Hace unos meses que la segunda temporada de Silo llegó a su fin, y lo hizo dejando a los espectadores con más preguntas que respuestas. La serie de Apple TV+, basada en las novelas de Hugh Howey, ha sabido mantener el suspense y la intriga, y su desenlace no ha sido la excepción. El final de la temporada 2 de Silo nos ha dejado perplejos a todos.
Desde Las Cosas que nos hacen felices hemos realizado sendas críticas de las dos primeras temporadas, puedes leerlas aquí.
Por tanto ahora vamos a hablar del final de la temporada 2 de Silo. Esto significa que si no lo has visto te vas a tragar SPOILERS. Si sigues adelante es por tu cuenta y riesgo.
Juliette y el Silo 17
Juliette Nichols, interpretada magistralmente por Rebecca Ferguson, ha sido el hilo conductor de esta temporada. Su estancia en el Silo 17 le ha permitido descubrir secretos ocultos y conocer a Jimmy, también conocido como Solo, un personaje que aporta una nueva perspectiva sobre la vida en los silos. La relación entre ambos ha sido uno de los puntos fuertes de la temporada, mostrando cómo la humanidad puede florecer incluso en los entornos más hostiles.
La rebelión en el Silo 18
Mientras Juliette lucha por regresar al Silo 18, una rebelión se gesta en su interior. Bernard, el jefe de Informática, intenta sofocar el levantamiento, pero sus esfuerzos resultan infructuosos. La muerte de personajes clave y la revelación de traiciones internas han dejado al Silo 18 en un estado de caos e incertidumbre.
El sacrificio de Pete Nichols
Uno de los momentos más emotivos del final ha sido el sacrificio de Pete Nichols, el padre de Juliette. Su decisión de activar una explosión para ayudar a los rebeldes demuestra el nivel de desesperación y la necesidad de cambios radicales dentro del sistema opresivo de los silos.
Final de la temporada 2 de Silo
El episodio culmina con una escena que ha dejado a muchos espectadores perplejos: una visión de Washington D.C. en “el pasado”, donde se revela información crucial sobre los orígenes de los silos y el estado del mundo exterior. Esta revelación promete ser el punto de partida para la tercera temporada, que explorará más a fondo los eventos que llevaron a la humanidad a refugiarse en estas estructuras subterráneas.
Si os fijáis en el hombre que entra al bar, pasa justo antes un escáner para ver si estaba “infectado”. Se habla de una posible bomba sucia de Irán, pero todo son conjeturas y especulaciones. Se habla poco y realmente tampoco se aclara nada. El caramelo pez de la última escena es teóricamente una de las reliquias del Silo 18. Esto abre un debate de una historia que dejan abierta para una tercera temporada, disparando teorías como pocas series de ciencia ficción han hecho últimamente. Y todo por una escena. Un vistazo, un flash, una imagen fugaz que cambia por completo lo que creíamos saber.
Ese destello en el que parece que vemos algo más antiguo, algo que no pertenece al presente del silo… ¿es un recuerdo? ¿Un sueño inducido? ¿O una memoria real que conecta a Juliette con el mundo anterior al encierro? Hay decenas de teorías.
El concepto de la serie ya juega con capas de engaño, con lo que vemos y lo que nos ocultan. Así que no sería raro que ese fragmento pertenezca a algo borrado, reprimido, incluso manipulado. ¿Podríamos estar hablando del verdadero origen del silo? ¿O quizá de una vida anterior de alguno de los personajes? Esa escena, breve pero poderosa, plantea una posibilidad, que lo que nos han contado no es la primera versión de la historia. Tal vez ni siquiera la segunda.
Y ahí está el genio de Silo. Justo cuando pensábamos que entendíamos las reglas del juego, las cambia. Nos hace dudar no solo del presente, sino del pasado. Y eso, es mucho más inquietante que cualquier amenaza exterior.
El miedo de todo fan es un miedo justificado, el miedo a que la caguen en las próximas temporadas. Me pude leer la primera novela de Hugh Howey antes de la serie, que abarca las dos primeras temporadas y no se como sigue la historia. Veré la temporada 3 con la mente el blanco. Todo lo que ahora venga será una sorpresa o una decepción para mi, pero el miedo a que estropeen todo lo acontecido anteriormente subyace. Sólo pido que la elegancia que ha tenido la serie de Silo en Apple TV se mantenga en el tiempo y siga su curso sin desvíos absurdos. Estaremos aquí, en Las Cosas que nos hacen felices para contarlo.
Un saludo y sed felices.
