The Gifted está a escasas 3 semanas de terminar y ya ha planteado el posible enfrentamiento final. En el capítulo 7, titulado eXtreme measures (llegará un momento en que se queden sin imaginación para hacer los juegos de palabras con la X), pasa poco, bastante poco en cuanto a acción se refiere, pero cierra y abre arcos argumentales importantes para el final de temporada. Sin embargo, eso no quita que sea uno de los capítulos más lentos y poco interesante de los que llevamos. Vamos a ver cómo le va a nuestros amigos mutantes. Antes repasamos capítulos anteriores.
Santa Muerte
El pobre Marcos Díaz (Eclipse) es un títere de la mafia, que encima lleva su ex novia así que ahí poco amiguismo hay. El trato con ellos fue sencillo, ella le llamaría cuando quisiese para hacer un trabajito y él iría con el rabo entre las piernas o todo su mundo se vendría abajo, y si ya no puedes con el gobierno mejor no hacerte enemigo de los mafiosos.
A Marcos no le queda otra y abandona el refugio mintiendo a todos con ir a por alimentos y dinero. El problema es que Lorna no es tonta y claro, que tu novio salga a por comida y no coja el teléfono y se lleve el colgante de la Santa Muerte, pues da que pensar y el pobre Marcos no es muy bueno ocultando sus pistas.
Pero, por mucho que finja eso le gusta. Está encantado con usar sus habilidades para hacer algo más que intimidar o cegar a la gente, le gusta el caos en que vivió años atrás de convertirse en uno de los líderes del refugio de mutantes de Atlanta. Lorna lo sabe, y por mucho que todo eso lo haga por ella y por su hijo, la idea de que su novio la deje de lado para irse con su antigua novia a hacer de mafioso, le pone de muy mala leche.
Tampoco pasa mucho más, pero supongo que algo de relevancia tendrá para los siguientes episodios.
¿Un infiltrado en el refugio?
Los documentos que Reed, Marcos y Andy recuperaron del edificio estatal el capítulo anterior están sirviendo de mucha ayuda. Una ayuda informativa porque poco pueden hacer con lo que se les viene encima, nada más y nada menos que un ejército de mutantes reclutado por una empresa científico-militar del gobierno.
En los registros descubrimos que Wes, uno de los dos tortolitos de la pareja adolescente más sosa y forzada que he visto en mucho tiempo, se encuentra en los registros. ¿Coincidencia? Para nada pues parece que el chaval trabajó con el Servicio Centinela gracias a esta empresa para completar encargos gracias a sus habilidades, y esto a Reed no le gusta nada.
El motivo de su disgustos es que Wes es el novio de Lauren y un padre hará todo lo posible por proteger a una hija, por mucho que el otro sea un mutante. Sin embargo, y a pesar de que su hija no le escucha, Wes le confirma que sí, que trabajó para el Gobierno por comida y alojamiento.
Otro de los arcos menos interesantes del episodio. ¿Tendrá alguna importancia en el devenir de la serie? Lo dudo.
Jace Turner va a por todas
Este episodio se lo lleva el agente Turner, no porque haga algo impresionante, de hecho es otra marioneta al igual que Marcos, pero su arco argumental es el más importante y el mejor de estos 46 minutos. Y sí, su importancia es capital.
Turner está enfrascado en su trabajo. No sabemos cómo están las cosas por su casa, ni siquiera si ha vuelto después de enterarse de que su hija había muerto tras olvidar ese recuerdo, pero está dispuesto a acabar con los mutantes sea como sea.
Para ello, ya vimos en el episodio anterior como hizo un acuerdo con el Doctor Campbell, quien parece ser el jefe de la empresa científico-militar que trabaja para el Gobierno. Él accede a proporcionar su peculiar ejército de mutantes con la cabeza lavada a cambio de eso mismo, poder probarlos en batalla y registrar su éxito.
Sin embargo, el Gobierno no ve con buenos ojos esta unión más que nada porque así Campbell consigue que esos mutantes salgan a la luz, cosa que lo tiene prohibido, y para ello envían a la agente más inepta cuyo plan es abogar por el diálogo en vez de desmantelar todo. El problema es que dura poco y casi muere a manos del mutante guardaespaldas del bueno del doctor. Una pena, pero fuera el impedimento para probar a sus soldaditos.
The Hounds y Trask Industries
The Hounds, el grupo de mutantes con el cerebro lavado por el Gobierno está listo para actuar. Su plan es servir de apoyo al agente Turner y sus hombres, e infiltrarse en el refugio de mutantes en Atlanta para ofrecer apoyo cuando los Servicios Centinelas ataquen. Esto es personal y supongo que esa pobre gente con la cabeza lavada comerá un tanto mal entre sesión y sesión, pero el primer vistazo que tenemos a “Los Sabuesos” es bastante deprimente.
Por otro lado, los archivos obtenidos del Gobierno ya han sido descifrados en el refugio de mutantes. Entre nombres y nombres de posibles mutantes que reclutar, ha salido el de Industrias Trask. Para quienes no la conozcáis, la empresa fue creada por Bolivar Trask y quien impulsó el futuro Proyecto Centinela para la eliminación y control de mutantes.
El giro de tuercas viene cuando nos enteramos de que en la familia Strucker, Reed no es el único que ha trabajado para los malos, pues resulta que su padre trabajó más de 30 años para las Industrias Trask. ¿Tiene relevancia futura? No lo sabemos, pero si su padre sigue trabajando para los malos, la familia Strucker tendrá serios problemas.
Y hasta aquí el análisis del episodio 7 de The Gifted. Como ya he dicho, éste ha sido bastante lento y poco relevante, pero esperamos que de cara a la recta final la cosa mejore.
Un saludo y sed felices.
