El pasado miércoles 5 de febrero arrancó la edición número catorce de CutreCon, Festival Internacional de Cine Trash de Madrid, y lo hizo por todo lo alto. Aunque no pude asistir a los primeros pases matinales donde se proyectaron en una sesión doble “Documentrash” Suzzanna: The Queen of Black Magic (2024) y The Hungry Snake Woman (1986), me incorporé en el primer pase de tarde con la insólita película de Fernando Colomo El caballero del dragón (1985), que reúne en su heterogéneo reparto estrellas como Harvey Keitel, Klaus Kinski, Miguel Bosé o Julieta Serrano. He visto un total de ocho películas durante los dos primeros días y en este artículo voy a hacer un breve repaso de todas.
Es mi primera vez en este aclamado festival de lo “cutre” y, de momento, me ha fascinado. Estoy seguro de que la experiencia de visionado de estas películas perdería muchísimo fuera de CutreCon, y eso es gracias al ímpetu de un público cien por cien entregado a la causa, al que no le importa comentar con chascarrillos cada cosa que sucede en pantalla, avisar al héroe protagonista de algún peligro acechante que no alcanza a ver o leer con gracia todos y cada uno de los títulos de crédito iniciales.
Estos primeros dos días he podido ver desde películas muy muy amateur hasta la película con más presupuesto de la historia del cine español en su momento, desde cangrejos del espacio exterior adictos a la cocaína hasta muñecos diabólicos que lo dan todo por una buena juerga. CutreCon es algo único.
Aviso previo: perdonad la calidad de las fotografías que he incluido de mi bolsillo. No tengo cámara profesional, y el móvil con el que las hago no es de alta gama. En todo caso, he decidido ponerlas por aportar contexto e introducir más en lo que estoy relatando.
Póster de CutreCon XIV
El caballero del dragón (El caballero del dragón,1985) de Fernando Colomo
En algún lugar de la Edad Media se erige el castillo de Ruk, donde el Conde (José Vivó) sufre por el futuro de su hija Alba (María Lamor), mientras que Fray Lupo (Fernando Rey) y Klever (Harvey Keitel) conspiran a sus espaldas. El hechicero Boecius (Klaus Kinski) experimenta en busca de la Piedra Filosofal cuando en medio de uno de sus conjuros aparece lo que piensan que es un dragón en las inmediaciones del castillo. Desde entonces, empiezan a desaparecer animales y el pueblo se manifiesta exigiendo que se acabe con la amenaza.
Una historia de espada y brujería con ciencia ficción inesperada es la que nos ofrece el polifacético Fernando Colomo, de la que dice ser una película que no repetiría: “Acabamos hartos de Klaus Kinski”, dijeron en varias ocasiones tanto él como su célebre director de fotografía José Luis Alcaine en el coloquio posterior.
El variopinto reparto de la película más costosa de la historia del cine español hasta aquel momento es reclamo suficiente para adentrarse en tan peculiar obra de aventuras, que por momentos se vuelve intensa en el atípico drama romántico entre princesa y extraterrestre (un Miguel Bosé que no habla en todo el metraje, tan solo emite sonidos agudos a modo de lenguaje), para luego caer en la comedia más tontorrona. Actores magistrales sobreactuados y en personajes vacíos, aún así no opacan el enorme divertimento que supone su visionado, y su magnífico despliegue visual fruto del trabajo de Alcaine. Los efectos especiales también son de admirar.
Como breve anécdota, Colomo nos contó cómo una vez charlando con Tarantino (sí, el de Pulp Fiction) surgió en la conversación la película que tiempo atrás dirigió con Keitel, Kinski y compañía, pero no podía recordar el título en inglés, a lo que el estadounidense rápidamente puso solución: “Star Knight”. Tarantino lo pasaría en grande en CutreCon.
Miguel Bosé y Klaus Kinski en una escena de El caballero del dragón (1985)
Fernando Colomo (director) y José Luis Alcaine (director de fotografía) en el coloquio posterior a la proyección de El caballero del dragón (1985)
Frankie Freako (Frankie Freako, 2024) de Steven Kostanski
Conor (Conor Sweeney) lleva una vida cuadriculada en que dar la mano a su esposa Kristina (Kristy Wordsworth) es lo más parecido a tener sexo. Cuando Kristina se va unos días de casa, Conor se ve tentado a llamar al anuncio del 1-900 que promete una gran fiesta con el muñeco viviente llamado Freakie Freako, y así desafiar sus límites.
Maravillosa y divertidísima propuesta de cine “moñeco” que en todo momento abraza la comedia alrededor de sus definidos personajes para conseguir que nada importe más allá de esas pequeñas criaturas gamberras y la tragedia de su esperpéntico protagonista. Hay gags concretos hilarantes así como momentos de humor más infantil, pero, sobre todo el giro de guión final es para quitarse el sombrero, y la banda sonora de Blitz//Berlin eleva lo visual. La narrativa realmente es bastante sencilla, pero poco importa para lo que propone. ¡Shabadoo!
Mundo mutante (Mundo mutante, 2024) de Juan Carlos Gallardo
¡Larga vida a los frikis! proclama constantemente en su película el querido director en CutreCon. Y es que Mundo mutante es eso, un homenaje al friki de pura cepa que puede verse menospreciado en muchos sectores sociales. La de Gallardo es una película cien por cien amateur que pese a sus sobresalientes fallos en todos los aspectos sirve como muestra de valentía y tesón.
Sexión continua (Sexión continua, 2024) de Marta Montes “Martanuelle” y Miguel Guirado
Sexión continua se presenta como un collage sensorial que divaga entre tiempos y espacios construyendo una antología de breves historias sin demasiada razón de ser e hiladas por el enigmático personaje de John Villain (Juan Sánchez), a modo de concatenación críptica de imágenes que en algunas ocasiones suscitan interés por su extrañeza, pero terminan resultando algo tediosas por lo caótico. En cualquier caso otra demostración de valentía como la de Gallardo, con más sombras que luces. Además, hay un cameo de Paco Clavel.
Marta Montes “Martanuelle” (directora) presentó la película vestida para la ocasión y con su perro en brazos. A la derecha Juan Pérez (staff de CutreCon)
Cocaine Crabs from Outer Space (Cocaine Crabs from Outer Space, 2023) de Chuch Magee
Una pareja de cangrejos intergalácticos que llega a la tierra prueba una cocaína de las manos de dos amables jóvenes que provoca en su organismo el irresistible pulso de matar. El detective Charlie Reese (Chuck Magee) junto a la responsable de una tienda de mascotas Alex (Kat Andrews) buscan a los culpables de la masacre local.
El propio director de esta marcianada además la protagoniza, y eso es increíble. Hacía tiempo que no reía en una sala de cine como viendo a un montón de cangrejos ─terminan reproduciéndose─ de plástico causando sangrientos homicidios por doquier, y a un puñado de incompetentes humanos viéndoselas con ellos sin saber muy bien qué hacer. Es una película mala pero aposta, en la que la comedia se busca por la vía de lo cutre, de lo más acartonado posible. Los recursos técnicos brillan por su escasez, pero los muñecos de los crustáceos ─movidos por unos hilos que no se ocultan─ son la guinda del pastel; más aún cuando en cierto momento adquieren la capacidad de hablar. Jolgorio absoluto.
Los violadores (Los violadores, 1981) de Paul Grau
El mujeriego Hal (José Gras) se pasea por discotecas de Barcelona ligando con jovencitas, hasta que en un encontronazo una banda de moteros nazis viola a uno de sus ligues desatando un enfrentamiento que no terminará ahí.
Ya nos avisó Carlos Palencia previo a la proyección de que las imágenes que estábamos por ver iban a ser difíciles de digerir. Mad Foxes (en su título internacional) es una gamberrada de explotación sexual y violenta a más no poder, que el mismísimo Jaume Balagueró (REC, Mientras duermes) presentó en la nueva sección del festival “Mis delirios favoritos” ─en la que figuras reconocidas del mundillo compartirán sus placeres culpables─, con el protagonista José Gras presente en la sala para protagonizar un coloquio posterior.
La película es bestia hasta hartarse y traumática en su constante violencia vejatoria, pero sobre todo incomodísima por su constante erotismo gratuito. Es una continua recreación de lo inmoral y malsano, sin pies ni cabeza en su guion y un personaje protagonista que produce más bien rechazo por su estúpida indiferencia ante lo que le rodea. En definitiva, no puedo decir que sea una gran película, pero desde luego es entretenida. Para Tarantino debe ser una estupenda venganzamática.
Jaume Balagueró (director), José Gras (actor) y Paco Fox (staff de CutreCon) en coloquio tras la proyección de Los violadores (1981)
El cazador de la muerte II (Deathstalker II: Duel of the Titans, 1987) de Jim Wynorski
El guerrero Deathstalker (John Terlesky) junto a Reena (Monique Gabrielle), la auténtica princesa Evie que es tomada por pordiosera, se dirigen a la fortaleza del malvado hechicero Jarek (John Lazar) para acabar con su plan de apoderarse del reino.
En sesión doble “Conansploitation” junto a la que después mencionaré Los bárbaros (1987), pudimos ver bajo el amparo de la noche madrileña una de las tantas copias derivadas del éxito de Conan, el bárbaro (1982), que, además me gustó bastante, así como la osadía de proyectar la segunda parte y no la primera ─El último guerrero (1983)─ de esta saga de espada y brujería ochentera, porque suscita en mí un interés mayor aún del que podía tener de antemano.
Todo es realmente cutre, desde su acartonada escenografía a sus risibles interpretaciones y diálogos sin sentido, pero está claro que hemos venido a eso y por algo el festival se llama CutreCon. Además, más allá de eso, Deathstalker II es una película de aventuras entretenidísima y con unos puntazos de comedia pretendida (el combate de boxeo medieval parece sacado de una película de David Zucker y compañía), pero lo mejor de todo es la pedazo de banda sonora compuesta por Chuck Cirino. Es impresionante, y además forma parte de uno de los mejores anuncios de la programación del festival.
Paco Fox nos anunció que, curiosamente, el director de la mencionada Frankie Freako Steven Kostanski está terminando de producir Deathstalker (2025), un remake de la primera parte, El último guerrero (Deathstalker, 1983) de James Sbardellati.
Chuck Cirino (compositor) explicó algún detalle de la BSO de El cazador de la muerte II (1987) en un vídeo previo a la proyección
Los bárbaros (The Barbarians, 1987) de Ruggero Deodato
La reina Canary (Virginia Bryant) de los Raknakis posee el rubí mágico que permite a su gente viajar libremente en un mundo violento y tiránico. Sin embargo, en un ataque inesperado el déspota Kadar (Richard Lynch) roba la piedra y secuestra a la reina y sus hijos Kutchek (Peter Paul) y Gore (David Paul). Muchos años de esclavitud después, la juventud de los niños ha desaparecido y los hermanos son dos musculosos bárbaros dispuestos a rescatar a su madre y poner fin a la tiranía de su captor.
Siempre voy a recordar a los hermanos Paul en esta película y su hilarante manera de hacerse notar: ese gruñido a modo de llamada que se anticipa por muchos años al famoso saludo de Amador Rivas en La que se avecina, ocasionando una rima bastante esperpéntica, igual que la película. No sé si la comedia es voluntaria o no, entiendo que sí, pero desde luego hace reír por el constante surrealismo en su devenir de acontecimientos y los caricaturescos personajes que rodean la historia.
De nuevo, encontramos cartón en los decorados ─aunque es probable que tuvieran bastante más presupuesto que la anterior mentada, y se nota─, y el guion aquí si que no tiene ningún tipo de equilibrio entre acción e intensidad dramática más dialéctica, llegando a hacerse pesada en algunos momentos aún durando 87 minutos. Esto es lo obvio, lo que se presupone, pero me voy encantadísimo de poder haber disfrutado y, sobre todo, descubierto, una película así en CutreCon. Donde la hermandad lo es todo, y un par de buenos mastuerzos hasta arriba de aceite pueden a cualquier enemigo, ya sea terrenal o demoníaco. Encima la dirige el de Holocausto caníbal (1980). Histórico.
Hasta aquí el repaso de los dos primeros días de CutreCon XIV, en los que he podido ver toda su programación amén de las dos primeras películas como he mencionado en la introducción. Pronto más y más cutre.
Muchas gracias por leerme.