Introducción
¡Te saludo Otaku! El pasado mes de enero Planeta Cómic publico el manga Grand Dolls de Osamu Tezuka. Publicación enmarcado en la colección Biblioteca Tezuka. Un proyecto con el que la editorial está publicando, en una cuidada edición y a un buen precio, toda la obra del llamado dios del manga.
Ya tuve ocasión de comentar, en este blog, tomo a tomo, otro de los trabajos más conocidos de Tezuka, Black Jack, y ahora toca un manga algo menos conocido, al no tener Anime, así como más corto. Podría considerarse como un especial shonen, estructurado en tres capítulos, que lleva por nombre Grand Dolls. ¡Vamos al lío!
Una historia de ciencia ficción
Para ser más exactos se podría describir Grand Dolls (1968) como un shonen, un manga de adolescentes, de ciencia ficción en tanto que cuenta las peripecias de un chico, Tetsuo Utsuki, que ha de hacer frente a invasores extraterrestres, a la par que lidia con sus miedos e inseguridades.
Dichos invasores están esparciendo a su raza a lo largo de La Tierra, en forma de muñecos. Muñecos que, cuando les frotas el cuello, se transforman en un ser humano o en un caballo. Un caballo, por cierto, de apariencia similar al mítico Caballo de Troya que albergó, en su interior, a las tropas griegas, con el propósito de tomar por sorpresa a los troyanos, una vez que estos introdujeron al caballo en su ciudad. Como siempre, la obra de Tezuka es rica en guiños y referencias.
Una de estos seres, Yoko, terminará convirtiéndose en aliada de Tetsuo a la par que le hará dudar de su humanidad al estar convencida de que nuestro protagonista es también un Grand Dolls. Nombre que reciben estos alienígenas en forma de muñeco.
Las razones de esta actitud de Yoko quedarán desveladas al final del Manga, en un inesperado giro de los acontecimientos que nos dejará con la boca abierta.
Tetsuo también contará en esta lucha con la ayuda de uno de sus compañeros de colegio, experto en artes marciales, que encarna el tópico del abusón que se vuelve amigo del protagonista, así como de su padre, un periodista, que tratará de sacar a la luz la existencia de estos seres. Cosas difícil cuando el nivel de infiltración llega a tal punto que llega a ver peligrar su vida. Cualquiera diría que esto es una metáfora de Tezuka para hacer patente como la corrupción en el poder aniquila a todo el que intenta sacar a la luz sus maquinaciones.
Valoración de Grand Dolls
Si bien Grand Dolls tiene el mérito de haberse adelantado a clásicos cinematográficos como La invasión de los ultracuerpos (1978), a Mangas como Kiseijuu (1989-1995) o a eventos de cómics de superhéroes como Millennium (1988) o Secret Invasion (2008) en lo que ha temática se refiere, lo cierto es que no pasa de ser una obra menor de Tezuka que, leída más allá de su época, apenas sorprende por previsible, con la excepción del misterio en torno a Yoko.
Eso no quiere decir que la historia esté mal hecha pero su idea está tan manoseada que ya resulta poco atractiva. A saber, la idea de invasores extraterrestres infiltrados entre nosotros para favorecer disputas que nos debiliten y nos hagan más fáciles de conquistar.
Es cierto que Tezuka, fiel a su estilo, se hace eco de los problemas sociales de su época, así como también rompe la cuarta pared, haciendo referencia continua asimismo, en línea con un humor absurdo pero bien encajado en la historia. Pero no lo hace con la elaboración y profundidad que podemos observar en obras como Black Jack. Así como tampoco recurre a su costumbre tan chula de introducir personajes de otros de sus mangas en esta historia.
En definitiva, estamos ante un Manga ideal para quien quiera adentrarse, de forma suave, en la obra del maestro Tezuka, pero muy alejado del nivel de sofisticación de trabajos posteriores.
¡Espero vuestros comentarios! Un abrazo y sed felices.
