En pocos días más, Prime Video estrenará la tercera temporada de La Rueda del Tiempo, la serie que, creada por Rafe Judkins, adapta la saga literaria de fantasía épica basada creada por el desaparecido Robert Jordan. A los fines de refrescar la memoria, repasamos lo ocurrido en la segunda…
La Rueda del Tiempo está por dar un nuevo giro este jueves 13 de marzo, cuando en todo el mundo tenga lugar el esperado estreno de la tercera temporada (aquí el tráiler). El presente artículo tiene por fin reubicarnos en la historia después del tiempo transcurrido y, como tal, vale aclararlo, es básicamente más reseña que análisis, más allá de alguna breve conclusión hacia el final.
Cumplo, desde luego y por lo tanto, en aclarar que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA e invito, si lo desean, a leer los análisis que de la primera temporada hiciera en su momento mi compañero Fernando. A ver qué ha pasado en la segunda…
El Destino de Moraine
La segunda temporada de La Rueda del Tiempo los encuentra a todos separados para comenzar a reencontrarse recién en los tres episodios finales. Exiliada de la Torre Blanca y sin sus poderes tras haber sido neutralizada, Moraine (Rosamund Pike) vive apartada en el campo y su ex Guardián Lan Mandragoran (Daniel Henney) insiste, contra su voluntad, en seguirla resguardando.
Una noche es atacada por fados y no puede hacerles frente sin sus poderes. Él hace lo que puede, pero la lleva mal y terminan auxiliados por las Aes Sedai Verin y Adeleas (Meera Syal y Nila Aalia).
Ya repuestos, Moraine anoticia al resto de que Rand sigue vivo y de que no lograron derrotar al Oscuro en el Ojo del Mundo, sino que liberaron a Ishamael (Fares Fares), su lugarteniente más poderoso y líder de los Renegados, de quien infiere que podría despertar a más de los suyos.
Alanna Sedai (Priyanka Bose) llega con sus guardias y Lan se entera que les ha convocado Moraine para acompañarle a él de regreso a la Torre Blanca mientras ella parte en soledad. No le gusta, pero no tiene más remedio…
Hermana… ¿Roja?
Egwene (Madeleine Madden) y Nynaeve (Zoë Robins) están en la Torre Blanca como novicias, pero mientras la primera logra claros progresos en encauzar (o canalizar según las traducciones), la segunda está bloqueada. Convencida, sin embargo, de su potencial, la Hermana Roja Liandrin (Kate Fleetwood) pide a la maestra de novicias Sheriam Bayanar (Rima Te Wiata) poder entrenarla. Al principio es renuente, pero termina aceptando porque se viene la Última Batalla y necesita reclutas.
Bajo la Torre, Liandrin tiene cautivo a Mat (Dónal Finn, reemplazando en el papel a Barney Harris, que lo interpretara en la primera temporada), del cual nada supimos desde que el grupo de Moraine pasara al Ojo del Mundo y él no les siguiera.
Insiste en que ya no es una amenaza por haber pasado mucho tiempo desde que tocara aquella daga que robó en la ciudad maldita de Shadar Logoth (y que podría perderlo para siempre si la tocara por segunda vez), pero Liandrin no muestra de momento intención de liberarlo.
En los calabozos, se encuentra con Min (Kae Alexander), la camarera capaz de ver el futuro de las personas a quien conociéramos en la primera temporada. Esta tiene una visión de Mat asesinando a Rand con la daga de Shadar Logoth, pero calla…
Invasores
Mientras creen que Rand (Josha Stradowski) está muerto, Perrin (Marcus Rutherford) y el ogier Loial (Hammed Animashaun) integran una patrulla de shienaranos al mando de Lord Ingtar (Greg Chilingirian) a la búsqueda del mítico Cuerno de Valere y del traidor Padan Fain (Johann Myers), que lo ha robado. Les hace de guía Elyas (Gary Beadle), especie de rastreador rasta (valga la redundancia) de ojos dorados que, ya sabremos, guarda especial relación con Perrin y los lobos…
En las cercanías de Molino de Atuán encuentran a un fado horriblemente asesinado y se preguntan quién pudo hacer algo así. La respuesta les llega en la noche al ser atacados por desconocidos invasores que se hacen llamar seanchan. Dan dura batalla, pero acaban vencidos y detenidos mientras, de rostro enmascarado, la líder Lady Suroth (Karima McAdams), se hace presente sentada en lo alto de una especie de zigurat móvil que remite a Jerjes en 300 (2006).
Capturado el pueblo, ella dice que han llegado desde el océano para recuperar lo que les pertenece. Le acompañan unas muchachas conocidas como damane, que practican la magia acollaradas y luciendo collares y bozales metálicos; estas seleccionan muchachas para esclavizarlas y el resto son impelidos a arrodillarse y jurar obediencia, lo cual acaban haciendo al ver que el soldado shienarano Uno Momesta (Guy Roberts) es atravesado de la boca a la nuca por negarse.
Esclavizados, tanto Perrin como Loial son llevados en la noche en caravana con destino a la ciudad portuaria de Falme, donde los seanchan han hecho base tras tomar control en su incursión transoceánica. La oportuna intervención de Elyas y los lobos rescata al primero y, aunque este quiere regresar por el ogier, el rastreador le convence de que no podrá hacerlo estando muerto.
Encuentro de Dragones
Rand , con la cabeza ahora rapada, se halla en Extramuros (Cairhien), donde, a cambio de alojamiento, comparte cada tanto alcoba con la posadera Selene (Natasha O´Keeffe), quien admite que en esos momentos piensa en alguien que perdió, lo cual terminará teniendo especial implicancia.
Trabajando en un manicomio, él es asignado al cuidado de Logain (Álvaro Morte), capturado en la primera temporada por presentarse como falso Dragón Renacido. No puede Rand menos que reconocerse en él, pues, a diferencia de lo que ocurre con las mujeres, los hombres que encauzan el Poder Único acaban enloqueciendo y poniendo en peligro a sus seres queridos. No para de sufrir alucinaciones ni de oír voces por lo que, desesperado, pide a Logain que le enseñe a dominar su poder, a lo cual este accede a cambio de vino tinto de su tierra.
Los Arcos
En la Torre Blanca, Egwene hace buenas migas con la heredera al trono de Andor y flamante novicia Elayne (Ceara Coveney), mientras Nynaeve es sometida a la prueba de los Arcos para determinar si merece ser Aes Sedai. La misma consiste en atravesar tres arcos que guardan relación con sus propios miedos, presentándosele en cada uno de ellos una única oportunidad de escapar.
En el primero le toca nuevamente ver cómo su familia es masacrada y, a su pesar, se abstiene de ayudarlos y escapa apenas le aparece la salida. En el segundo, se encuentra atendiendo en un hospital de campaña al padre de Rand al que, a pesar de sus ruegos, abandona y deja a su suerte en cuanto la salida se presenta. En el tercero, mata a Land y la pesadilla es tan atroz que, ya regresada y aun aparentemente Aceptada, anuncia que se marcha…
Por el camino se encuentra a Land y tiene momentáneamente la sensación de que sigue dentro de una visión; efectivamente se trata de una realidad paralela en la cual ambos tienen incluso una hija, pero al ser masacrada su aldea por los trollocks, ella ve aparecer una salida y escapa con la niña que, sin embargo, ya no está a su lado una vez que la ha cruzado. Se reencuentra entonces con una emocionada Egwene que, disgustada con Liandrin por lo hecho a Nynaeve, venía junto a Elayne haciendo esfuerzos por atravesar los Arcos y salvarla.
Nynaeve regresa con las Aes Sedai, pero está mortificada por haber perdido lo que creyó su vida de años cuando en realidad era una ilusión y, especialmente, a su hija. Liandrin la consuela con que el lento envejecer de las Aes Sedai las condena de todas formas a perder siempre a quienes aman, tácita referencia al hijo que, ya anciano, mantiene vivo en la Torre. Además, la pone al tanto de la invasión seanchan y de que tienen cautivos a Perrin y Loial.
Nynaeve va entonces en busca de Egwene para contarle la mala nueva y comunicarle que se marcha en procura de ayudarlos, pero Egwene quiere ir con ella y a su vez Elayne no puede dejar ir a esta sola por considerarla la única amiga que jamás ha tenido. El trío intenta escapar, pero es sorprendido por una furiosa y decepcionada Liandrin que, no aceptando las disculpas de Nynaeve, las aturde y deja inconscientes.
Hermano Lobo
Perrin, ayudado por Elyas, está comenzando a familiarizarse con su vínculo con los lobos y cuando pregunta a Elyas por qué nadie se le acercó antes para explicárselo, le responde que es muy difícil para los hermanos lobos acercarse cuando hay Aes Sedai presentes.
De regreso al Molino de Atuán, descubre que los seanchan ya no tienen allí el poder, sino los Capas Blancas, lo que podría ser peor remedio que la enfermedad al ser los mismos fanáticos adoradores de la Luz y enemigos de toda manifestación de lo que llaman brujería. Libera a una guerrera aiel cautiva cuyo nombre es Aviendha (Ayoola Smart), que a partir de ese momento le sigue donde vaya como deuda de honor.
Problemas de Familia
Mat, finalmente liberado por Liandrin, para en una posada junto a Min. Ella sigue atormentada por las horrendas visiones del futuro que le toca ver en las personas e Ishamael se le presenta para decirle que el Oscuro es el único que puede ayudarla a librarse de ello, pero a cambio de que lleve a Mat a Cairhien.
Allí justamente y a la búsqueda de datos sobre el paradero de Rand, Moraine va a ver a su hermana Anvaere (Lindsay Duncan), pero no es bienvenida porque hay una relación tensa desde tiempo atrás. No es solo que Moraine no envejezca y Anvaere sí, sino también que no regresó junto a su familia al caer esta en desgracia ni al enfermar su padre. Su hermana le enrostra, pues, que ya no pertenece a esa casa ni a la familia Damodred, cuya suerte está próxima a cambiar por casarse su hijo Barthanes (Will Tudor) con la futura reina.
Moraine cambia entonces de plan y va a ver a Logain en su reclusión. No pudiendo sobornarlo con vino, le ofrece una daga para suicidarse y escapar definitivamente a su locura, pero solo se la entregará cuando le diga donde encontrar a Rand y haya cumplido con entrenarlo.
Lanfear
En la posada, Rand ha causado un incendio durante la noche al no poder controlar su poder mientras dormía. Selene adjudica el hecho a haber dejado las velas encendidas, pero cuando un hado se presenta a atacarlos y Rand lo incinera, se da cuenta que el accidental incendiario ha sido él.
Entre lágrimas, Rand dice considerarse un monstruo y manifiesta querer alejarse por temor a matar a quienes ama, de lo cual Selene infiere emocionada que ello la incluye. Hay beso y cama, pero cuando ella ata sus muñecas en plan sadomasoquista, se sincera con que también es un monstruo y comienza a transfigurarse.
Moraine aparece en ese momento atravesándola desde atrás y rebanándole el cuello. Rand enfurece, pero ella le anoticia de que Selene es en realidad Lanfear, el más poderoso de los Renegados, lo que evidencia que Ishamael está despertando a otros de su especie. Le insta a huir rápidamente porque Lanfear, dice, no puede ser asesinada y, efectivamente, vemos instantes después cómo sus ojos se abren nuevamente…
Damane
Selene, ahora revelada como Lanfear, no es la única que trabaja para el Oscuro. También Liandrin, quien le entrega a Lady Suroth a las tres muchachas capturadas, revelando así una alianza entre Ishamael y los seanchan. Sin embargo, no da visos de estar feliz con ello y, en acto de piedad, las libera de las túnicas que les impiden encauzar. Nynaeve y Elyane logran escapar, pero Egwene es recapturada.
Llegada la caravana a Falme, vemos que Lady Suroth no es máxima autoridad entre los seanchan, sino que debe rendir cuentas ante Lord Turak (Daniel Francis), líder invasor que a su vez rinde obediencia a la Emperatriz allende los mares. Este la recrimina duramente haber atacado un pueblo sin autorización y, en castigo, la humilla haciendo cortar sus larguísimas uñas.
Pero con Suroth ha llegado también Ishamael que, más político y persuasivo, enseña a Turak los presentes traídos de tierra adentro, entre ellos el Cuerno de Valere, del cual pronto sabremos que tiene el don de resucitar a héroes muertos para sumarlos en combate. El otro presente es Egwene, lo cual reconforta al líder habida cuenta de que los seanchan gustan de someter a las Aes Sedai para convertirlas en damane.
En efecto, y además de bozal, a Egwene se le colocan collar y brazalete que, unidos por una correa, la vinculan de modo especial a su sull´dam, adiestradora personal asignada a su control que, en este caso, se llama Renna (Xelia Mendes-Jones) y a la cual no puede atacar porque el dolor le vuelve duplicado, como tampoco utilizar en su contra armas ni valerse del Poder Único a menos que ella lo ordene.
Nynaeve y Elayne, entretanto, han llegado también a Falme y son ocultadas por Ryma Sedai (Nyokabi Gethaiga), a la cual ponen al tanto de la traición de Liandrin y el cautiverio de Egwene. Les entrega un collar seanchan que tiene en su poder, pero que no sabe cómo abrir y les dice que comprenderlo podría ser la clave para liberar a Egwene. Pero cuando ellas lo intentan, el Poder Único atrae como moscas a los seanchan. Consiguen escapar, pero Ryma, que les cubre la huida, es capturada y convertida en damane.
Noticias para Rand
Mientras huyen de Lanfear, Moraine explica a Rand que la Renegada (como Freddy Krueger, je…) es capaz de acecharlo y hasta matarlo en sueños. Además, ha sido en el pasado amante de un tal Lews Therin, quien fuera encarnación del Dragón Renacido en la anterior vuelta de la Rueda del Tiempo. Ello explica que dijera pensar en un antiguo amor al tener relaciones con Rand, así como su especial fijación con él, pues sigue enamorada del Dragón y quiere volver con él amén de los planes de Ishamael o del propio Oscuro.
Lanfear se dirige a Tar Valon para hacer una visita a Liandrin. Le recrimina servir a Ishamael a pesar de su odio hacia los hombres y nos enteramos que la Hermana Roja se pasó al Ajah Negro como pacto para mantener vivo a su ya anciano y moribundo hijo, al cual Lanfear termina matando no sin antes recordar a Liandrin que no puede retractarse de sus juramentos al Oscuro.
Tal como Moraine anticipara, visita luego a Rand en sueños y, alejando de los mismos a Ishamael, se ofrece a permitirle ver a quien quiera. Eligiendo él a Egwene, se anoticia así de que los seanchan la tienen cautiva como damane. Ya despierto, va pues a ver a Logain para pedirle que le enseñe a usar el Poder Único. Este le dice que se abrace al mismo, pero al joven se le va la mano y termina enfermo.
La Persistencia de la Visión
Mat y Min llegan a Cairhien, donde Ishamael hace a ella una nueva visita para pedirle esta vez que reúna a su amigo con Rand: está claro que quiere que, conforme a la visión, uno mate al otro. Con gran emoción, los dos amigos se encuentran y, enterado Rand de que Egwene está en Falme, quiere ir a rescatarla.
Mat pretende acompañarlo, pero se abstiene cuando Min le cuenta que en su visión él termina matando a Rand. Sin embargo y tras ser atacado por un encapuchado, despierta de golpe y porrazo en Falme como cautivo de Lanfear e Ishamael, quien le explica que todo lo que quiere hacer es detener la Rueda del Tiempo para romper el eterno ciclo de dolor y sufrimiento por los que hay que pasar una y otra vez.
En cuanto a Egwene, ha sido sometida por Rinna pero tiene lapsos desafiantes e incluso le asegura que la terminará matando. Ninaeve y Elayne, mientras tanto, atacan en las calles a una sull´dan y le colocan el collar que, dándoles así control sobre ella, les permite entrar adonde tienen a Egwene.
Atajo
La Sede Amyrlin Siuan Sanche (Sophie Okonedo) ha llegado a Cairhien para encontrarse con Moraine y un flashback nos transporta a cuando estaban enamoradas y les tocó ser testigos de cómo Gitara Sedai (Hayley Mills) tuvo antes de morir una visión en la cual vio nacer al Dragón Renacido y encomendó a ambas mantener el secreto y abocarse a encontrarlo: algo que aclara bastante las motivaciones de Moraine…
Vueltos al presente, Rand no puede partir hacia Falme porque le detienen Lan y Alanna para advertirle que no debe ir solo porque eso es justamente lo que quieren que haga: necesita la compañía de Moraine, pero esta se halla impedida de utilizar el Poder Único. Lan va entonces a ver a Logain para preguntarle qué es lo que la inhibe y así se entera que nunca fue neutralizada por Ishamael, sino que tiene en derredor un escudo que le impide encauzar.
Enterada de la presencia de Rand, Siuan le pone en una jaula arguyendo que eso dicta la Ley de la Torre Blanca a los fines de preparar al Dragón Renacido para la Última Batalla. Pero Lanfear, aliada tan obsesiva como impensada, le visita en sueños y le ayuda a escapar, mientras la astuta Verin anoticia a Moraine de la presencia de un Atajo bajo el palacio a través del cual pueden literalmente esfumarse.
Al llegar, sin embargo, Moraine no puede abrirlo, pero Rand, poniendo en práctica las enseñanzas de Logain, logra liberarla del escudo y así consiguen huir con Lanfear que, no obstante y una vez que llegan a la Puerta de Cairhien, empuja a Moraine fuera de la misma y secuestra a Rand…
Batalla Final
Todo se concentra en Falme, donde Ishamael y Lanfear tienen diferentes planes: él busca que se haga realidad la visión de Min para que Mat termine matando a Rand y ella quiere que se cumpla la profecía según la cual, proclamado el Dragón Renacido, cruce con su estandarte el cielo en llamas.
Furioso por la traición de Lanfear, Ishamael encarga a Padan Fain que encierre a Mat junto a la daga de Shadar Logoth para que le sea imposible resistir su influjo y acabe usándola. Pero el joven, sin tocarla, consigue hábilmente unirla a la punta de una improvisada lanza y logra escapar quemando la cerradura.
Los Capas Blancas, mientras tanto, planean atacar la ciudad y arrebatar el control a los seanchan, que del otro lado preparan la defensa y específicamente Renna a Egwene, cuyos raptos de rebeldía la siguen irritando y la incrimina duramente cuando los atacantes logran ingresan a la torre. Pero Egwene la sorprende colocándole un collar y diciéndole que siempre supo que las sull´dam sienten el Poder Único, pero son demasiado débiles para manejarlo. Cumpliendo la amenaza en su momento hecha, la cuelga por el cuello hasta dejarla exánime.
Perrin, que también está allí y acompañado ahora no solo por Aviendha, sino también por otras dos guerreras aiel, consigue encontrarse con Loial y, juntos, hacerse con el cuerno de Valere. Turak envía a sus soldados a recuperarlo, pero se cruzan con Rand, que con su poder los termina matando y a él inclusive.
El grupo de Perrin se encuentra con Mat. Necesitan llevarle el Cuerno a Rand, pero no hay forma de abrir la caja que lo contiene y Mat vuelve a valerse de la lanza-daga para hacerlo. Sale raudo con el Cuerno, pero es interceptado por soldados seanchan y, no teniendo alternativa, lo hace entonces sonar antes de lo pensado y obtiene así el apoyo de una fuerza de héroes muertos…
El Cielo en Llamas
En la torre y mientras arrecia la batalla, Rand se encuentra por fin con Egwene, pero también con Ishamael, que insiste sin éxito en intentar convencerlo de sumarse al Oscuro. En ese momento hace presencia Mat, quien arroja su lanza-daga hacia Ishamael, pero la imagen de este es solo ilusión y el arma le atraviesa de lado a lado para clavarse en el cuerpo de Rand y cumplir con la visión de Min.
Fuera de sí, Egwene se enfrenta al Renegado mientras Rand agoniza en brazos de su amigo, pero por fortuna llegan Nynaeve y Elayne, curándole esta última con el Poder Único mientras Moraine destruye los barcos desde los cuales, lideradas por Suroth, las damane inhiben el poder del muchacho.
Rand mata entonces a Ishamael que, convirtiéndose en polvo, agradece haber sido por fin liberado del martirio de la inmortalidad a que le sometiera tres mil años antes Lews Therin, en aquel momento Dragón Renacido. La Rueda del Tiempo seguirá girando, pero ya no para él…
Mientras Lanfear sonríe, un dragón de fuego cruza el cielo y la multitud vitorea y celebra la proclamación de Rand. Todo parece concluido, pero el cliffhanger final nos pone al tanto de que, ante la traición de Lanfear, Ishamael había despertado al resto de los Renegados y una de ellas, a la que Lanfear reconoce como Moghedien (Laia Costa), hace presencia para advertirle que se mantenga lejos de Rand…
Conclusión
La segunda temporada ha superado claramente a la primera, pues no solo tuvo (sobre todo en su segunda mitad) la épica que le faltó a aquella, sino que además exploró mejor a los personajes y permitió conocer mejor sus motivaciones. La producción sigue igual de deslumbrante y los efectos estuvieron esta vez algo mejor logrados, particularmente en las manifestaciones del Poder Único, algo cutres en la temporada anterior.
Con un gran trabajo de Rosamund Pike, Moraine se revela como un personaje mucho más interesante con el cual no siempre nos es fácil simpatizar (lo cual no es un defecto, sino una virtud). En su obsesión por cuidar a Rand, es capaz de sobrepasar límites y nos cae, por ejemplo, realmente mal cuando, en plena fuga con él, mata a un caballo a los fines de evitar que Lanfear lo use para seguirlos (¿no podía llevarlo con ellos o simplemente hacerlo huir?).
Lanfear es otro personaje que suma, sobre todo en la medida en que sus sentimientos hacia el Dragón Renacido la hacen dudar de sus lealtades e incluso alterarlas. Habrá que ver qué pasa con ella ahora que el resto de los Renegados han hecho también acto de presencia. Y Elayne, un personaje que parecía simplemente una niña bien que no prometía nada, ha terminado siendo un gran aporte, además de esencial en la resolución.
Desde ya que los fans podrán quejarse de los cambios con respecto a los libros, como la relación lésbica del pasado entre Moraine y Siuan, el mayor peso de Liandrin y Logain en la trama o la más temprana aparición de los Renegados, pero amén de ello hemos visto una temporada mucho más atrapante que la primera, lo que ojalá dé la pauta de que la tercera siga por el mismo camino.
Veremos si es así cuando, en pocos días más, estemos aquí para comprobarlo. Les espero otra vez, desde luego, y esta vez sí con análisis episódicos. Hasta entonces y sean felices…