Hola a todos nuestros queridos lectores. Un domingo más, os traemos la reseña de la tercera parte de la saga Rocky.
Escrita y dirigida por Sylvester Stallone, esta tercera entrega comienza, como ya es tradición, con un flashback del combate final entre Apollo y Rocky en Rocky II. Rocky gana el combate y se convierte en el nuevo campeón del mundo.
Al ritmo de la mítica canción Eye of the tiger de Survivor, tan famosa como Gonna fly now o incluso más, comienza el filme. Vemos, en cortas escenas, pasando una tras otra, a Rocky defendiendo el título de campeón del mundo contra diferentes aspirantes al título, siempre acompañado por su entrenador Mickey, su amigo Paulie y su amada Adrian.
Rocky está en lo más alto, es portada de todas las revistas, anuncia productos en televisión y todo el mundo sabe quién es, incluido el antagonista de la película, Clubber Lang, una bestia del que le brotan músculos hasta de las orejas, interpretado por Mr. T (M.A en El Equipo A) que sigue sus combates de cerca.
Del mismo modo, Clubber empieza a despegar en el mundo del boxeo, ganando todos sus combates por K.O y entrenado duro para arrebatarle el título al Potro italiano.
Con la finalidad recaudar dinero para obras benéficas, Rocky acepta enfrentarse en un combate de exhibición contra el campeón de lucha libre Thunderlips, interpretado por Hulk Hogan (sobra describir sus proporciones…). Lo que iba a ser un pequeño baile para satisfacer a los fans y darles un curioso espectáculo se convierte rápidamente en una masacre por parte de Thunderlips, que zarandea, golpea y lanza al potro como si de un pelele se tratara.
Rocky comprende que Thunderlips no va a relajarse, así que, le agarra por el cuello hasta dejarle sin aire. Mientras tanto, Mickey sufre un pequeño episodio cardiaco del que sale ileso. El combate termina en “combate nulo”.
Al día siguiente, en la cima de las escaleras del Museo de Arte, donde Rocky siempre acababa sus sesiones de running, éste es homenajeado por la ciudad de Filadefia, erigiéndole una estatua de bronce. Balboa, con más elocuencia que en las películas previas, revela públicamente que se retira del boxeo. A continuación, entre el público, aparece Clubber Lang y reta a Rocky a un combate mientras le humilla diciendo que solo ha defendido el título en “combates fáciles y amañados”. Mickey amenaza a Rocky con abandonarle si acepta el combate.
Mickey le confiesa a Rocky que todos sus adversarios habían sido seleccionados para que Rocky pudiera ganarles sin muchas dificultades. Mickey le advierte a Rocky de que perderá el combate porque se había civilizado demasiado y había perdido el espíritu boxeador.
Mickey acepta entrenar a Rocky, pero entrenan en un lugar lujoso y público. El potro se entrena sin seriedad, haciéndose fotos, dando besitos a las fans, en conclusión, tomándoselo a guasa, mientras Clubber entrena dando el 110% de sí.
Llegado el día del combate, Balboa y Lang tienen una pela en los vestuarios del Philadephia Spectrum antes de que comience el verdadero combate. Clubber se muestra muy agresivo y agrede a Mickey, que a continuación sufre un infarto. Rocky quiere cancelar el combate pero Mickey, recostado en los vestuarios, le obliga a pelear.
Rocky y Clubber suben al cuadrilátero y entre los comentaristas está Apollo Creed, que le pide a Balboa que tumbe a su oponente.
Comienza el primer asalto y Rocky salta embrutecido sobre Clubber, conectando un golpe tras otro. Su furia se acaba pronto y Lang toma las riendas, dejando a Rocky casi destrozado en el primer asalto.
Mickey está siendo atendido por médicos mientras empieza el segundo asalto. Rocky totalmente distraído por el estado de salud de su manager está indefenso ante los misiles que Clubber le lanza. Rocky cae en el segundo asalto y Clubber Lang es proclamado campeón del mundo entre abucheos del público.
Rocky vuelve a los vestuarios, para mostrarnos “la escena dramática de la película”, y se despide de su entrenador haciéndole creer que Lang ha caído. Mickey echa su último aliento entre llantos de orgullo y nos deja con una escena tan dramática, que, a más de uno, le hace saltar una lagrimita.
Rocky desesperado tras la muerte de su amigo se pasea por su antiguo gimnasio, en el que Apollo Creed le sorprende con una propuesta, ser su nuevo entrenador. Apollo le ofrece un nuevo tipo de entrenamiento con el que recuperará “la mirada del tigre” (“the eye of the tiger”) y vencerá a Clubber a cambio de un favor…
Rocky, Apollo, Paulie y Adrian se mudan a Los Ángeles. Apollo les enseña su antiguo gimnasio, un lugar oscuro y cutre donde los dos ex campeones son admirados y elogiados por todos los púgiles amateurs que allí se encuentran. También nos (re)introducen a Duke, que jugará un papel fundamental durante el resto de la saga acompañado a Rocky.
Rocky comienza su entrenamiento con Apollo. De nuevo con eye of the tiger vemos el nuevo entrenamiento de Rocky: mejorar el juego de pies con diversos ejercicios, natación, running en la playa y sparring contra Apollo, contra quien no reacciona a los golpes.
Rocky no parece confiar en sí mismo hasta que su querida Adrian le hace ver que él no es un hombre que deja las cosas a medias, que no debe tener miedo y que debe ganara a Clubber porque él quiere, no porque quieran los demás.
Rocky, con la moral por las nubes y con la confianza en sí mismo recuperada continua su entrenamiento. Su juego de pies ha mejorado, coordina bien sus puños con sus pasos y gana a Apollo en la mítica carrera por la playa, que acaba con una celebración en el agua un poco…ejem amistosa de más.
Rocky está listo para la revancha y esta vez se enfrentarán en el Madison Square Garden. En los vestuarios, Apollo le recuerda a Rocky que se mueva por el ring para cansar a Clubber y le entrega unos calzones con los motivos de la bandera estadounidense, como los que él (Apollo) utilizó en su primer combate contra Rocky.
Tras la presentación y las faltas de deportividad de Clubber, comienza el primer asalto en el que Rocky muestra su excelente juego de pies bailando alrededor del campeón y martilleándole la cara hasta que acaba el asalto. El combate continúa y Clubber arrincona y machaca Balboa. Rocky, indefenso, no para de encajar golpes y cae al suelo dos veces pero se levanta y acaba el asalto. Rocky le confiesa a Apollo que es una estrategia para hacer que Lang se confíe y se canse.
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Suena la campana del tercer asalto y El Potro Italiano desata la mirada del tigre y se chulea de Lang, le provoca diciendo que le pegue e incluso juguetea con su cresta mohicana. Lang le trabaja los costados a Rocky que no cesa en su estrategia de provocación y guerra psicológica.
Lang falla un golpe tras otro y Balboa suelta sin cesar la derecha que Mickey le enseño a usar. Lang no para de recibir demoledores golpes hasta que finalmente cae al suelo y pierde por fuera de combate.
¡Nuestro héroe ha vencido sus miedos e inseguridades y se convierte, por segunda vez, en campeón del mundo de los pesos pesados!
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En la última escena, Apollo se cobra su “favor” con Rocky peleando a puerta cerrada y sin testigos en su antiguo gimnasio. El filme acaba con el fotograma congelado de los dos púgiles intercambiando un golpe. Posteriormente en la película Creed, Rocky le confiesa a Adonis Creed, hijo de Apollo, que su padre ganó este combate.
Recordad que podéis ver la crítica de Creed aquí, la de Rocky aquí y la de Rocky II aquí.
¡Disfrutad de las cosas que os hacen felices!
Buenas. Estas haciendo un buen trabajo con toda la saga.
Un saludo.
Muchisimas gracias! Es un placer saber que os están gustando. Este domingo Rocky se enfrentará a Iván Drago…
Un saludo!
Pero esto no es una crítica, es un resumen de la película!
¿Y dónde está la crítica? Solo resumes la película