Muy buenas. Vuelvo con todos vosotros para traeros mi valoración sobre el último cómic que he leído. Hablamos de Las aventuras del Capitán América, de Fabian Nicieza y Kevin Maguire. Hay que decir para quien no lo sepa (aunque viendo la portada parece evidente) que esta historia es una especie de “Año Uno”, se nos cuenta los orígenes del superhéroe de las barras y estrellas, un símbolo de la libertad frente a la lucha contra el nazismo. Sin más dilación comenzamos.
La moda del Año Uno.
En 1988 Frank Miller y David Mazzucchelli nos trajeron con Batman: Año Uno una nueva aproximación de los orígenes del personaje. En Marvel aprovecharon el concepto del Año Uno al cumplirse el cincuenta aniversario del Capitán América. Del Capi ya nos habían contado el origen, primeramente como no por Stan Lee y Jack Kirby y posteriormente en marzo de 1981 “La leyenda viviente”, una historia autoconclusiva que se publicó en el Captain America nº 255 con portada de Frank Miller. Del guion se encargaba Roger Stern y del dibujo John Byrne. Curiosamente este fue el último número de esta dupla en la colección del supersoldado tras comenzar una breve pero exitosa etapa en el 247 que les llevaría hasta este 255.
Como decíamos, en 1991 coincidiendo con el cincuenta aniversario de la génesis del personaje, Marvel decide volvernos a contar el nacimiento de una leyenda en una suerte de Año Uno. Para ello confían dicha labor en Fabian Nicieza como guionista y Kevin Maguire como dibujante, aunque este último hará también de cabeza pensante. En el magnífico prólogo de Julián M. Clemente se nos cuenta los entresijos de la concepción de la obra y como se hizo tan cuesta arriba a Maguire que tuvo que delegar por agotamiento en otros dos dibujantes como Kevin West y Steve Carr, quienes trataron de mantener el estilo. Para mí no hay apenas diferencia y la obra en su conjunto se mantiene uniforme.
“Era físicamente incapaz de terminar. Llegué a un estado mental en el que probablemente nunca hubiera acabado el cómic”, explicó Maguire en Comics Scene #26 USA, de mayo de 1992. “Fue por mi culpa, pero me sirvió para aprender una valiosa lección: no te cargues con algo tan pesado, no pienses que algo va a ser lo más importante que vas a hacer nunca. Si no me hubieran quitado la serie, todavía seguiría trabajando en ella”.
Capitán América. Centinela de la Libertad.
Menuda sorpresa me he llevado con este cómic. Estamos ante una compra obligada. Nicieza y Maguire bordan el origen del supersoldado, solo lamento no haber conocido antes esta obra. Si a ello le añadimos la cuidada y bonita presentación en tomo y con algunos extras interesantes no me queda más que recomendarlo.
Hay que decir que aunque nos llega en tomo, el mismo está dividido como fue concebido originalmente, en una miniserie de cuatro números. En el primero conoceremos al enclenque pero valeroso Steve Rogers. Paralelamente vamos conociendo el Proyecto Renacimiento donde Steve será el elegido entre una terna. Nicieza y Maguire acababan cada número con un fantástico continuará, propio de los seriales de la época en la que está ambientada. En los siguientes números veremos las clásicas aventuras del héroe en su lucha contra el régimen nazi. Hará aparición su más famoso enemigo Craneo Rojo junto al Führer Adolf Hitler. Steve viajará a la Francia ocupada a luchar junto a la Resistencia. Tendrá aliados como el joven e impetuoso Bucky y la teniente Cinthia Glass, oficial adjunta al Proyecto Renacimiento. Cinthia será el personaje en el que se basarían para la creación de uno de los personajes secundarios más queridos del UCM, Peggy Carter.
Valoración Final.
Es un pedazo de cómic. Aventuras, acción espionaje y romances en la II Guerra Mundial. Con un gran héroe, el Capitán América y grandes personajes como el Coronel James Fletcher que pese a su carácter recio y marcial será un buen y admirado jefe para Steve Rogers, o los ya comentados Bucky y Cindy Glass, un personaje muy jugoso en esta historia. Nicieza y Maguire crearon una obra para la posteridad del cómic americano, los orígenes de Capitán América. Ya se había contado y muy bien pero nunca con el apasionamiento de estos dos autores.
Sin más, un saludo y sed felices.
Descripción
Genial post compañero. Verdaderamente estamos ante una revisión y puesta al día de los orígenes del Capi en los 90 digna de reivindicar.
Si bien, una vez vuelta a leer, uno echa en falta una mayor atención a la figura del Cráneo Rojo. Se da a entender que es el igual del Capitán América en combate pero, por esa época, el Cráneo actuaba más bien en plan Mastermind. Tendrían que pasar décadas hasta que resucitara en un cuerpo clonado de Steve Rogers. Probablemente hubiera hecho falta algún número más para profundizar en él.
Aún con eso sigue siendo un producto recomendable para quien quiera acercarse a los comienzos del Centinela de la Libertad.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho la verdad. Me ha dado ganas de coger mi material antiguo del Capi y darle un repaso, jajajajajaja
Saludos.