Hace unas semanas Netflix estrenó La diplomática, serie creada por Deborah Cahn y protagonizada por Keri Russell. La serie ya ha sido renovada para una segunda temporada y no nos extraña. Incluso Stephen King la ha alabado como una de las mejores series de la actualidad.
THE DIPLOMAT (Netflix) is just terrific. Dialogue so sharp it could cut your skin, as my old buddy Peter Straub used to say. Bonus: No teen angst.
— Stephen King (@StephenKing) April 30, 2023
Como siempre estamos de acuerdo con Mr. King. Su palabra es ley y esto es lo que nos ha parecido La Diplomática.
Sra. Embajadora
La Diplomática cuenta la historia de Kate Wyler (Keri Russell), nombrada embajadora de los Estados Unidos en Gran Bretaña en medio de un conflicto que amenaza con terminar en tragedia. Un portaaviones británico ha sido atacado en Oriente Medio, provocando la muerte de 41 soldados británicos. El primer ministro está ansioso de venganza y cualquier paso en falso puede provocar una guerra a escala mundial.
La embajadora Wyler tendrá que apaciguar los ánimos. El problema es que ha aceptado el cargo a regañadientes y preferiría estar en Kabul, ayudando en la evacuación de mujeres amenazadas por los talibanes. Lo que Kate no sabe es que su paso por Londres es una prueba. El presidente de los U.S.A. quiere destituir a la vicepresidenta y que ella ocupe su lugar.
A medida que pasan los episodios, la trama política se va complicando, al igual que la trama matrimonial de Kate, quien estaba a punto de divorciarse pero se lo piensa ante la opción de que una vicepresidenta divorciada no es una buena idea.
La Diplomática es un thriller político de pulso firme, con unos diálogos afilados y con unos personajes que, como bien señala Stephen King, son mucho más adultos de lo que estamos acostumbrados. Keri Russell centra la historia y es la protagonista absoluta. Su personaje es una mujer fuerte que intenta lidiar con los problemas que se le plantean mientras piensa que ya le gustaría estar en otro lado.
La serie es un claro ejemplo del género de política ficción muy bien llevado. Situada un año en el futuro (en la serie Rusia invadió Ucrania hace dos años), no rehuye los temas más candentes sino que se sirve de ellos para realizar una crítica a todo ese mundo de hienas y víboras que es la alta política.
Aunque no se menciona explícitamente, queda claro que la vicepresidenta que se quieren cargar, a la que llevan años preparando para el cargo y a la que definen como “alguien que quiere bombardear lo que sea” es Kamala Harris. No en vano el presidente William Rayburn (Michael McKean, el inolvidable hermano de Saul Goodman) es un hombre mayor a los que acusan de falta de liderazgo por su vejez, un claro referente a Joe Biden.
EL presidente del Reino Unido es un despota egocéntrico pasado de revoluciones que recuerda a uno al que ya se han quitado de en medio. Las referencias a la cagada que fue el Brexit también están presentes y no se cortan un pelo en afirmar que han agotado las sanciones contra Rusia sin que sirviesen de nada.
Sr. Embajador
La Diplomática es una serie creada por una mujer y protagonizada por una mujer y eso se nota. Es un punto de vista femenino el que sobrevuela la serie y es, desde luego, su mayor virtud. Deborah Cahn escribió varios episodios de Homeland y el personaje de Kate recuerda en ocasiones al de Carrie Mathison, una mujer que debe sobrevivir en un mundo de hombres, aunque sin el componente psicótico de aquella.
Sin embargo el planteamiento de la serie presenta un fallo que, paradójicamente, es a la vez su mayor acierto. En contraposición al personaje de Kate Wyler tenemos a su marido, Hal Wyler, antiguo embajador ahora convertido en marido florero que se resiste a salir de primera línea. Hal Wyler es un tipo manipulador, sibilino, un personaje magnético de esos que van para villano pero resultan fascinantes. Si pretendían que semejante personaje resaltase a la protagonista, han fracasado estrepitosamente porque a la hora de la verdad, Hal Wyler se come al resto del reparto.
No se si es sólo que el personaje está muy bien escrito (como casi todos los de la serie) pero si se que la fascinación que despierta se debe en gran parte (o en toda) a que lo interpreta Rufus Sewell, un actor que ya demostró que era inmenso en El hombre en el castillo y que aquí lo borda. Sin él, las desventuras de la diplomática no podrían importarnos menos y eso me temo que es un fallo garrafal. La serie debería llamarse El Diplomático y cambiar de protagonista.
Pero el caso es que no es así y La Diplomática termina con un cliffhanger de esos de aupa. Como ya dijimos, la segunda temporada está confirmada y esperamos que retorne todo el reparto, Rufus Sewell incluido. Especialmente Rufus Sewell. Ya nos contaréis que os parece la serie. Un saludo, sed felices.