Bienvenidos a este mundo posapocalíptico que nos presenta The Stand. La raza humana fue devastada por un virus y solo unos pocos supervivientes tendrán la difícil misión de continuar con la humanidad. Basada en la novela de Stephen King, nos espera un mundo lleno de misterios y horrores.
“Hay días amargos por delante. Muerte y terror, traición y lágrimas” así comienza The Stand. Nos involucra de lleno en un mundo postapocalíptico, donde un virus destruyó más del 99 por ciento de la humanidad. Desde el primer momento te atrapa, con imágenes en su primera escena que me llevaron de lleno a la mítica The Walking Dead, con muertos que parecían que ya se levantaban para comerse a los supervivientes.
Me parece muy interesante la propuesta. Primero, porque una serie basada en una novela siempre tiene mucha tela para cortar y ya trae mucha historia detrás, y más una obra de culto como la de Stephen King. En segundo lugar, por su fantástico elenco con: Whoopi Goldberg; J.K. Simmons, Greg Kinnear o Alexander Skarsgard. Y en tercer lugar por la trama, un virus que acaba con toda la humanidad. Lanzada en el momento exacto (eso que lleva varios años de desarrollo), donde el Covid-19 es el mayor temor del siglo XXI.
Esta primera entrega que lleva el nombre de The End (El Final), está producido por Josh Boone, el director de Bajo La Misma Estrella o Los Nuevos Mutantes, pero con Vincenzo Natali –Cube– y con el mismo Stephen King supervisando la adaptación, me dejó un buen sabor y con ganas de conocer más sobre esta miniserie que tan solo tendrá ocho episodios. Pero justamente ahí radica el talón de Aquiles de The Stand, ¿con tan solo ocho capítulos se podrá dar vida a esta magnífica novela?. El comienzo fue auspicioso.
Yendo a lo que nos dejó The End, nos muestra un mundo devastado por un virus, que aparentemente nace en unos laboratorios que hacían experimentos biológicos y se expandió de forma incontrolable. Este, es tan contagioso que ha acabado con prácticamente toda la población, solo unos pocos supervivientes que son inmunes logran sobrevivir, pero ya el mundo no se parece nada al de unos días atrás.
Son muchos los interrogantes y pocas las certezas. El episodio se centra en sus dos protagonistas Stu Redman (James Marsden) y Harold Lauder (Owen Teague). Redman despierta en una base del ejército EEUU, donde están estudiando su inmunidad para con el virus. Toda su familia y allegados han muerto, por lo tanto, él es como una especie de salvación para la humanidad. Acepta que se le realice estudios y le extraigan sangre. Lauder vivía Ogunquit, hasta que su vida cambio por completo y vio cómo su mundo nunca volverá a ser igual.
De ahora en más, los dos tendrán caminos disímiles, pero con el mismo objetivo: buscar más personas con vida, para tratar de salvar la humanidad. Los dos junto con Frannie Goldsmith (Odessa Young), tuvieron visiones y soñaron con Madre Abagail (Whoopi Goldberg). Seguramente en los próximos episodios veremos cómo llegan hasta ella.
Conclusión
Este primer episodio me dejó muy buenas sensaciones, con ganas de seguir conociendo más sobre esta buena historia. Fueron mayores dudas que certezas, pero tuvimos la posibilidad de tener una aproximación de lo que Josh Boone y Stephen King nos quieren contar.
Muy interesante el personaje de Harold Lauder, con mucho rencor hacia la sociedad que lo discriminó y rechazó durante años. Es como si vivieran dos seres distintos en él, uno generoso que ayuda a los demás y otro que siente mucho odio hacia algunos, como una especie de trastorno ciclotímico.
El mayor interrogante que me dejó fue ¿ este virus fue creado en el laboratorio biológico o el que lo transmite es Randall Flagg que lo alcanzamos a ver en la ultima escena?, y ¿Quién pondrá orden a un mundo donde reinará la anarquía total? ¿será Madre Abagail?.
Saludos y sed felices.