Hace casi cinco años, cuando terminaba de escribir el análisis del último episodio de la tercera temporada de True Detective, dejé bien clara mi opinión sobre la debacle de una serie cuya primera temporada alcanzó un estatus casi mítico en el imaginario popular y me pregunté si habría una cuarta temporada. Ahora, en enero de 2024, damos la bienvenida a True Detective: noche polar.
Análisis de todos los capítulos de True Detective.
Se terminó. La cuarta temporada de True Detective, titulada Noche Polar, ha dado a su fin. Y esa es la mejor noticia que podemos dar de una serie que únicamente va a ser recordada como parte de un universo que no debió, probablemente, pasar de su primera temporada. Vamos a analizar el final, donde se desentraña el misterio de dos (no, tres) asesinatos, y hablar de la calidad de la serie en general.
SPOILERS A PARTIR DE LA IMAGEN
Como llevo diciendo en los últimos episodios, True Detective: Noche polar no daba para una serie de seis capítulos. Ni siquiera para una de cuatro. Prueba de ello es que este el primer episodio desde el piloto que se centra en lo que realmente importaba a Issa López: el misterio, no los conflictos familiares y personales de sus protagonistas que únicamente han funcionado de relleno.
Empezamos con Danvers y Navarro entrando en las cuevas donde mataron a Annie Q., con la segunda invadida por alucinaciones tras el suicidio de su hermana. En este entramado helado encuentran a Clark. La persecución les conduce hasta un laboratorio secreto que está justo debajo de la estación Tsalal.
Tras un forcejeo, terminan por hacer confesar a Clark (repitiéndose la escena en la que ambas tenían a Wylar a su merced y, sorpresa, Navarro le dispara en la cabeza). La estación investigaba un microorganismo congelado en el hielo que podría ser clave para detener la degeneración celular y poder curar enfermedades tan devastadoras como el cáncer. El problema es que obtener el ADN destinado a esta cura implicaba ablandar el permafrost y, para ello, lo mejor era derretirlo aumentando los niveles de polución de la mina. Así, los investigadores, auspiciados por Tuttle (la poderosa familia detrás del culto al Rey Amarillo en la primera temporada) presionaron a la mina para falsificar los niveles de polución.
Annie, que estaba con Clark en aquel entonces, descubrió el pastel y, en lugar de denunciarlo o hacer fotos para tener pruebas, se dedicó a destruirlo, siendo asesinada por todos los investigadores, frustrados por ver el fruto de su trabajo hecho añicos.
Años después, las limpiadoras indígenas de la estación descubrieron el laboratorio y pruebas (no sabemos cuáles, pero parece que son detectives al nivel de Sherlock Holmes o científicos como Carl Sagan) del asesinato de Annie Q. Así que se tomaron la justicia por su mano, armadas con pistolas y rifles y llevándolos al hielo. Se salvó Clark, invadido (como Navarro) por esas alucinaciones y ocultándose en la cueva.
Las detectives deciden, en un homenaje que Issa López dedica a varios de los relatos de Sherlock Holmes, no hacer justicia. O hacer justicia, según se mire. Los investigadores murieron a causa de una avalancha y no hay más que hablar.
Danvers mantiene su carrera y restaura la relación con su hija, Navarro desaparece del mapa y Prior continúa como policía acompañado de los remordimientos por la muerte de su padre. Y fin de la historia.
IMPRESIONES FINALES
No daba para una serie. Si algo ha definido a esta True Detective para mal ha sido el relleno. Porque las tramas personales y familiares de los protagonistas se han utilizado descaradamente para alargar metraje en lugar de para acompañar a la potente trama principal, lo que realmente le importaba a Issa López: el misterio de los investigadores.
¿Quedan preguntas pendientes? Sí, las alucinaciones de Clark y Navarro o el misterio de la lengua de Annie Q. Pero no me importan, porque esos enigmas deberían quedarse con nosotros al sentirnos atrapados por la atmósfera de Alaska. Desgraciadamente, este ha sido un permafrost que no cala en el espectador.
He leído en varias críticas que esta temporada ha sido un éxito. Parece ser que a niveles de audiencia ha llegado a superar incluso a la primera temporada. Me alegro si eso implica una nueva oportunidad para una quinta antología de crímenes. No hay que perder la esperanza. Pero no nos engañemos. True Detective: noche polar no tiene el ritmo lento pero opresivo, la complejidad de sus personajes principales, el riesgo narrativo y la innovación estética de su temporada original. Una pena.
¡Un saludo y sed felices!
¡Nos leemos en Las cosas que nos hacen felices!
Muy buenos los análisis de la temporada. Coincido que esta historia no daba para más que una película de dos horas. La temporada fue de más a menos.
También coincido que la serie debió quedar como miniserie, ya que ninguna de las otras temporadas se acercó a la primera. Pero como la plata puede más, por la buena audiencia, la serie fue renovada para una quinta temporada.
Muy buenos los análisis de la temporada. Coincido que esta historia no daba para más que una película de dos horas. La temporada fue de más a menos.
También coincido que la serie debió quedar como miniserie, ya que ninguna de las otras temporadas se acercó a la primera. Pero como la plata puede más, por la buena audiencia, la serie fue renovada para una quinta temporada.