Bienvenidos un sábado más a la sección de los amantes del cómic. Bienvenidos a “El cómic de la semana”. Hoy destacamos Biblioteca Michael Moorcock. Erekosë. Espadas del cielo, flores del infierno. Al final del artículo tendréis la portada y el enlace.
Erekosë, el más desconocido de los campeones eternos
Michael Moorcock fue un adelantado a su tiempo. Moorcock creó el multiverso en sus novelas uniendo a sus 4 campeones eternos que eran nada más y nada menos que Erekosë, Hawkmoon, Corum y Elric. Todos sus relatos son de fantasía épica muy entretenidos y ligeros. Novelas que puedes leerle decenas de veces sin cansarte, sin obviar que estás en el mundo real pero evadiéndote en su lectura.
Erekosë es el campeón eterno menos conocido de todos, y ahora tenemos la oportunidad de leer en un tomo sus andanzas en los cómics gracias al sello Yermo, que está publicando todas las adaptaciones de Michael Moorcock de la editorial First Comics de los años 80. Tengo que recordar que se va a publicar en España todo el material de los campeones eternos gracias a las licencias que compró Titan Comics en Estados Unidos. De Elric serán 6 tomos, de Corum 4 tomos, de Hawkmoon 2 y de Erekosë únicamente este que aquí comentamos en la sección de El cómic de la semana.
Michael Moorcock se diferencia de los demás escritores por crear el Multiverso, que es una especie de novelas interconectadas siempre por el campeón eterno, personaje que tiene diferentes facetas, atormentado por mil y unas batallas que nunca parecen terminar. Pero lo más interesante de todo esto es que empezó a escribir estas novelas del Multiverso en los años 60. Y es que no viene mal recordar que en los años 60, con los Beatles arrasando en todo el mundo, todo esto de los universos alternativos en las novelas de fantasía era una novedad, algo inédito. Y bien es cierto que quizás no estamos ante las obras más excelsas de la historia de la narrativa universal, pero si que puedo decir que son novelas (y cómics) muy entretenidos y dinámicos que hacen la delicia del más variopinto.
Eso de estar leyendo una historia de un personaje y que de repente, ante una gran amenaza o eventualidad aparezcan otros campeones eternos, o sea, Elric, Hawkmoon, Corum o Erekosë me parece alucinante, único (al menos por aquella época) y de un cariz asombroso. Reconozco que tengo debilidad por este autor y estas novelas. Reconozco que las historias de Elric, el más famoso de todos los campeones eternos han ido más allá de la literatura, siendo un icono popular. Aunque mis novelas favoritas son las que forman la tetralogía de El bastón rúnico de Dorian Hawkmoon, también soy fan de la trilogía de las espadas de Corum. Y todo esto nos lleva a Erekosë, el campeón eterno.
Erekosë es el más desconocido de todos los campeones eternos, pero eso no es problema porque al menos tenemos un tomo de ediciones First, publicado ahora por Titan Cómics y por Yermo Ediciones en España donde al menos nos presentan a este personaje. El título es Espadas del cielo, flores del Infierno y el autor íntegro es uno de los grandes veteranos del género, Howard Chaykin autor de por ejemplo American Flagg. Chaykin nos da una visión única de la disputa eterna entre la élite del Cielo y las huestes desesperadas del Infierno, donde nada es lo que parece y donde los giros de guion se suceden constantemente. Aunque el argumento y el dibujo no son de sobresaliente si tienen esa fuerza característica del autor, que junto con el argumento original de Michael Moorcock colocan el cómic a la altura de los que deberían estar en tu comiteca. Me parece un tomo imprescindible para todos aquellos que quieran adentrarse en el mundo del campeón eterno ya que en este tomo nos introducen de lleno en el multiverso y todas sus acepciones.
La edición española además viene muy cuidada dentro del formato de la Biblioteca de Michael Moorcock, que son cómics algo más grandes que el comic-book tradicionaL, en tapa dura y cuidando todos los detalles, como la introducción de John Davey, un estudioso del escritor. Creo que este cómic de Erekosë. Espadas del cielo, flores del infierno merece la pena.
Un saludo y sed felices.
