En algún momento del 2022 “veremos” la esperadísima The Batman de Matt Reeves y Robert Pattinson. Y pongo veremos entre comillas porque es muy triste el devenir de los portales web y páginas de redes sociales que te atiborran de fotos de rodaje destripándote la película. Ya desde hace unos años mi compañero Pedro me decía que no podía ver los tráilers porque te contaban la película entera. Razón no le falta desde luego. Pero eso partía de la decisión de la propia productora. Aquí hablamos de filtraciones. De los fotógrafos profesionales y no profesionales que se cuelan en los rodajes y te destripan dos años antes del estreno cualquier sorpresa de la película. ¿Quién no ha oído hablar a estas alturas de la caracterización de Colin Farrell como Pingüino? O de lo poco fornido que está el protagonista. Y así podríamos seguir con todos los chismes de una película que está en pleno proceso de rodaje. Ayer y hoy he visto en no pocas páginas de facebook y de twitter y portales webs mostrando las fotos de marras lo que me ha llevado hasta el teclado.
Lejos quedan los tiempos de aquellos grandes tráilers como el de Psicosis en el que el mismísimo Alfred Hitchcock nos iba narrando la trama de la película mientras nos acompañaba por el Hotel.
O no hace falta irse tan lejos, el tráiler de Independence Day fue casi mejor que la propia película. La gente (los americanos vaya) quedó impactada al ver ese inmenso OVNI reventar la Casablanca.
Y podría seguir hablando de buenos tráilers pero no es el objetivo del artículo.
La cultura de la inmediatez y del yo el primero.
Vivimos en una época turbia, de insensatez donde impera el consumismo y la cultura de la inmediatez. Es tema de conversación que The Boys haya emitido los capítulos semanalmente en la era del streaming. Los fans de hecho boicotearon esta decisión puntuando la serie con ceros porque son muy guays. Lo queremos todo y lo más pronto posible. Yo mismo cuando he sido administrador de la web he incitado a mis compañeros a sacar el artículo lo antes posible para antiparnos a tal o cual portal web. La guerra por ser los primeros. Y eso está pasando factura, se desvirtuan las noticias y es que no veo la noticia en que Pattison vaya caracterizado de Bruce Wayne con un paraguas de la marca Stezenger. Pero ahí estamos que me he aprendido la dichosa marca.
Todo esto va en contra de la calidad. Por tirar piedras contra el sector, te pongo el ejemplo típico de esa serie que llevamos esperando como agua de mayo y que se estrena en “equis” días y llega el portal web de turno y te hace la crítica de la misma hasta cinco días antes. ¿Hay necesidad? Así podríamos extrapolarlo a otros sectores como el de los videojuegos, pero hablar de esto nos llevaría para artículo propio.
No soy el más idóneo para hablar de cultura de masas y de cultura de la inmediatez (este artículo lo debería haber hecho Raúl para su excelsa sección La Tapa del Obseso) pero como testigo he de decir que estamos llegando a unas cotas de ridículo extremo y lo peor es que esto va a más.
En conclusión estamos en una deriva de difícil salida. La cultura de la inmediatez nos hace felizmente estúpidos, me incluyo y es que llevo un año con el segundo libro de la nueva trilogía de James Ellroy, Esta tormenta, cogiendo polvo y es que 700 páginas no se devoran en dos ratos como un cómic o una serie de Netflix. Ya no dispongo de ese largo rato de esparcimiento y de tranquilidad para pasar tantas páginas, he sido víctima también de lo que hablo y procuraré subsanarlo a partir de ahora.
Os propongo que abramos un debate sano en comentarios sobre el tema.
Un saludo, sed felices y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
No se puede decir más claro. Esa cultura de la inmediatez que mencionas, ese “yo lo publico primero” tiene muchas implicaciones. Por un lado, los que hemos escrito en esta web (y también los que han escrito en otras) hemos caido en esa trampa, en querer sacar la noticia antes que nadie, o en hacer esa crítica antes que Boyero. Yo he llegado a veces a un estado de ansiedad que no te puedes imaginar, lo que de rebote te lleva a no disfrutar de las cosas como uno debería. Algo absurdo si lo piensas bien. Ayer vi “Los archivos del Pentágono”, una película que tenía pendiente desde hace años, yo, que siempre corría a ver lo último de Spielberg. En ella los del Post corren para sacar los citados archivos antes que nadie, algo normal si tenemos en cuenta que les suponía vender periódicos; lo que resulta absurdo es correr por un click que no te da beneficio alguno.
Como efecto secundario, hemos sacado críticas o reseñas que podrían haber sido mejores de haberles dedicado más tiempo, pero da igual. El lector (si es que alguien te lee, que esa es otra histortia) tampoco se entera porque busca esa misma inmediatez, y de paso el leer rápido (como les metas más de mil palabras, fijo que a la mitad ya se ha largado). La lista de series y películas que se supone que debería haber visto es más larga que la de las que si he visto y aun así las he mencionado, usando una serie de topicazos para dar la sensación de que si. No he visto strangers Things, ni The Boys, ni True Detective, ni Juego de Tronos, ni Fargo, ni The Witcher, etc etc etc ¿Se ha dado cuenta alguien? Pues me parece que no pero también da igual.
Capítulo aparte merece el tema de sacar rumores y chorradas como si fuese una noticia para ver si lo haces antes que nadie y así tener lectores. Lo del paraguas de Pattinson en The Batman es un gran ejemplo de una chorrada. Pero es que eso ya no es propio de webs de aficionados sino que medios supuestamente serios (vease Fotogramas o Cinemanía) caen en lo mismo. Lo último que me alucina es la que se ha montado con eses supuesto “spiderverso”, que a base de rumores parece que todos los spidermanes van a aparecer en una peli cuando no hay nada confirmado (lo del Doctor Extraño como mentor de Spiderman se veía venir y no hacía falta ser muy listo; muerto Downey Jr., el único que podía competir en carisma era Cumberbatch). Es otro ejemplo de como corre más de uno para conseguir lectores. Y para dejarlo claro, hablo de internet y las redes sociales en general, que luego hay mucha gente que disfruta dándose por aludida.
En fin, que hay que disfrutar más y correr menos, que no nos espera nadie en ninguna meta. Un abrazo muy grande.
Hola Carlos: totalmente de acuerdo con ambos (hola Pedro). Solo agregaría que, en ciertos casos, como lo de las series semanales, creo que, además de la ansiedad enfermiza y consumista, pesa otra cosa (aunque también puede ser consecuencia de lo mismo; aquí es difícil distinguir el huevo de la gallina). Es que, a diferencia de las series que veíamos hace treinta o cuarenta años, hoy casi todas se caracterizan por tener continuidad en lugar de episodios autoconclusivos. Ya que has puesto esa maravillosa imagen destacada del Batman de los sesenta, lo usaré como ejemplo: podías ver cualquier episodio en cualquier momento, aunque no hubieses visto el anterior. En aquellos días, a lo otro, es decir, a las que tenían continuidad, lo llamábamos miniseries y tenían un número de episodios limitado: me vienen a la cabeza Raíces, Centennial, Amerika y tantas otras; una fórmula más parecida a la que hoy puede tener Chernobyl, por ejemplo.
A lo que voy con esto es a que ese cambio en la estructura de la series hizo su aporte para generar ansiedad o prisa, ya que, no sé a ustedes, pero a mí me suele ocurrir que, de una semana a la otra, me olvido la mitad. Ya sé que es solo parte del fenómeno: hoy todo tiene que ser rápido, inclusive la comida y en eso nada tienen que ver las series, como también bordea la locura la psicosis que mencionas en torno a las escenas de rodaje: un delirio. Estuvieron una semana completa hablando de la caída del doble de Pattinson en la moto: ¿acaso los dobles no están para eso?. Y es totalmente cierto que los trailers, muchas veces, cuentan la película.
En cuanto a lo que dice Pedro de mencionar ciertas películas o series como tópicos aun cuando no hayan sido vistas, estoy de acuerdo y me viene a la cabeza alguien a quien una vez escuché decir “Un clásico es un libro que nadie leería, pero que todos quisieran haber leído”. Quizás, un poco, pasa por allí y, de hecho, hay toda una corriente de pensamiento (la de los “usos y gratificaciones”, basada en la sociología funcionalista) que sostiene que, entre otras cosas, nos acercamos a ciertos productos mediáticos para cubrir necesidades de integración.
En fin, en general coincido con ambos. Solo quería agregar esa cuestión de las series que, aun siendo parte de la tendencia general (repito que bien puede ser consecuencia) ha contribuido a generar esa ansiedad psicótica por parte del espectador.
Un abrazo y que estén bien. Los estimo y admiro
Muchas gracias a los dos por enriquecer mi texto. La verdad es que es difícil salir de esto porque entre otras cosas nos viene impuwsto por la sociedad de consumo en la que vivimos. Por poner otro ejemplo el click de Amazon y lo tienes en casa en nada, otro ejemplo de cultura de la inmediatez.
Saludos.