Bienvenidos todos al análisis del tercer capítulo de la temporada 9 de The Walking Dead. Recordar que el artículo está repleto de spoiler así que ya sabéis, mejor leerlo después de haber visto el episodio.
Aquí puedes ver los análisis de los episodios anteriores
El principio de este episodio se centra en Michonne, personaje que no había tenido demasiado protagonismo hasta ahora. A través de varias escenas bien montadas vemos como el personaje se debate entre los dos papales que tiene actualmente, uno obligado y autoimpuesto como madre y jefa de Alexandria. Otro, el que venía teniendo antes, como guerrera e implacable máquina de destruir zombies. El primero lo tiene por el día, a la vista de todos, y el segundo por la noche, a escondidas y dejando salir toda su rabia.

Vemos también como Carol quiere dejar de ser la líder de los Salvadores y volver al Reino con los suyos. Comenta a Rick que ellos deben decidir por si mismos que camino tomar, unirse a los demás en el nuevo mundo o volver a ser lo que eran con Negan. Mientras, el puente que tanto ha costado construir corre peligro de venirse abajo por las lluvias.
Por otro lado Maggie parte hacia Alexandria para acabar con Negan, como ya se veía en el capítulo anterior. Rick se entera (Jesús da la voz de alarma con un mensaje, una “traición” que puede traer consecuencias en el futuro) y parte en su búsqueda acompañado por Daryl. Teniendo en cuenta que este quiere ayudar a Maggie tal vez no sea el mejor acompañante.

A Michonne, no le queda más remedio que ir a hablar con Negan, que parece estar en huelga de hambre. El prisionero quiere conectar con alguien de cualquier manera y piensa que Michonne es cómo él, una guerrera que se alimenta de la muerte y a la que la desaparición de sus seres queridos (el hijo de la líder de Alexandria y la mujer de exjefe de los Salvadores) ha liberado y les ha hecho más fuertes. Pero nada más lejos de la realidad ya que la pareja de Rick dice que ella no disfruta con lo que hace, sólo quiere buscar un camino para hacer un mundo mejor y si para eso tiene que luchar, lo hará, y si tiene que ser líder y hacer unas nuevas leyes, también lo hará. Esto parece desmontar a Negan que pide por favor que le dejen ver a lo que más quiere… su bate, su Lucille. Parece que se está volviendo loco y el que la escena acabe con el personaje dándose cabezazos contra la pared así lo corrobora.
También volvemos a saber que ha pasado con Gabriel y Jadis. El sacerdote está a punto de ser sacrificado ante un zombie como precio a pagar por su pareja para poder ir donde quiere. Jadis no ha podido dejar atrás su pasado y volverse “buena” pese a intentarlo. Pero a pesar de todo él la perdona y esto le salva la vida, despertando en un contenedor con una nota de despedida. Pocos minutos en pantalla para esta pareja, pero suficientes para que ella vuelva a volar en solitario y se postule como uno de los personajes más importantes del futuro de la temporada, cuando la comunidad a la que quiere volver haga acto de presencia.

Volviendo a la trama principal del capítulo, Daryl muestra sus cartas y aleja a Rick del camino de Maggie. Los dos compañeros pelean para acabar metidos en un profundo hoyo del que no pueden salir (ya es casualidad que estuviera allí ese gran agujero…). Es en este momento cuando tienen una conversación que había sido largamente pospuesta. Ambos dejan claras sus posturas. La ya conocida de Rick y su fe en el futuro común y la de Daryl, que echa en cara a su amigo que no esté teniendo en cuenta las necesidades de sus compañeros, necesidades que pueden pasar por una justicia más dura hacia los que tanto daño hicieron en el pasado.
Esta conversación es uno de los momentos más emotivos de los últimos capítulos, vemos cómo los dos mejores personajes de la serie vuelven a limar asperezas ya que Rick perdona que su amigo le ocultara los sucedido con las chicas de Oceanside y le llama “hermano”, mientras que Daryl le recuerda que siempre ha estado dispuesto a morir por él, y que incluso hubiera estado dispuesto a morir por Carl. ¿Emoción en vena justo antes del destino final de Rick?

Parece que no puede ir peor, pero los Salvadores asaltan al grupo de Carol cuando se disponían a volver al Reino. Buscan quedarse con sus armas ante la amenaza de Oceanside (que ya vimos cómo se las gastan en el episodio anterior). El enfrentamiento se recrudece al atacar Carol al que parece ser el nuevo jefe y justo en ese momento…
La cámara vuelve a Rick y Daryl mientras se oyen disparos que acaban atrayendo hacia la zona a los zombies, que empiezan a caer en el hoyo donde estaban. No les queda más opción que colaborar y al salir del agujero descubren que son muchísimos zombies los que se acercan. Así pues un siempre heroico Rick se ofrece a desviarlos, llevándolos lejos de la zona del puente que tanto les ha costado construir y que tanto peligro corre.
Y es aquí amigos, donde está la chicha del episodio. Todos sabemos que Rick dejará la serie y parece que no queda mucho para eso, ya que al final del capítulo el caballo en el que monta se asusta al cruzarse con un segundo rebaño de zombies y le tira, quedando nuestro protagonista ensartado en un hierro que había en unos escombros (volvemos a las casualidades, ¿justo en ese lugar tenía que haber un oportuno hierro?).

El capítulo se despide con una gran escena aérea donde vemos a Rick ensartado y desmayado en un cruce de caminos mientras que por cada lado se acerca un rebaño de zombies. Parece un final un poco cogido por los pelos para un personaje que ha sobrevivido a tantas cosas, pero ya veremos…
RECUENTO DE MUERTES: En este capítulo ninguna, aunque viendo el final parece que se las guardan todas para el siguiente.