesor de historia graduado en la Universidad Nacional de La Plata. Entusiasta del cine, los cómics, la literatura, las series, la ciencia ficción y demás cosas que ayuden a mantener mi cerebro lo suficientemente alienado y trastornado.
ARTICULOS RELACIONADOS

3 COMENTARIOS

  1. Tienes razón, ha sido un episodio mas tranquilo, de transición. Aunque la muerte de Elnor haya sido dura, pero tal vez no nos ha dado tiempo a cogerle cariño como a Picard o a Siete que son los que conocemos hace mas tiempo. No me di cuenta de la relación entre Star Trek IV y este episodio, pero si, está ahí. Me queda por saber cuales fueron los otros viajes que dieron en el tiempo en la Enterprise aparte de aquel en el que viajaban a la 2º guerra mundial, pero aquel no fue acelerando al máximo y dando la vuelta al sol, jejeje. Solo espero que El Observador cuando lo encuentren no sea un hombre calvo con sombrero y traje como en Fringe.

    • Hola Juan: gracias por leer y por estar siempre comentando y aportando. En la película Star Trek IV: Misión Salvar la Tierra, la tripulación de Kirk viaja al siglo XX a bordo de una nave klingon en la que han regresado a la Tierra porque la Enterprise fue destruida en Star Trek III: en busca de Spock. Y el método que usan es el de girar alrededor del Sol, cosa que pueden hacer porque lo tienen, justamente a Spock.
      Con respecto al Observador se me ocurre algo pero no quiero ser aguafiestas en caso de que sea lo que pienso; solo para dar una pista, tengo un ligero presentimiento de relacionarlo con aquel famoso episodio La Ciudad al Borde de la Eternidad, penúltimo de la primera temporada en la serie original y, para muchos, el más icónico de todas las series de Star Trek. No sé, se me ocurre: puedo estar equivocado. De lo que sí estoy casi seguro es de que el Observador debe ser alguien que ya hemos visto en el universo trekkie; no me parece que vaya a ser alguien nuevo o desconocido. Tanto misterio en torno a él es bastante sugerente.
      Gracias una vez más por los aportes, Juan, se valoran mucho. Un saludo y que estés bien!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimos artículos

Comentarios recientes