Sean Murphy, Batman y Black Label ¿Qué más se puede pedir? De la mano de ECC nos ha llegado este integral recopilando esta secuela de la gran serie de Batman: Caballero Blanco. El dibujante metido también a guionista está construyendo un microuniverso muy interesante del que vamos a hablar en este artículo.
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Aquí os dejo también la reseña sobre la Edición Deluxe de Batman: Caballero Blanco.
Gotham City ha sido arrasada por la guerra entre Batman y el Joker, durante la cual las diferencias entre héroe y villano se volvieron más confusas e imprecisas que nunca. Con la personalidad del bienintencionado Jack Napier cediendo terreno al Príncipe Payaso del Crimen, el Joker parece preparado para llevar su conflicto a un nuevo nivel. Y su ejército cuenta con un nuevo recluta: blandiendo una espada en llamas y cargando el peso de cientos de años de historia sobre sus hombros, Azrael es el caballero más oscuro que Gotham haya visto jamás, y está decidido a rehacer la ciudad para convertirla en su propia versión del Cielo en la Tierra. Tan solo Batman y sus aliados pueden detenerles, pero la revelación de la historia oculta de la familia Wayne podría socavar para siempre la confianza depositada en el Hombre Murciélago.
No voy a negar que me acerqué a la primera etapa de Murphy por el gran trabajo que hizo dibujando la serie de Tokyo Ghost de Rick Remender. El tándem entre este dibujante y el colorista Matt Hollisworth es brutal y encajan a la perfección. Aquí, por desgracia no podré hablar del trabajo de este último por algo que explicaré cuando entre a valor el apartado gráfico.
Murphy ha sabido construir una gran historia alrededor de Bruce Wayne, Joker, Jack Napier (gran referencia al personaje de Jack Nicholson en Batman de 1989) y el pasado de Gotham. En esta secuela, el hombre murciélago continúa caminando por un sendero que, por momentos, lo podría situar más cercano a un villano que a un héroe. Un personaje que ya se enfrentó a la ley a sus aliados para tratar de desenmascarar a Napier en la etapa anterior.
En la primera parte se nos cuestionaban los métodos del Caballero Oscuro con un Jack Napier convertido en el caballero blanco de la ciudad, como lo fue Harvey Dent en la segunda entrega de la trilogía de Christopher Nolan. Con ese planteamiento Murphy desplegó todo su potencial, y nos entregó 8 grapas que nos atraparon desde la primera viñeta y se convirtieron de obligatoria compra para los amantes de Batman. Lo que podríamos llamar ‘Un clásico instantáneo’.
Aquí ha ido un paso más allá y nos ha hecho viajar al pasado para conocer un secreto de la familia Wayne que podría destruir a Bruce y todo su legado. Joker lo utilizará para destruir a su enemigo y con dudará en servirse de Azrael para ello. Todo esto aderezado con una mayor protagonismo (si cabe) de Harley Quinn que en Batman: Caballero blanco.
Sean Murphy ha construido una trama que nos hace olvidar lo que se suele decir sobre que las segundas partes nunca fueron buenas. La maldición del caballero blanco es una más que digna secuela que ahonda más en ese microuniverso que ha creado el autor y que espero que continúe durante mucho tiempo.
Pese a que, por lo que estoy contando, parece una historia enrevesada y densa, Murphy la sabe contar de forma dinámica, ayudada por su gran dibujo y vamos a devorar el integral de una forma rápida y casi sin darnos cuenta.
Hablando ya del apartado gráfico no puedo más que alabar el trabajo que ha hecho el autor. No le viene de grande ya que leído varias obras en las que ha trabajado: Joe El Barbaro de Grant Morrison, Tokyo Ghost de Rick Remender o Punk Rock Jesus.
Su amor por el detalle y las referencias a la iconografía del personaje convierten muchas de sus viñetas en obras maestras. No es difícil ver convivir a los diferentes Batmoviles del cine en la batcueva junto con esos huevos de pascua que tanto nos gustan a los fans.
En esta edición limitada Deluxe que tengo entre mis manos de ECC ha sido publicada en blanco y negro y quienes no hayan tenido las grapas en sus manos se van a perder el excelente trabajo de Matt Hollisworth dándole color a la obra de Murphy. Es una pena, ya que este tándem es memorable y se entienden y compenetran muy bien.
Por otro lado, esta decisión es entendible ya que el blanco y negro potencia los trazos del autor y le sientan también muy bien. Aunque esto es cuestión de gustos, por suerte yo tengo ambas ediciones y puedo comparar y disfrutar de ellas.
La edición tiene un acabado muy bueno con ese lomo negro con las letras grabadas y con el logo de Black Label. Ha sido todo un acierto y ese formato debería mantenerse para todo lo que abarque ese sello.
Conclusión
Batman: La maldición del caballero blanco es una compra obligatoria si se ha adquirido la primera entrega ya que mantiene el nivel y nos va a sorprender con una historia con algunos giros que no pienso desvelar.
Ya solo por el apartado visual merece la pena tenerla en la estantería, aunque os puedo asegurar que su trama os va a enganchar.
Este universo goza de buena salud y va a crecer mucho más si continua con esta calidad. ¡Larga vida al Batman de Sean Murphy!
Aquí os dejo el enlace a ECC y la Portada de Batman: La Maldición del Caballero Blanco de Sean Murphy:
Un saludo desde el sótano de la Batcueva.