Bienvenidos a un nuevo análisis de Tripulación perdida, la nueva serie de Star Wars que muchos ya han definido como una nueva esperanza en la franquicia. Si, también tiene un tono más infantil que producciones como Andor pero eso no es necesariamente malo. Al contrario.
Si algo caracteriza a esta Tripulación perdida es que han sabido regresar a las raíces aventureras y desenfadadas de la saga o, más bien, a las aventuras desenfadadas de la Star Wars de Marvel, aquella que salvó a la compañía comiquera de la quiebra a finales de los 70. Vamos al lío.
Jack Sparrow del espacio
Este tercer episodio de Tripulación perdida enlaza directamente con el anterior. Por un lado, en At Attin, los padres de estos nuevos goonies espaciales se reúnen para iniciar su búsqueda. Un robot les avisa de que han salido del planeta, cosa terminante prohibida. EL por qué y cual es el origen del planeta y su labor, es uno de los misterios que sobrevuela la serie.
A los padres no volveremos a verlos en este episodio porque regresamos a Borgo, donde Win, Neel, Fern y KB han escapado del calabozo gracias a la ayuda de Jod Na Nawood, ese jedi no jedi que se une a ellos para salir de Borgo. Antes, Jod Na Nawood tendrá que recuperar a SM 33 y todos viajarán al encuentro de Kh’ymm, una antigua amienemiga de Nawood, especialista en mapas espaciales y planetas perdidos.
A pesar de ayudarles, Kh’ymm también a contactado con la Nueva República, quienes buscan a Jod Na Nawood por sus crímenes bajo otro alias. La tripulación perdida se ve obligada a huir, no sin que antes KB prometa contactar con Kh’ymm si necesitan ayuda.
Y es que Jod Na nawood no es alguien de fiar, si es que ese es su verdadero nombre. Ya cuando va a rescatar a SM 33 queda claro que el personaje interpretado por Jude Law es el capitán pirata enmascarado que aparece en la primera escena de la serie. Sin embargo, uno de sus antiguos secuaces lo llama por el nombre de Silvo.
Pero para Kh’ymm, es en realidad Jack Carmesí, o Crimson Jack en el original, un personaje que aparece por primera vez en número 7 del volumen 1 de Star Wars. Ese número fue la continuación de los números que narraban el episodio IV, la primera historia que contó qué pasó tras la destrucción de la Estrella de la Muerte.
Con guión de Roy Thomas y dibujos de Howard Chaykin, el episodio contaba como Han Solo y Chewbacca abandonaban a la Alianza Rebelde para saldar su deuda con Jabba The Hutt. Camino de Tattoinne, el Halcón Milenario es asaltado por unos piratas espaciales cuyo líder es un pelirrojo al que llaman Crimson Jack. Así pues, se trata de el primer villano creado por Marvel para la saga, el primero que no aparece en ninguna película y que aquí deviene en todo un homenaje por parte de John Watts y Christopher Ford a los cómics que continuaron la historia.
Por su parte, Jude Law es de lo mejor que le ha pasado a la franquicia. Se nota que se lo pasa en grande y ha conseguido crear todo un personaje, un pícaro mezcla de Han Solo y Jack Sparrow que parece llamado a ser uno de los mejores de la galaxia, aunque en este episodio le pisa los talones el personaje de Kh’ymm, mezcla de gato y lechuza que en inglés cuenta con la voz de Alia Shawkat, co-protagonista de The Old Man.
Aunque su aspecto pueda resultar chocante, la verdad es que el personaje es encantador. Aun no se si es un animatrónico, CGI o un mezcla de ambas pero su aparición y su aspecto me han recordado no solo a los personajes inventados por Marvel, como ese conejo de dos metros llamado Jaxxon o ese Don-Wan Kihote que se unieron a Han Solo tras su aventura con Crinsom Jack, sino también a la obra de Jim Henson, con ese observatorio que parece sacado de Cristal Oscuro.
Detalles de la galaxia
Tripulación perdida muestra varios detalles escondidos que uno no ve a primera vista pero para eso estoy yo (e internet, que reconozco que los voy buscando por aquí y por allá). El primero se refiere a un personaje ya conocido, Hondo Ohnaka, personaje aparecido en The Clone Wars y cuya nave se puede ver anclada en Borgo, en concreto entre los dos cables que aparecen en la parte de abajo de la imagen.
Al ir al rescate de SM 33, Jod Na Nawood va despertando a varios droides, entre los que se encuentra uno de los entrañables droides de batallla que conocimos en el La amenaza fantasma. Cuando ya ha identificado al droide pirata, se encuentra con un alienígena que le llama Silvo. Se trata de un tal Benjar Prenic, al que presta su voz Alfred Molina en su versión original.
En resumen, Tripulación perdida ha presentado tres episodios notables, con un aroma a clásico y con nuevos personajes que esperemos no se queden sólo en esta serie. Como punto en contra, la duración de los episodios. ¿Por qué alguno llega a 50 minutos y otro se queda en 30? Esa inconsistencia no se si es planificada o a qué obedece pero cuando se estrena un nuevo episodio, nunca sabes cuánto tiempo te va a llevar. Así que veremos el siguiente. Hasta entonces, un saludo y que la fuerza os acompañe.
No sabía lo de que su personaje venía de los cómics. Guay.
¿Por qué alguno llega a 50 minutos y otro se queda en 30? No sé, tío; luego nos quejamos de las series con 10 episodios de casi 1 hora cada uno en los que sobra la mitad del metraje. Que utilicen el tiempo que crean necesario. En fin, será por quejarse.
¡Un saludo y te voy leyendo en la siguiente reseña!
Hola Manuel. A ver, no es que me queje pero me choca la duración de los episodios. No se si es algo planificado o que simplemente unos les salen largos y otros cortos pero a veces da la sensación de que en lugar de una serie podrían haber hecho una película. Es el caso de The Acolyte, por ejemplo. Como serie fracasó pero igual como película, cortando de aquí y de allá y puliendo más el guión, igual habría resultado. Gracias por el comentario y nos leemos en el siguiente análisis.
Muy agradable esta nueva serie de Star Wars hasta el momento (aunque a la hora de escribir este comentario ya vi también el capítulo 4).
A diferencia de la decepcionante The Acolyte, donde claramente sus creadores no tenía nada claro que tono manejar ni que era lo que realmente querían contar (lo mismo ponían chistes a mitad del capítulo, para después ponerse bien dramáticos, para regresar a aligerar el tono y después terminar con un par de muertes violentas), aquí en Skeleton Crew sí que queda muy claro el tono que están manejando: una aventura totalmente familiar, con mucho aire ochentero tipo “los goonies, con una historia muy sencilla pero entretenida de seguir. Y así se han mantenido en esa línea hasta el momento.
Claro que hay muchas casualidades y conveniencias en el guion, pero estos detalles también son parte del encanto en este tipo de historias.
Además de que luego luego se nota que la dirección de actores está mucho mejor en esta serie que en The Acolyte, los cuatro protagonistas están bastante bien, el robot SM 33 (Nick Frost en la voz) se acopla bastante bien al grupo aventurero, así como el buen tino que ha sido la incorporación de Jude Law en el reparto, con un personaje que se presta para tener mucho potencial.
Saludos y aquí estaré atento a leer lodas las atinadas reseñas de Pedro Pérez.
Gracias por el comentario, Javier. Es verdad que hay mucha diferencia con The Acolyte. Quizás el problema no sea Star Wars en si, que muchos ven agotada como franquicia sino que hay autores que no conocen la saga y nos aben que hacer con ella. No es el caso de Jon Watts y Christopher Ford, a los que se les nota su amor por Star Wars y también por esas películas ochenteras que les sirven de referente. Un saludo.