Presentación
En el anterior tomo de La Bruja Escarlata de Panini Comics su guionista, James Robinson, redefinía el papel de La Bruja Escarlata, Wanda Maximoff, aprovechando los últimos acontecimientos sufridos en su vida, para darle una nueva misión y sentido a la misma, acercándola más al mundo de la magia de lo que había estado nunca y, simultáneamente, reivindicando el papel de Las Brujas en su dimensión feminista, liberal o transgresora.
Este segundo tomo, La Bruja Escarlata: Mundo de Brujería, continúa profundizando en esta nueva forma de ser de nuestra heroína, a través de una serie de aventuras autoconclusivas relacionadas con la magia, cuyo hilo conductor es el interés de La Bruja Escarlata por conocer, más a fondo, sus verdaderos orígenes, ligados a esa dimensión esotérica que poco se había tratado en Wanda hasta ahora y que se ha visto favorecida al desligar su linaje del mutante Magneto.
Temáticas de La Bruja Escarlata: Mundo de Brujería
Podríamos decir que este tomo, La Bruja Escarlata: Mundo de Brujería, está centrado en dos temáticas. Una de peregrinación y aprendizaje, a través del mundo, para solucionar problemas relacionados con la magia. Seña de identidad de esta colección desde el principio, como ya os conté en mi Reseña de La Bruja Escarlata: La senda de las brujas. Así la leemos y vemos en París, ayudando al héroe nacional Halcón Peregrino (Scarlet Witch Vol 2 #6), en Hong Kong, donde conocerá a la sucesora de su colega, la difunta Bruja y Heroína Wu (Scarlet Witch Vol 2 #7) o en Kioto, donde se enfrentará al demonio responsable del asesinato del brujo japonés Hiroshi Tanaka (Scarlet Witch Vol 2 #10).
La segunda temática está relacionada con la búsqueda de identidad de La Bruja Escarlata. Aspecto que es abordada por Robinson de dos maneras distintas. Una a través de un terapeuta muy especial y viejo conocido del Universo Marvel, a través del cual Wanda hace un recorrido por su vida, encarando y aceptando sus recientes errores (Scarlet Witch Vol 2 #8).
La verdadera identidad del terapeuta y las circunstancias por las que Wanda acude precisamente a él, le darán a este número introspectivo un carácter singular.
La otra manera es por medio de una confrontación con su hermano Pietro Maximoff, el velocista Mercurio. Tomando Civil War II como telón de fondo Robinson plantea una historia donde hay un enfrentamiento entre héroes, pero no sólo entre aliados sino también entre hermanos. Momento en que saldrán a la luz los conflictos internos entre ellos y en el que La Bruja Escarlata, además de dejar clara su postura y bando en la Guerra Civil Superheróica, pondrá en su lugar al orgulloso Mercurio (Scarlet Witch Vol 2 #9).
Las dibujantes de La Bruja Escarlata: Mundo de Brujería
Cada uno de los cinco primeros números de esta colección fueron dibujados por un autor distinto. Los cinco siguientes que componen La Bruja Escarlata: Mundo de Brujería mantienen esa tendencia, con la particularidad de que todas son autoras de renombre en el medio. Hablamos de Marguerite Sauvage (1602: Witch Hunter Angela), Annie Wu (Ojo de Halcón), Tula Lotay (Bodies), Joëlle Jones (Spiderwoman) y Kei Golby Zama (Optimus Prime). Las cuales otorgan a cada número su singularidad, siendo la constante ese estilo cromático que ha marcado a este cómic desde su inicio.
Breve valoración final
Si os ha gustado el tomo anterior, este no os defraudará. Se mantiene fiel al estilo que está convirtiendo este cómic en lo mejor que se ha hecho de La Bruja Escarlata en años. Si bien a mi me ha dado la impresión que Robinson ha puesto el freno en La Bruja Escarlata: Mundo de Brujería en vista a preparar a Wanda para lo que le espera. Dado que es de la vieja escuela, de los guionistas que les gusta ir despacio pero seguro, no limitándose al relleno innecesario, sino enriqueciendo la trama hasta su lógica conclusión, voy a aceptar su ritmo.
Sobre el dibujo ninguna queja. Todos los autores que están ilustrando estas páginas me parecen soberbios.
Nos leemos en otros posts de Las Cosas que nos hacen felices.
