Voy a pasármelo bien se ha estrenado en Prime Video. Se trata de una de las películas del pasado verano pero nosotros fuímos demasiado vagos como para ir al cine. Ahora que ha llegado a una de nuestras plataformas amigas le hemos echado un vistazo y nos arrependimos de no haberla visto en pantalla grande. Pasen y lean.
De vuelta a los 80
Valladolid. 1989. Octavo de E.G.B. Layla irrumpe como un tornado en la vida de David. Ella es la chica de la que cualquier chico se enamoraría. Guapa, alegre, enrollada y encima le gustan Los Hombres G. David intentará conquistarla con la ayuda de su pandilla, Los Pitus. 30 años después, David tiene una librería y Layla, convertida en directora de cine de fama mundial, regresa para un homenaje. Ambos quedarán en verse y recordar lo que fue su primer amor.
Dicho así no parece nada del otro mundo pero a ritmo de Hombres G es otra cosa. Voy a pasármelo bien es un musical con la dosis justa de canciones, una comedia agridulce que intercala las escenas de los 80 con las de la época actual para mostrarnos como evolucionaron los protagonistas y que fue del amor entre Layla y David.
La película está dirigida por David Serrano, especialista en musicales. Suyos fueron los guiones de dos auténticos fenómenos del cine español a principios de este siglo, El otro lado de la cama y su secuela Los dos lados de la cama. También ha escrito el musical Hoy no me puedo levantar, adaptó y dirigió Billy Elliot, West Side Story y el reciente Mamma Mia en la Gran Vía de Madrid.
En Voy a pasármelo bien ha dosificado los números, ha equilibrado humor y drama y el resultado es una de las películas españolas más sólidas de este año gracias a su guion, las canciones, los números musicales y sobre todo gracias a un magnífico reparto. En la parte infantil hay que destacar la naturalidad de todos los niños, con especial atención a Rodrigo Gibaja como Luís, ejemplo viviente de coletillas y frases hechas.
Como si la versión de It española se tratara, tenemos sus contrapartidas adultas, con el Sean Penn español a la cabeza, el gran Raúl Arévalo, acompañado de un Dani Rovira menos Dani Rovira que nunca, lo que se agradece.
La película huye de esa nostalgia ochentera trasnochada, esa que quiere justificar por si sola cualquier historia y la usa lo justo. Quien haya vivido en los 80 esbozará una sonrisa pero tras su visionado, no la añorará como si fuese el maná del desierto.
Por el contrario, Voy a pasármelo bien reivindica la infancia como parte esencial de la vida, como el paso imprescindible para llegar a la edad adulta, como algo inevitable que forma parte de nosotros mismos, que podemos mirar de vez en cuando pero sin dejar que nos atrape.
La película de Los Hombres G
David Serrano ha contado en varias entrevistas que la película es autobiográfica, que hay mucho de él mismo en el personaje de David pero, sin duda, esta también es la película de Los Hombres G. Sin ellos, sin sus canciones, no habría sido posible Voy a pasármelo bien. Su optimismo, su alegría, su normalidad, impregnan toda la historia, todas las escenas.
La energía y vitalidad de sus canciones marcan la historia, ya sea robando un cassette de Jose Luís Perales en Galerías Preciados (el diseño de producción es impresionante, recreando una época cada vez más difícil de reproducir) a ritmo de Venezia, ya sea montando una fiesta donde rula la leche de pantera a base de Visite nuestro bar.
En resumen, Voy a pasármelo bien te da lo que promete, pasártelo bien. Es imposible no reir, bailar, cantar y llorar con la película. Es una muestra del cine que se puede hacer en España, familiar, entretenido, digno, con una historia bien hilada y alejado de las españoladas que perpetra Santiago Segura, a vuestra disposición en la misma plataforma, para que así se vea el contraste. Un saludo, sed felices.