Recientemente, tras las últimas declaraciones del director Denis Villeneuve –La Llegada (2016), Blade Runner 2049 (2017)- y su deseo de convertir la futura adaptación de Dune, el clásico de la literatura escrito por Frank Herbert, en dos películas en lugar de una, muchas informaciones han saltado a la palestra acerca de la rentabilidad del proyecto y su coherencia dentro de ser presentado en este formato y no en el tradicional, es decir, con una sola película que abarque la totalidad de los acontecimientos del libro. Desde Las Cosas Que Nos Hacen Felices nos ponemos el mono de trabajo y nos preguntamos los Pros y los Contras de esta decisión, sumado además a los motivos por los que tendría sentido esta decisión.
En primer lugar, conviene hacer una mirada al pasado y recordar la malograda adaptación que fue encargada a David Lynch en 1983, cuando el genio de Montana daba sus primeros coletazos como narrador de historias y necesitaba financiación para sacar adelante Terciopelo Azul, su próximo guion tras el dilatado rodaje de Cabeza Borradora, su primer largometraje. ¿Por qué no funcionó? Por un cóctel de situaciones, básicamente, entre las que se destacan fundamentalmente dos: lo caótico de su montaje y la desidia del propio Lynch por abordar el proyecto. Como ya he dicho, el director estaba buscando financiación para su nueva propuesta, y el productor Dino de Laurentiis le ofreció producírsela a cambio de que él dirigiera Dune, tras realizar un notable trabajo con El Hombre Elefante; por lo que blanco y en botella. Lynch tendría su próximo libreto llevado a la gran pantalla y De Laurentiis su primera película de una saga que podría competir con Star Wars, o al menos así lo deseaba él, pero que quedó como un batiburrillo de sucesos que no transmitía ni un bajo porcentaje de lo que conseguía el libro, siendo un auténtico caos narrativo y dejando patente que: 1.- ni Lynch valía para rodar blockbusters. 2.- ni Laurentiis vio con la mirada adecuada la viabilidad comercial del proyecto. El director filmó una película de más de cinco horas y el montaje quedó en dos horas y media, aproximadamente, así que imagínense el desastre del cómo quedó la cosa. Incluso Lynch decidió no firmar el montaje para televisión, apareciendo un “tal” Alan Smithee -que es el nombre empleado en estas situaciones o cuando se desconoce la identidad del director-.
Pero ahora, sin embargo, la situación es bien distinta. Tenemos a un director consagrado en lo más alto de Hollywood y con una magnífica secuela de Blade Runner bajo el brazo, a pesar de la baja taquilla, y un estudio con la lección aprendida además de pretender redimirse de los errores del pasado; por lo que todo invita a que el resultado será cuanto menos notable. Todo ello sumado a una tecnología que podría retratar Arrakis y los Gusanos de Arena de una forma mucho más efectiva que antaño, sumado además a la presencia de un Roger Deakins en estado de gracia. Suena bien, ¿no? Ahora pasemos a desgranar los motivos de por qué sería mejor, quizás, realizar dos películas en lugar de una.
Dune, el libro, se caracteriza por una gran densidad de acontecimientos y lore. Cada capítulo sirve para profundizar dentro del seno del protagonista Paul Atreides y entender su deseo de venganza, lo que hace que el lector llegue al término con unas ganas incipientes de darlo por finiquitado y, sobre todo, entregado hacia el personaje. ¿Cuál es el problema, de nuevo? Que cada capítulo es largo, e incluso algo tedioso, y el resultado se consigue gracias a una narración lenta -de casi 600 páginas- que nos envuelve moderadamente; por lo que, evidentemente, la adaptación al cine debería cumplir estos cánones.
El dilema viene por un motivo bastante sencillo: que la viabilidad comercial para una película de más de tres horas se antoja un desafío arduo y, por si fuera poco, si lleva el nombre de Dune más; ya que no es conocido para el gran público. Si Blade Runner 2049 se pegó el batacazo, imagínense lo que podría hacer esta adaptación. Esto hace que la producción sea un auténtico rompecabezas al que se le suma un nuevo elemento en discordia: si fracasa una primera parte, ¿para qué estrenar una segunda? ¿Conviene arriesgarse a dejar una historia tan potente a medias o estrenar una película de más de tres horas y a ver qué pasa? Personalmente, dada la estructura que presenta el libro, considero que hacer una segunda parte es perfectamente viable desde el punto de vista narrativo; teniendo serias dudas en el comercial: ¿cómo podría reaccionar el gran público? Espero vuestros comentarios. Sed felices.
Director que no tiene en su curriculum películas malas, no se asusta con “secuelas imposibles” que se miraran con lupa.
Es un cineasta, no un vendido. Algo bueno hará, sin duda.
Pd: no solo Blade Runner se pegó el batacazo, la original se lo dio más fuerte y ahí está. “Son dos películas que no se perderan como lágrimas en la lluvia” .
Hay decisiones que no se entienden. Por si no hubiera sido suficiente con esa castaña que fue Blade Runner 2049, al director más sobrevalorado del Hollywood actual le dejan dirigir una nueva versión de Dune y amenaza con torturarnos durante dos películas. Ya imagino planes interminables del desierto, minutos y minutos donde sólo se ve arena y asoma la cabeza de un gusano tras un cuarto de hora, todo en nombre del ARTE. Los ronquidos están garantizados.
Pues a mi no me parece castaña Blade Runner ni que el director esté sobrevalorado.
Por ejemplo a ti te gustan las nuevas peliculas de Star Wars y a mi me parecen un truño gordo.
Supongo que es cuestión de gustos
Si hay mucha gente que se duerme con cualquiera de las dos películas de Blade Runner. También hay gente que no se pierde mujeres hombres y viceversa. Como dice Mario más abajo, será cuestión de gustos.
#Artículo de esta web: “Cuales son los mejores directores actuales”
Pedro Pérez:
“Joe y Anthony Russo. Porque sus dos últimas películas son las mejores en su género.
Creo que en mi lista a primado mucho la trayectoria. Un abrazo”#
Y no obstante al Cesar lo que es del Cesar. Spielberg es el mejor, como bien apuntastes en esa misma lista. Abrazos siempre.
Veo que alguno me la tiene guardada hasta el punto de haberse montado una hemeroteca con los comentarios que he ido dejando a lo largo y ancho de esta web para usarlos en mi contra a la primera ocasión. Será cuestión de gustos, como decis.
¿Alguno soy yo?Bwa jaja. Que no leñe, que no es persecución, “…nada me debes y nada te debo….” Solo respeto. Pero ese comentario en cuestión, me hiciera mucha gracias. En serio Pedro, sin maldad. Que siempre te he leído con cariño. Espero que fuese reciproco. Un abrazo…..del oso.
Hay libros que no deberían ser tocados para hacer una película, y este caso apunta a ello. Entiendo que la película sería del primero, pero yo por Dune me decantaría por una serie con un presupuesto similar al de Juego de Tronos, y la haría solo hasta el tercer libro que en los siguientes se le va de las manos al autor la cosa.
Si, tienes razón. Hasta el tercer libro la cosa va bien. El cuarto libro me pareció tedioso.
OJO que el 5 y 6 me parecieron buenos, pero ya son en un futuro tan lejano que los Atreides son cosas del pasado y como el autor se murió el 7 y 8 que cierran la saga, siendo buenos, no llegan a la altura de Frank Herbert.
Por tanto hacer hasta el tercer libro es la mejor opción y si quieren hacer más, que hagan hasta el 8 para no dejar la historia abierta. El 4 es un libro que está entre medias de la trilogia primera y el cuarteto final