Ya tenemos disponible al completo la segunda temporada de la magnífica Silo, la distopía de ciencia ficción de Apple + (para los más despistados, disponible también en Movistar+). Recordemos que la serie adapta las novelas de Hugh Howey y que ya ha sido renovada por dos temporadas más, así que es seguro que vamos a tener una historia cerrada, algo de agradecer en estos turbulentos tiempos de cancelaciones inesperadas.
Crítica de Silo. Ciencia ficción adulta y misterios para una de las mejores series del año
En esta nueva temporada volvemos a tener diez episodios de unos 50 minutos de duración que en esta ocasión se centran en contarnos dos tramas paralelas, mientras se siguen acumulando las preguntas sobre la verdadera naturaleza del silo (o los silos, mejor dicho) y sobre las circunstancias que llevaron a su creación.
La primera de esas tramas sigue a Juliette, la protagonista de la serie, que recordemos salía del silo al final de la primera temporada. Descubría que realmente el mundo exterior era un paramo desolado y venenoso en el que no se podía vivir. La sorpresa llega cuando Juliette descubre la existencia de un silo vecino al suyo en el que sus habitantes han muerto al salir en masa al exterior sin trajes de protección.
Entonces nuestra protagonista se adentra en este nuevo silo para poder sobrevivir y allí descubre que no todos sus habitantes estaban muertos. Con la ayuda que encuentra descubre que una rebelión en este silo fue la que hizo que sus habitantes se aventurasen a salir al exterior con las consecuencias que ya hemos comentado. Desde ese momento, todos los esfuerzos de Juliette se verán encaminados a construirse un nuevo traje de contención y volver a su silo, donde la situación estaba a punto de explotar, con el peligro que esto supone.
La otra trama explora la situación en la que queda el silo que ya conocemos de la primera temporada. Después de la salida de Juliette, la primera persona que no muere al poco de salir, muchos habitantes empiezan a pensar que los que mandan les ocultan demasiadas cosas. Algo que queda cada vez claro según los antiguos compañeros de Juliette en mecánica y el sheriff Billings empiezan a investigar.
Conforme pasan los episodios la historia se llena de intriga política, siendo la mejor parte de la serie ya que la acción no da un momento de respiro con ataques y contrataques constantes de los dos bandos enfrentados mientras el alcalde Bernard pierde poco a poco el control.
Un nuevo paradigma para la serie
Lo primero que llama la atención en esta nueva temporada es que se deja de lado el aire de thriller que tenían los primeros episodios en pos de la intriga política y la supervivencia. Ya no hay una investigación de un asesinato y las cartas están puestas sobre la mesa, sabemos de qué pie cojea cada personaje. Pero esto no quiere decir que los guionistas se olviden del verdadero leitmotiv de la serie, que no es otro que descubrir los misterios del silo.
En este sentido, esta temporada ofrece algunas respuestas sobre la verdadera naturaleza de los silos, sobre quien los controla realmente. Y lo hace de manera brillante a través de esa trama paralela de la que hemos hablado. Porque lo que ocurrió en el silo donde esta ahora Juliette es lo que parece que va a suceder en el silo que conocemos, donde la rebelión está poniendo contra las cuerdas al poder establecido. Así pues, el espectador conoce lo que puede pasar, estableciéndose un juego de espejos entre las dos tramas que funciona realmente bien.
Mientras, algunos personajes como Lukas, se dedican a indagar más a fondo, descubriendo el verdadero peligro que se esconde en el silo y quien tiene el verdadero poder dentro de él.
Es cierto que ambas historias están un poco descompensadas, ya que lo que ocurre en el primer silo, con la revolución y las investigaciones de Lukas es mucho más interesante que todo lo que le que pasa a Juliette, que al fin y al cabo se reduce a ir salvando obstáculos para acabar haciéndose un traje con el que volver. Pero a pesar de ellos, la historia está tan bien llevada que el conjunto acaba siendo tan apasionante como en la temporada anterior.
Sin olvidar esa escena final, en la que, sin querer hacer spoiler, se plantan las semillas de una tercera temporada que se prevé muy diferente de lo que hemos visto hasta ahora y en la que parece que por fin vamos a saber que paso en el mundo para que se acabarán construyendo los silos.
En cuanto a la factura técnica poco puedo añadir a lo que ya comenté con respecto a la temporada anterior. Se nota que estamos ante una producción de Apple+, con el despliegue que esto supone. Aunque hay que poner un pequeño pero, porque las escenas en el silo donde esta Juliette acaban siendo en muchas ocasiones demasiado oscuras, un error que empieza a ser demasiado común en las grandes producciones (recordemos por ejemplo la batalla de Invernalia en Juego de Tronos).
En resumen, Silo ha vuelto por todo lo alto, con una temporada apasionante que amplía el foco de la historia a la vez que ofrece algunas respuestas y plantea nuevas preguntas y que deja con ganas de más. Sin duda, estamos ante la gran serie de ciencia ficción del momento.
Uff. Sí, deja con ganas de continuar, pero a mí me ha sobrado la mitad del tiempo invertido en lo que cuenta.
Un saludo.
Gracias por comentar Manuel. Es cierto que esta temporada se hace un poco más pesada porque lo que pasa en el otro Silo no es tan apasionante, pero a pesar de todo, me sigue pareciendo una de las mejores series que se puede ver actualmente y como dices, deja con muchas ganas…