De nuevo volvemos con vosotros para poner a debate el boom de las series. ¿Lo bueno de tanta oferta supera a lo malo? Cada vez hay más series y eso supone una ola de cancelaciones y confirmaciones cada mes. Más opciones sí ¿pero mejores? Esto es lo que debatimos en el siguiente vídeo que esperamos que sea de vuestro gusto:
- ¿Desde cuándo existe este boom de las series?
- ¿Se puede llegar a ver todas las series que nos gustarían?
- Aspectos positivos y negativos.
Esperamos que os guste esa sección, aunque sea para conocernos un poquito más. ¡Os vemos en comentarios!
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Una vez más, magnífico vídeo. Hay varios apuntes interesantes que soltáis sobre el fenómeno de las series. Al final, todo se reduce a la calidad. ¿Cómo es posible que gente a la que no le gusta el cine se traga la trama política de House of Cards, la acción desenfrenada de Narcos, el frikismo medieval de Juego de tronos o la trama superheroica de Daredevil? Porque son mejores que cualquiera de sus homólogas cinematográficas. Esto tiene una contrapartida: cada vez somos más exquisitos a la hora de elegir qué vemos.
” ¿Cómo es posible que gente a la que no le gusta el cine se traga la trama política de House of Cards, la acción desenfrenada de Narcos, el frikismo medieval de Juego de tronos o la trama superheroica de Daredevil?”. Pues porque se han convertido en los folletines del nuevo milenio: tramas estiradas como un chicle, terminando cada capítulo con un cliffhanger que te obliga a ver el siguiente episodio para satisfacer tu curiosidad. El nuevo opio del pueblo por detrás del fútbol.
Me quedo con la frase de Sofía: “una que van a hacer la segunda temporada y yo ya se que no me va a gustar”.
Lo que dice Pedro. Son los folletines de este siglo. No tiene nada que ver con la calidad o falta de calidad del producto. Luego, además, las series tienen mucho del espíritu de la época: el cine era siempre algo que se disfrutaba en público, las series en muchos casos se ven en el móvil, la Tablet y no pocas veces en soledad. Son demasiadas las series pensadas para que el ritmo estirado y los momentos en que no pasa nada te dejen tiempo de sobra para tuitear sobre ellas. Los bombos mediáticos animan a seguirlas nada más salgan, viendo 10 horas del tirón en plan atracón, animando a verlas antes que nadie. Las ves TÚ, las compartes TÚ, te tragas todos esos capítulos de la serie del momento TÚ.
Tengo la sensación, además, que en cuanto a calidad de producto, actuaciones, tramas, ritmo narrativo la mayor parte de series de Netflix (que es lo que tengo yo) no superan a la mayor parte de las películas más o menos comerciales. No veo diferencias de calidad. El éxito de las series, lo de “ver series” como parte de una parte de la sociedad (ojito: hay un porcentaje enorme de la población que no está ahí, sobre todo por cuestiones de edad. Hay pocos “seriéfilos” de 50 años para arriba, y son muchísima gente) tiene que ver con que el formato, contenido y publicidad casan mejor con toda una generación de gente.
Lo del contenido es otra de las cosas de las que deberíamos hablar en otra ocasión.